El discurso de Máximo Kirchner en el acto organizado por La Cámpora en el estadio de Argentinos Juniors, donde planteó que su mamá debería ser candidata, causó un gran revuelo en los medios de comunicación y en la oposición patronal. También preocupó a los varios candidatos que se postulan por el kirchnerismo pero no consiguen despegar en las encuestas ni aparecen como una clara alternativa de cara al 2015.
Las palabras de Máximo y la movida kirchnerista tienen más la función de ser una “cortina de humo” ante los verdaderos problemas, que una opción real de nueva candidatura de Cristina, luego de la estrepitosa derrota que sufrió en las elecciones pasadas. Lo que se esconde detrás de todo eso no es otra cosa que la crisis económica que se profundiza y la política central del Gobierno, apoyado por las patronales, para enfrentarla: profundizar el ajuste contra los trabajadores y el pueblo –con despidos, suspensiones y baja del salario y las jubilaciones- para que la burguesía siga acumulando ganancias y continuar pagando millones de la fraudulenta deuda externa. El presupuesto votado para el próximo año (ver páginas centrales) es una muestra clara de cómo quieren hacernos pagar su crisis los capitalistas.
La “gobernabilidad” de los patrones
Como se ha demostrado repetidas veces, el Gobierno ha logrado sostenerse teniendo como un factor fundamental de apoyo el pacto con el conjunto de la oposición patronal y los burócratas sindicales. Un pacto basado en un acuerdo muy simple: ellos le garantizan la “gobernabilidad” para que llegue con las menores dificultades posibles al 2015, y como contrapartida, Cristina se encarga de aplicar a fondo el plan de ajuste, saqueo y represión.
Un ejemplo de esto podemos observarlo con la nueva Ley de Hidrocarburos. Luego de unos meses, donde el Gobierno Nacional y los gobernadores provinciales se pelearon por las limosnas, llegaron a un acuerdo que tiene como base fundamental la aceptación del saqueo.
Y ante cualquier cuestionamiento, desde el Gobierno responden acusando de intentos de “desestabilizar”, agitan fantasmas de buitres que no existen, intentando mantener bajo el paraguas del pacto a todos. Así, parece que hasta el jubilado que reclama porque PAMI no lo atiende, o el laburante que reclama por ser suspendido o despedido es un supuesto “agente de los buitres” que afecta la gobernabilidad. La realidad es que lo que ellos llaman gobernabilidad no es otra cosa que el compromiso de todos los sectores patronales y la burocracia sindical afín a alguno de ellos, con el apoyo del imperialismo, de garantizar el sustento necesario para que se avance con más y más ajuste.
A Nueva York con escala en el Vaticano
El viaje de Cristina y su comitiva a la asamblea de la ONU en Nueva York tuvo una escala previa en el Vaticano. Allí fue recibida por el Papa argentino, quien viene interviniendo en la política de nuestro país como uno de los garantes del cumplimiento del pacto de ajuste. Precisamente el encuentro entre la Presidenta y Francisco tuvo el valor de ser un gesto en este sentido. Paradojas de la política, la Presidenta que criticaba a Bergoglio se abraza con Francisco, por su parte el “Papa de los pobres” responde abrazando a quien paga la deuda externa a costa del hambre del pueblo.
Mientras silenciosamente Boudou continuaba a cargo de la presidencia, el viaje continuó con destino a Norteamérica. Luego de abrazarse con George Soros, uno de los mayores buitres y saqueadores en nuestro país (entre otras cosas el 5º mayor accionista de YPF), la Presidenta presentaba su discurso en la asamblea, donde explicó por qué le era imposible pagar todo lo que reclaman, con aval de la justicia yanqui, al 7% de los bonistas buitres que no entraron en el “canje”. Y al mismo tiempo la enorme voluntad de pago a todos los acreedores, los “buitres buenos” y los “buitres malos” por igual, incluso con una ganancia para ellos del 300%. Voluntad muy elogiada y aplaudida por todos los imperialistas reunidos en esa “cueva de bandidos”.
Desestabilizar el ajuste
Las consecuencias de la “gobernabilidad de los patrones” para los trabajadores y sectores populares se traducen en inflación galopante que hace cada día más inalcanzable la canasta familiar, en salarios por el piso, suspensiones y despidos en aumento, destrucción de la salud y la educación públicas y un aumento generalizado de la miseria de millones. Para seguir con ese ajuste, para seguir pagando y entregando el país a los buitres, es que quieren tener “estabilidad” el Gobierno y los opositores patronales.
Entonces no debemos dejarnos confundir, lo que está en juego no es la estabilidad democrática amenazada por un golpe de la derecha. Los trabajadores debemos salir a luchar para desestabilizarles el ajuste. Los trabajadores y el pueblo pobre no tenemos por qué sostener ni preocuparnos por una “gobernabilidad” que solo les sirve a los patrones y el Gobierno, por el contrario, tenemos como tarea romper y derrotar esa estabilidad para ajustarnos.
Lamentablemente los dirigentes sindicales traidores también son sostenes de la gobernabilidad para ajustar. Luego del gran paro del 28 de Agosto, donde los trabajadores expresamos la bronca contra el ajuste, nuevamente Moyano y Barrionuevo se quedan en las bravuconadas y garantizan al Gobierno la paz social. ¡Si hasta los diputados moyanistas han votado la Ley de Pago Soberano junto al Gobierno! Ése es su papel como representantes de los proyectos políticos patronales a los cuales están atados de cara al 2015.
Unidad para luchar contra el ajuste y por una salida obrera y popular
Para enfrentar en serio los ataques del Gobierno, para “desestabilizar” el plan de ajuste y reventar el pacto de gobernabilidad de las patronales y la burocracia tenemos que impulsar la más amplia unidad de todos los que luchan y de aquellos que estén dispuestos a hacerlo. En el marco de esa unidad es que debemos discutir y proponer un plan alternativo al ajuste patronal, un plan obrero y popular para que la crisis la paguen los capitalistas.
Miles de activistas, delegados y luchadores se enfrentan cada uno por su lado al ajuste y la burocracia sindical traidora. Los distintos partidos de izquierda han convocado a encuentros sindicales y políticos por separado. Millones buscan una alternativa, una nueva dirección política y sindical.
Desde el PSTU creemos que los partidos de izquierda estamos ante una posibilidad y una responsabilidad histórica. Junto a las nuevas conducciones sindicales combativas, a todos los agrupamientos que son parte de ellas y junto a los miles de nuevos delegados y activistas que van surgiendo en cada fábrica y lugar de trabajo, impulsar una instancia unitaria que tenga como primer objetivo unificar fuerzas para enfrentar el ajuste y a la burocracia sindical.
Pero no debemos detenernos en eso, debemos impulsar también el debate para avanzar en proponer una salida política, que levante un plan alternativo, obrero y que impulse el desarrollo de la nueva dirección que hace falta para imponerlo.
Saludamos las distintas iniciativas parciales que se impulsan, pero al mismo tiempo decimos que si no avanzamos en dejar de lado los sectarismos, las autoproclamaciones, los intereses sectoriales o electoralistas, esas mismas iniciativas se vuelven una traba para la necesidad de avanzar.
Llamamos al conjunto de las organizaciones, especialmente a quienes dirigen el FIT, a ponernos al frente de esta tarea. Te invitamos, compañero, a organizarnos juntos para dar esta pelea.