En Argentina y el mundo los empresarios están dispuestos a todo con tal de exprimirnos al máximo para ganar más. Acá, igual que hicieron en Brasil e intentan en Francia, quieren impulsar una Reforma Laboral, Educativa y Previsional que borre de un plumazo todos los derechos conseguidos con la lucha.
Macri, Vidal e incluso los gobernadores opositores, como Alicia Kirchner, están dispuestos a aplicar este ajuste que les pide el imperialismo, como sea. Avanzan sobre nosotros con paritarias por debajo de la inflación, modificaciones en los convenios colectivos de trabajo, con miles de despidos y suspensiones, quita de subsidios por discapacidad y desfinanciamiento de la salud y educación públicas.
Semejante ajuste no viene solo, viene acompañado de represión contra quienes luchamos para enfrentarlo. Hace ya dos meses que Santiago Maldonado está desaparecido. Las versiones infames del gobierno van cayendo una a una, demostrando que las Fuerzas de Seguridad están al servicio de los empresarios siempre, como fue con el desalojo de Pepsico.
El panorama se completa con el desafuero de delegados y delegadas combativos y antiburocráticos, para preparar el terreno a la Reforma Laboral antiobrera.
Donde más duele
Estos ataques nos duelen más a nosotras, porque somos las primeras en ser despedidas, las que hacemos piruetas para alimentar a nuestros hijos con sueldos que no alcanzan, las que no podemos siquiera buscar laburo porque casi no existen jardines maternales estatales, ¿cómo vamos a pagar la niñera o un privado sin trabajo o con un sueldo mínimo de $8.800 como pactaron las centrales sindicales con Triaca? Somos también las que no podemos decidir cuándo ser madres porque morimos o vamos presas si queremos abortar, o cuando estamos embarazadas nos echan del laburo. La violencia machista aumenta día a día, con un femicidio cada 18 horas, con cientos de secuestros para las redes de trata, con discriminación y persecución por nuestra orientación sexual.
Seguir la lucha
A pesar de la traición de los dirigentes sindicales, los trabajadores resisten, ¡el gobierno no se sale tan fácil con la suya! Las mujeres estamos al frente en esa lucha, como en el histórico 8 de Marzo en el que hicimos un Paro Mundial por los Derechos de las Mujeres y donde logramos que muchos compañeros se sumaran a nuestra pelea.
Ahora, como estamos en campaña electoral, todos los partidos patronales hablan de los derechos de las mujeres ¡Hipócritas! Cristina, que ahora dice defender a las trabajadoras, nos negó los derechos más básicos como los jardines maternales estatales y el Aborto Legal. Randazzo y Massa en nada se diferencian. Y con Cambiemos estamos cada vez peor. Por eso, desde el PSTU y Lucha Mujer, integramos en estas elecciones las listas del Frente de Izquierda, y llamamos a votar por una salida obrera y socialista a nuestros problemas como mujeres trabajadoras.
Sin embargo, no alcanza sólo con votar, si de verdad queremos concretar el Ni Una Menos, debemos derrotar el Plan de Macri. Eso significa organizarnos y luchar, las mujeres y varones de los sectores obreros y populares contra las mujeres y varones de los CEOs, del imperialismo y del círculo político patronal que defiende sus intereses.
Aprovechemos el XXXII Encuentro para fortalecernos. A la vuelta tenemos que seguir exigiendo a la CGT y las CTA que rompan la tregua, que salgan a enfrentar al gobierno llamando al Paro General y que empiecen a incluir las demandas femeninas en los reclamos obreros. Solo así podemos aspirar a frenar al gobierno y avanzar en nuestros derechos.