(…) “La mujer del peón, la lavandera, la que hace la comida con destino a las cárceles y cuarteles, la amasadera, llevan una vida de trabajos y sufrimientos; trabajan durante el tiempo de la gestación; trabajan en cuanto abandonan el lecho en donde han alumbrado, trabajan mientras dan de mamar y continúan haciéndolo hasta que la tuberculosis las consume” (…)
No son palabras de un militante anarquista o socialista, sino de un informe encargado al médico Juan Bialet Massé (1), por el gobierno conservador de Julio A. Roca en 1904.
Esas eran las “ventajas” de ser mujer y trabajadora en el “granero del mundo”, época que pasaría a nuestra historia como el inicio de la “Argentina de la modernidad”, pero que fue en realidad la afirmación del modelo agroexportador y de una dependencia cada vez mayor con Gran Bretaña. Y donde los empresarios se manejaban como verdaderos patrones de estancia.
Más de 100 años después el tiempo parece girar en redondo. El gobierno de Macri empezó quitando las retenciones a la oligarquía del campo y a las mineras, aumentando los beneficios a las multinacionales exportadoras, arreglando los pagos pendientes con los fondos buitre, devaluó un 40 % y se prepara para recibir al presidente yanqui.
Mientras tanto, los “nuevos patrones de estancia” quieren que el obrero pague su crisis con inflación, tarifazos, despidos y balas de goma. En el sector público, con el argumento de sacar a los “ñoquis”, miles quedan en la calle y se desmantelan servicios: Macri lo llama “modernización del estado” y hasta creó un Ministerio de Modernización. Y por supuesto, las mujeres trabajadoras y las jóvenes están entre los sectores más castigados, igual que en aquella Argentina conservadora de principios del siglo XX.
El Gobierno Nacional, en unidad con los provinciales y municipales, empezó a golpear sobre los mínimos programas que dejó el kirchnerismo: despidos y cierres de Programas de Salud Sexual en Capital y en la provincia de Buenos Aires ejecutados por macristas, radicales o peronistas (Ver AS 103); despidos en el 0800 violencia de Neuquén, en el Plan de Violencia Familiar y la Secretaría de Trata en Córdoba, etc, así como falta de antibióticos, anticonceptivos, preservativos o misoprostol(2) en los hospitales públicos.
En la Ciudad de Buenos Aires la Cámara de Apelaciones convalidó el protocolo restrictivo sobre aborto no punible impuesto en 2012 por el entonces Ministro Lemus (ahora es Ministro Nacional) que traba la interrupción del embarazo en casos producto de violaciones, oponiéndose a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de ese año. Va contra las mujeres pobres, las únicas que tienen que acudir al hospital público cuando son violadas y quedan embarazadas pues no pueden pagar una clínica privada, ni siquiera un aborto químico ya que una caja de misoprostol cuesta $1000.
Algunas compañeras se ilusionaron con el nombramiento de Fabiana Túñez, militante feminista, en el Consejo Nacional de las Mujeres, órgano encargado de la aplicación de la Ley de Violencia. Pero ella confirmó los peores pronósticos, ya que pidió “paciencia” para elaborar un plan nacional integral contra la violencia hacia las mujeres, que “no será tarea fácil”, dijo,porque “el presupuesto es el que aprobó la gestión saliente” (3). ¡En lugar de llamar a seguir la lucha por mayores fondos para combatir la violencia hacia la mujer, Fabiana Túñez convoca a la aceptación del presupuesto vergonzoso de la década anterior, que en 2014 fue de $0,80 y en 2015 de $2,40 por mujer!
Unidad con toda la clase trabajadora para defender los derechos femeninos
Ante este panorama, el próximo 8 de Marzo será el primer enfrentamiento de las mujeres trabajadoras y de las jóvenes con el nuevo gobierno en acción.
Muchas compañeras mantienen su familia con salarios menores que el mínimo, lo que hace muy precaria su vida acercándola a las miserias que describía Bialet Massé en su informe de 1904.
Pero las estatales y docentes se están plantando y obligando a su dirigencia a tomar medidas nacionales contra el ajuste, los despidos y por el salario. Es una necesidad de toda la clase trabajadora apoyarlas y exigir también otros derechos como igualdad salarial, guarderías y jardines maternales en las paritarias de trabajadores públicos y privados.
Los gremios y oposiciones sindicales dirigidos por los partidos del FIT y la izquierda deben tomar el 8 de Marzo como un día de lucha de toda la clase, convocar a sus bases a movilizarse, exigir lo mismo a ambas CTA y denunciar el escandaloso silencio de la CGT ante el ajuste de Macri.
Lucha Mujer y el PSTU somos parte de la LIT-CI desde donde impulsamos la lucha por los derechos femeninos en todo el mundo. En nuestro país nos comprometemos a hacerlo, principalmente, en donde somos parte de conducciones sindicales, como ahora desde el SUTEBA Escobar (ver nota en esta página). Y a pelear por un 8 de marzo con la mayor unidad de la clase trabajadora contra el ajuste, los despidos, la precarización laboral y de la vida de la familia obrera, en defensa del aborto legal y del aborto no punible, contra la represión y la criminalización de la protesta, por NI UNA Menos: plata para combatir toda violencia contra la mujer y no para los buitres. Sumate al PSTU a compartir esta pelea.
(1) Juan Bialet Massé, “Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas a principios de siglo”, citado por Felipe Pigna en “Mujeres tenían que ser”
(2) Misoprostol: fármaco que se usa para producir abortos medicamentosos
(3) Marcha.org.ar, 22/12/2015