Cuando comenzamos el día las mujeres hacemos en nuestras cabezas unas listas interminables de las tareas y los pendientes que nos depara la jornada. Con el tarifazo, la inflación y el ajuste de Macri esa lista siempre empieza por lo mismo ¿cómo hacer para que la plata alcance para todo?
Las trabajadoras estamos sufriendo mucho la política antiobrera del Gobierno, muchas de nosotras perdimos nuestros trabajos en los últimos meses, otras vamos con “el corazón en la boca” todos los días sin saber si nos despedirán o nos matamos haciendo horas extras para sacar algo más. Mientras trabajamos no podemos dejar de organizar dónde comprar a la salida para que nos salga más barato, qué menú hacer para que nos rinda más la carne, pensamos en qué podemos recortar para llegar a pagar las facturas que vinieron muy altas. Calentamos un poco la casa con la estufa y luego la apagamos y abrigamos bien a los chicos para que no gastemos tanto, ni hablar de las madres que tienen que padecer el dolor de perder una hija por hipotermia, como sucedió en Lanús, ya que no podía acceder siquiera a comprar una garrafa.
Empezamos a caminar más cuadras para “ahorrar” un colectivo y llegamos muertas de frío o de miedo porque salimos de los barrios en horarios inseguros para poder entrar a la fábrica. Queremos quedarnos tranquilas que los chicos por lo menos están en la escuela, pero sabemos que en muchas de ellas no hay gas, las aulas son una heladera y en el comedor le dan cada vez menos.
Seguimos sumando cosas a la lista y las enfermedades familiares son un gran problema, esperamos horas en la guardia del hospital y rogamos que nos den alguna muestra gratis, ya que si tenemos que comprar algún medicamento, hay que recortar por otro lado, y los hospitales no tienen nada. Los viejitos también ocupan nuestra tarea cotidiana, el abuelo cada vez tiene menos cobertura en PAMI y la jubilación es una burla, sin mencionar que a ellos también los tenemos que tratar de tener calentitos y con luz por la noche.
Esa tarea que la sociedad nos impone a las mujeres, la de sostener a la familia, se vuelve un tormento en situaciones de crisis y de ajuste como el que estamos viviendo. El tarifazo duele mucho más en nosotras y por eso no podemos dejar de sumarnos a la lucha y organizarnos con todos los trabajadores para derrotarlo.
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