Es por todos sabido que las patronales (encabezadas por las más grandes empresas nacionales y multinacionales) han demostrado completo desprecio por la vida y salud de sus trabajadores desde el inicio de la pandemia. Y que están aprovechándose para bajar salarios y producir una reforma laboral encubierta.
Es sabido también el papel del gobierno, que los llama miserables, pero va cediendo progresivamente a los chantajes empresariales. Las declaraciones del intendente de Villa Constitución ante la amenaza de la multinacional, son una muestra. Y el rol que juegan en todo esto los dirigentes sindicales ligados al oficialismo, agentes de aplicación de todos los deseos de las patronales.
Lo nuevo, es la participación en la capitulación de dirigentes que se dicen revolucionarios. En este caso, un miembro del PO (Tendencia).
La multinacional ArcelorMittal (Acindar) -que en 2018 facturó $70.000 por minuto- se propuso bajar los salarios y una vuelta de tuerca para flexibilizar las condiciones laborales, aprovechando la pandemia como «fuerza mayor» y que el gobierno no prohibió el artículo 223 bis de la LCT 20.744 (que puso Menem, para que nos suspendan con un porcentaje del salario acordado con los directivos sindicales). Se propuso pagar inicialmente el 65% (que «elevó» a un 75%) de los salarios netos -de bolsillo- a quienes no trabajen (cambiando la licencia de cuarentena por un plan de suspensiones), convocando a trabajar a quienes necesite en forma intermitente. Prácticamente lo mismo que firmó la CGT (Caló, entre ellos) con la UIA: cláusulas propias de la tan soñada «reforma laboral».
En la planta de La Tablada (La Matanza), la Comisión Interna y el Cuerpo de Delegados organizaron una consulta el 23/4 para que todos se pronunciaran a favor o en contra, llamando a rechazar este chantaje. La mayoría decidió por esta posición, pese a las amenazas de la empresa de no pagar los «adicionales habituales».
Debido a estos pronunciamientos, («no nos calentemos entre nosotros», tuvo que pedir el «Barba» Gutierrez admitiendo la bronca generalizada de los metalúrgicos contra el Secretariado Nacional que integra), debieron recular de su intento inicial de acordar con ADIMRA y demás cámaras empresarias suspensiones al 70% del neto. Con la CGT y la UIA, Caló firmó esa brutal quita salarial (75% del neto) el 27/4 para al día siguiente hacerlo con la UOM, pidiendo felicitaciones por «superar» ese porcentaje, con un 86% del neto. No sólo posterga el aumento salarial por paritaria vencida en abril, sino que encima lo recorta.
La respuesta patronal en La Tablada fue el despido de siete trabajadores (con contratos) y una quita salarial del 35 al 40 por ciento. ArcelorMittal pretende así doblegar a la única de sus plantas en el país que -en decisión colectiva- enfrenta sus planes. ¿Por qué?
Porque en las demás plantas quienes allí dirigen se dejaron «apurar», en lugar de unir a los trabajadores en una pulseada común contra la misma multinacional. El mismo día de la consulta en La Tablada, 23/4, la directiva de UOM Villa Constitución junto con la CI de delegados firmaron suspensiones (absorbiendo las vacaciones y francos compensatorios pendientes) por seis meses: hasta octubre al 75% del neto, y luego al 85% del neto, desde el 14/10/20. Porcentaje que la patronal puede desestimar, pues «a partir del 13/10/20 cualquiera de las partes podrá dejar sin efecto el presente acuerdo sin necesidad de expresión de causa». Y con una cláusula que en nada tiene que envidiarle a la firmada por la CGT con la UIA: «En caso de que… la empresa esté en condiciones de retornar a las operaciones, se convocará al personal necesario…». «…deberán concurrir a prestar servicios en tiempo y forma». Y justificando la falta de consulta a los trabajadores: «Se deja aclarado… la imposibilidad de efectuar reuniones masivas, en virtud de la situación de aislamiento social…». Ya el año pasado también habían aceptado un plan de suspensiones, mientras que en La Tablada fue rechazado.
Entre quienes firman estas actas, en Buenos Aires y en Villa Constitución, está Christian Miguez, delegado de la Comisión Interna (de la Tendencia del Partido Obrero). Este partido justifica su firma señalando que la UOM inicialmente iba a firmar por un 70% del neto, que la fábrica estaba cerrada, «enormes dificultades para comunicarnos entre nosotros, nos diezmaron las chances de ejercer a fondo la democracia sindical…» («Pulseada en Acindar Villa Constitución: «Nuestro mandato es la defensa del salario y de los puestos de trabajo», Juan Ferro, 7/5/20) (https://politicaobrera.com/movimiento-obrero/1143-pulseada-en-acindar-villa-constitucion-nuestro-mandato-es-la-defensa-del-salario-y-de-los-puestos-de-trabajo). «Pero el compromiso firmado por los compañeros de Acindar tuvo lugar… b) después que la burocracia nacional de la UOM cerrara su propio e inconsulto acuerdo de suspensiones…» («Acindar: el liquidacionismo de dos camarillas electoreras», Marcelo Ramal y Juan Ferro, 8/5/20 (https://politicaobrera.com/politicas/1162-acindar-el-liquidacionismo-de-dos-camarillas-electoreras).
En realidad, no es así. En Acindar Villa Constitución firmaron el 23/4 mientras que Caló, Gutierrez y compañía lo hicieron el 28/4, por un porcentaje incluso superior. También en La Tablada estaba cerrada la planta y eso no impidió organizar una consulta desde el Cuerpo de Delegados, y con una propuesta contra el chantaje. Lo que elude la T-PO es la obligación como «partido revolucionario» de intentar coordinar una respuesta y lucha común entre las plantas, en particular con La Tablada, para enfrentar toda rebaja salarial y flexibilización de las condiciones laborales, y no dejarse «apurar» por la patronal y los dirigentes seccionales. Tanto de la directiva encabezada por Gonzalez, como de la Agrupación 16 de Marzo que integra El Martinete (T-PO) junto con el anterior secretario general Ibarra, entre otros.
Si fábricas de ADIMRA y demás cámaras empresarias firmaron por un 86% del neto, las siderúrgicas de la CAA pueden pagar el 100%. Y como mínimo el 86% ya, no dentro de tres meses, compromiso que por acta la empresa puede romper unilateralmente.
Llamamos al compañero Miguez a retirar su firma de este acuerdo vergonzoso, denunciar el accionar de la seccional y del resto de la CI, llamar a los compañeros a rechazar el acuerdo –siguiendo el ejemplo de Acindar La Matanza- y coordinar la lucha con esta última. Cualquiera puede cometer un error, y es de revolucionarios reconocerlo y cambiar la política.
Lo inaceptable es que su organización reivindique e intente justificar lo ocurrido. Llamamos al PO (Tendencia) a hacer un balance honesto y transparente de lo ocurrido, sin intentar justificar lo injustificable. No se educa así a las nuevas camadas de luchadores obreros y populares.
En este sentido, desde Avanzada Metalúrgica, ya el 30/4 -ante los despidos y el brutal achique salarial en Acindar La Tablada- hicimos un llamado a los compañeros de las demás plantas de ArcelorMittal para no dejar aislada esta pulseada, rechazando los acuerdos inconsultos que estén por detrás del 86% y las cláusulas flexibilizadoras que permiten convocar parcial e intermitentemente al personal según su conveniencia. Y que la «prohibición de despidos» del gobierno sea una realidad, y no se disimulen como «contratos vencidos» y demás formas encubiertas.
Y reclamamos de la UOM Matanza abrir el predio deportivo para una urgente asamblea general de los compañeros de Acindar -con todos los cuidados sanitarios- para decidir medidas que acompañen las negociaciones y denuncias administrativas, para que tengan efecto. El conflicto de Oblak por el pago de las quincenas atrasadas -que lograron cobrar- demuestra que es posible reunirse ante las necesidades impostergables, como lo hicieron en el portón de la fábrica. Que una el mismo reclamo para todas las fábricas de La Matanza cuyos trabajadores también soportan semejantes ataques, como en Aguila Blanca. Y la necesidad de coordinar Acindar de La Matanza con Villa Constitución.
13 de Mayo de 2020.-