ACTIVIDADES DE APOYO A LA RESISTENCIA UCRANIANA EN FRANCIA

 

 

El 23 de febrero de 2023 la RESU, Red Europea de Solidaridad con Ucrania, organizó un acto público de apoyo a la resistencia ucraniana con un claro carácter de clase. Entre los oradores estaba el compañero Yuri Samoilov, presidente del Sindicato Minero Independiente de Kryvyi Rih, en el sudeste de Ucrania, que representa a más de dos mil trabajadores, principalmente metalúrgicos, y que fue el primero en tomar la palabra.

 

Lo primero que enfatizó Yuri fue la radical diferencia entre vivir y trabajar en Ucrania hoy y hacerlo en cualquier otro país europeo: “Salí de Ucrania hace una semana y desde que salí he tenido tres grandes choques: primero aquí no tienen alertas aéreas, segundo tienen luz y electricidad en todos los lados, y tercero, cuando participo en este tipo de encuentros en Europa, me entra miedo que va a ser pronto el toque de queda y me tengo que apresurar a volver a casa. Hoy en Ucrania todo es blanco o negro, no hay matices de gris.”

En su intervención el dirigente minero hizo hincapié en la implicación de los trabajadores, y en especial de los obreros industriales, en la resistencia ucraniana, ya que viene de uno de los centros obreros del país, Kryvyi Rih, donde viven 250,000 trabajadores industriales. De los 2,500 trabajadores de su sindicato, 300 de ellos fueron movilizados al frente y participan hoy de la resistencia a la invasión rusa. Mientras están en el frente, éstos siguen siendo miembros del sindicato que organiza el apoyo material y la ayuda al frente. Yuri explicó que el gobierno de Zelensky lanzó ataques a las condiciones de trabajo y derechos laborales en plena guerra, pero que su sindicato, como muchos otros, se movilizaron para impedir que esos ataques sean aplicados en la práctica por la patronal. Los efectos de la invasión y ocupación rusa de Ucrania tienen un claro carácter de clase, mientras el pueblo trabajador tuvo que migrar, ir al frente, sufrir bombardeos, cortes de luz, privaciones y sobretodo arriesgar du vida en el frente, muchos oligarcas rusos, como varios oligarcas ucranianos y empresas extranjeras hoy en Ucrania siguen, viven protegidos fuera del país y siguen haciendo negocios con Rusia en medio de la guerra.

Finalmente en su intervención insistió en la importancia de la ayuda material directa a los sindicatos y la resistencia obrera que han recibido por parte de la RESU y la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas : “les agradecemos mucho toda la ayuda que nos han brindado, nos habéis mandado generadores que nos ayudan a luchar en los frentes en Bakhmut y Soledar, nos habéis mandado sacos de dormir que ayudan a los soldados ucranianos a poder dormir calientes. Tenemos miembros de nuestro sindicato activos en dos batallones del ejercito ucraniano y uno de los convoyes de ayuda material fue entregado directamente en mano a un batallón en el frente. Para mí es muy importante que esta ayuda de obrero a obrero sea directa, que entreguemos las cosas en mano y no pasemos por intermediarios.

En el acto también habló Vitaliy Dudin, un representante de Sotsіalniy Rukh (Movimiento Social) desde Ucrania, que denunció “la agresión imperialista de Putin” y enfatizó “la necesitad de la continuidad de la ayuda económica y militar a la resistencia así como la importancia de cancelar la deuda externa de Ucrania” (…)

El acto fue cerrado por las intervenciones de tres representantes (Solidaires, FSU y CGT) de la intersindical en Francia que apoya a los sindicatos ucranianos, y de la RSISL explicaron las distintas iniciativas de ayuda material y convoyes internacionales a los que se han sumado. (…)

El acto del 23 no obstante tuvo una falta de delimitación clara del gobierno imperialista francés,  del imperialismo europeo de la UE y de la OTAN. Ni una crítica pues a la política real de Macron en Ucrania, que continua, como los demás gobiernos de la UE, mandando armamento viejo y a cuentagotas a Ucrania mientras aprovecha la guerra para aumentar de manera espectacular el gasto militar francés, reforzando a su ejército imperialista, que reprime protestas en África y otros países, y para lanzarse en una carrera armamentística que beneficia a los grandes grupos industriales franceses (Airbus Group, Dassault Aviation, Thales, Nexter et). (…)

Por lo tanto, mientras seguimos construyendo la unidad de acción a favor del apoyo material a la resistencia ucraniana y por la derrota de la invasión rusa, y fortaleciendo en particular a la resistencia obrera y popular, debemos defender un ala independiente y de clase, que se diferencie tajantemente de los planes de Biden, Macron y Scholz, que no tienen como objetivo la independencia política y económica del pueblo ucraniano. Debemos construir un movimiento de solidaridad que aglutine cada vez a más sectores obreros y populares, y desarrolle iniciativas de movilización independiente de los trabajadores franceses y europeos, y las campañas de ayuda directa, como lo empezaron a hacer la intersindical en Francia y la RSISL.