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ADIÓS TRINCHE

Cuando llegue a Rosario hace algunos años, en los asados y reuniones sociales que me invitaban, era normal que en determinado momento me empiecen a contar sobre los personajes famosos y emblemas de la ciudad (que son muchos). Esos personajes iban desde el Che Guevara, pasando por Fontanarrosa, Olmedo y el rosarino mas famoso del mundo, Lionel Messi.
Pero hay uno en particular que se repetía en varios de esos asados que me llamo sumamente la atención. En primer lugar porque no lo conocía. Y en segundo lugar por el titulo que llevaba: “el mejor jugador del mundo”. Un título un tanto polémico, porque para un argentino es sumamente difícil en pensar que haya un jugador superior a Maradona.
A partir de ahí comenzó mi curiosidad por saber quien era “El Trinche”. Un jugador que hizo las inferiores en Rosario Central y que jugó un solo partido en el club sin pena ni gloria. Paso unos meses por Flandria hasta que llega a su casa, Central Córdoba de Rosario, es aquí donde se transforma en el mito, donde nace “el doble caño” entre otras jugadas.
Entre las anécdotas mas curiosas sobre el Trinche, se destaca una del año 74. Previo al mundial de fútbol, la selección argentina juega un amistoso contra una selección de jugadores de la ciudad de Rosario. Entre estos se encontraban un joven Mario Kempes, Mario Zanabria y por supuesto el Trinche Carlovich. Al finalizar el primer tiempo, la selección rosarina ganaba 3-0, lo cual desencadeno el malestar del técnico nacional, que exigió que saquen del campo al trinche. El mismo Maradona reconoció hace poco que el Trinche era mejor jugador que él.
O cuando, en un partido, después de ser expulsado, la hinchada rival pidió que vuelva a jugar. Porque sin importar el equipo, todos querían ver jugar al Trinche. El único jugador que volvió a jugar después de una roja.
Otra anécdota tiene que ver con su negativa a jugar en clubes grandes del mundo, por el rechazo que le generaban los entrenamientos. Rechazó ir a jugar al fútbol francés. E incluso de ir a jugar al Cosmos de estados unidos donde podría haber jugado con un tal “Pelé”. El mismo hace unos años contesto la pregunta del por qué se negó a llegar a la elite del futbol mundial: «¿Qué es llegar? La verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol. Y, sobre todo, de no alejarme mucho de mi barrio, de la casa de mis viejos, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos que me llevó de chico a jugar en Sporting de Bigand”
Al continuar mi investigación sobre el trinche, tenía una necesidad urgente de ver sus goles y sus jugadas, lo cual me fue imposible por el echo de no existir registro fílmico alguno, una de las limitaciones que sufren los clubes y jugadores del ascenso hoy en dia inclusive.
En esas búsqueda sobre mas información del Trinche, me entero de que en San Telmo hay una obra de teatro dedicada a el Trinche, que llevaba su nombre como titulo. En unos de mis viajes a Buenos Aires, fui a ver la obra que me ayudó a comprender mas sobre el mito. Un tipo que no quería salir de Rosario por su pasión por la pesca, la noche y los tragos con los amigos, el tipo que dejó plantado a gente como Menotti por su rechazo a las cámaras y los flashes.
A partir de ahí soy un reproductor más del mito, del cual no hay registro fílmico, pero si hay registro de que el Trinche existe, porque lo podías contratar para que te coloque los pisos, oficio que se dedicaba con su hermano. Existía, porque lo podías cruzar con su bicicleta en la zona oeste de Rosario. Bicicleta que fue la razón que lo tiraron y golpeo su cabeza en el piso y esta mañana encontró la muerte.
Se fue “el mejor jugador del mundo”. En una sociedad en la que gobernemos los trabajadores, cuando el fútbol ya no sea un negocio y la pasión y el deporte sean lo que mande, ahí reinarán los trinches, verdaderos héroes del pueblo, con sus valores por sobre los Messi o Ronaldo, con sus millones.

08 de Mayo de 2020.-