El plan de ajuste en el Estado en lo que resta del año, sería de más de $20.000 millones mediante un DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) firmado por Macri. Y para el 2019 se profundizará aún más: $300.000 millones, cumpliendo con las condiciones del FMI. Se prepara para ello un acuerdo con los gobernadores y la oposición patronal por un Presupuesto adecuado al compromiso para bajar el déficit fiscal y garantizar el pago de la Deuda Pública.
El objetivo del acuerdo del acuerdo con el FMI es reducir el enorme Déficit Fiscal, para garantizar el pago de los servicios de la Deuda Pública (que al 31-12-2017 era de U$S 335.000 millones), es decir los intereses, que paradójicamente son el verdadero motor de ese déficit como venimos denunciando. Por ejemplo, esta semana vence deuda por Lebacs por $536.000 millones, con intereses millonarios que se abonarían al contado o se cambiarían por otros bonos (Letes y Botes) en dólares, agudizando aún más la Deuda Externa estatal.
Para el Gobierno…que lo paguen los trabajadores
¿De dónde saldrían en el capitalismo argentino los recursos para hacer frente a semejante deuda? Del esfuerzo y sacrificio una vez más de los trabajadores. Y el Gobierno ya dispuso un brutal ajuste en el Estado para dar el ejemplo (ver recuadro). Es decir, haciendo honor a su clase social patronal, no tocando los intereses de las patronales como las del campo, evitando aumentar algunas retenciones, devaluando para beneficio de los exportadores y garantizando el pago de la fraudulenta Deuda Externa, eje del déficit. Deuda por otra parte sobre la que los trabajadores debemos plantearnos luchar seriamente por el “NO PAGO” de esta colosal estafa.
Diez puntos del brutal ajuste al estado
- Recortes y achicamiento en todos los organismos estatales, descentralizados y desconcentrados.
- Congelamiento del ingreso de empleados públicos (menos médicos, maestros, atención a jubilados, etc.)
- 30% de achicamiento en la Administración Pública Nacional (viáticos, comida, horas extras, movilidad, viajes flota de vehículos, etc).
- Salarios estatales menores a la inflación. Con la complicidad de la burocracia sindical se firmó un promedio del 12% a futuro y en cuotas.
- Reducción de giros a las provincias (menos obras pública y recursos a salud, educación y viviendas.
- Eliminación de subsidios para la provisión de energía y otras actividades, como en actividades regionales (por ejemplo al gas en zonas australes), para el transporte, con inmediatos tarifazos.
- Menor obra pública. Ya comenzó con un 15% de lo previsto. Menos hospitales y escuelas, menor mantenimiento. Se suspendió construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa en Santa Cruz, la de Chihuido en Neuquén, y la Central Nuclear Atucha III).
- Nuevamente recortes en las pensiones por discapacidad que fueron suspendidas.
- Despidos masivos de empleados estatales (Por ejemplo en el Conicet, los 350 trabajadores de Telam, los del Hospital Posadas, etc.)
- Reforma laboral abarcativa del Estado y nueva Reforma Previsional para seguir achicando jubilaciones y pensiones.
Fuentes:
Diario Clarín – 18-05-2018
La Política On Line – 12-07-2018
Infobae – 12-07-2018
Ämbito.com– 01-06-2018
Héctor Giuliano – 15-07-2018