El gobierno nacional y los gobernadores pisan el acelerador y siguen las órdenes del FMI ejecutando lo que llaman un achique del Estado. El plan consiste en echar a más de 19 mil estatales y “ahorrar” $ 90 mil millones en dos años hacia fines del 2018.
Con el discurso de los “ñoquis”, la poca “eficiencia” de los hospitales, las escuelas con “baja matricula” el “sobrante” de personal en el INTI o el Conicet, Macri avanza con los los despidos, sumándole los de Fabricaciones Militares, los mineros de Rio Turbio y el cierre de Ferrobaires, cierre de escuelas, como las 10 del Delta en Tigre y vaciamiento de hospitales como el Cetránlogo y el Posadas
Así, el gobierno nacional busca cubrir varias aristas del plan de ajuste, reducir los “gastos” del Estado y destinar esos 90 mil millones al pago de la deuda externa, darle entrada a capitales privados entregándole las tareas de investigación, garantizándole ganancias abultadas, avanzar en la privatización de la salud y la educación pública y reducir al mínimo, también a pedido del imperialismo, el poder de fuego de las Fuerzas Armadas para dar muestra de un sometimiento total.
Un vergonzoso ejemplo es papel que jugó Macri en el hundimiento del ARA San Juan y el desmantelamiento del Aeropuerto El Palomar desprendiéndose de pilotos de la Fuerza Aérea en manos de capitales privados de “vuelos de bajo costo”. Avanzar aún más en la entrega de recursos naturales de la minería y el petróleo y armar una fuerza armada para la represión interna que garantice este plan a fuerza de palos.
En consonancia con este ajuste están las miserables ofertas salariales ofrecidas a los estatales en todo el país. Con el Pacto Fiscal se pretende imponer un techo salarial del 15% como máximo y en cuotas en todas las provincias. Y continúan atacando a los docentes, culpándolos de los males de la educación en Argentina, intentando poner en contra a la comunidad en el conflicto que se viene.
Unidad de todos los estatales
Macri no quiere ni eficiencia ni modernización, mucho menos ahorrar, lo que quiere y necesita el capitalismo es una masa de trabajadores desocupados y derrotados para flexibilizar aún más a los ocupados. Para seguir ajustando sin resistencia y en un clima de temor y mucha necesidad, tiene que generar familias de trabajadores pobres.
No podemos permitir esto. Necesitamos la más amplia unidad de todos los estatales, y también con el conjunto de los trabajadores. No podemos permitir que la mezquindad de las conducciones sindicales dividan y debiliten nuestra lucha, como sucedió en ATE cuya conducción Nacional llamó a parar el 15 de febrero y no fue el 21 a exigir el paro de todos los estatales y el paro general que necesitamos.
Los sindicatos recuperados, las comisiones internas opositoras, los trabajadores despedidos auto organizados necesitan buscar y solicitar la solidaridad y la acción conjunta de los trabajadores de base de los sindicatos dirigidos por burócratas, unirse a ellos, hacer acciones comunes que enfrenten incluso la patota sindical. Por abajo somo iguales, ningún trabajador debe entrar en a pelea entre dirigentes, ellos pelean sus cargos, sus privilegios, sus ganancias de las obras sociales. Nos movilizamos cuando convocan a enfrentar al gobierno y debemos organizarnos y pasarlos por arriba cuando no lo hacen La lucha contra los despidos y por aumento salarial debe ser una sola y tenemos que golpear con un solo puño para poder ganar.
Vamos por un plan de lucha estatal junto al movimiento obrero industrial que logre parar el plan del gobierno, sin esperar al 2019. Podemos hacer otro 18 de diciembre que se le plante al gobierno.