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Ajuste y entrega fue el lema del kirchnerismo

Se acerca fin de año y nos encontramos haciendo malabares de un lado a otro, buscando ofertas, viendo si podemos irnos de vacaciones, si llegás con el aguinaldo o si te van a descontar por el impuesto al salario otra vez. Viendo de qué manera sorteás un poco la inflación, que se comió hace rato el aumento que habías obtenido en las paritarias. Seguramente estás atento, a ver si nos cortan la luz de nuevo porque las empresas no pusieron un peso, como Edenor y Edesur, mientras se llevaron a sus cuentas al exterior, los subsidios que el Gobierno Nacional les provee. Al igual que el verano pasado, el fin de año siempre es un momento tenso, y de reflexión. Veamos qué es lo que sucedió este año.

 

Un año de ataques a los trabajadores

El panorama económico que vivimos los trabajadores en estos momentos, no es tan alentador. Vale recordar que a principio de año llenabas el carrito del súper con tanto dinero, y ahora con esa misma plata, llenas la mitad, o un poco menos. Es que la inflación, que ronda el 40% anual, se empezó a sentir hace rato en los bolsillos de todos, menos en el de Kicillof, que le dijo a la UIA (Unión Industrial Argentina) que eso era “sensación térmica instalada por consultoras privadas”1. Al parecer, el ministro de economía desconoce cuál es la “sensación térmica” que vivimos todos los días los trabajadores. El tema es que para el Gobierno, aceptar este índice le trae problemas para las paritarias el próximo año, ¿van a tratar de que los gremialistas firmen por debajo de eso?
Por otro lado, en el transcurso del 2014, la pérdida de empleo golpeó con mayor fuerza. Eran 400 mil los puestos de trabajo perdidos en los primeros seis meses del año, lo que ahora se profundizó, sumándose otras ramas como la alimentaria, textil, indumentaria y frigorífica. A esto se le sumaron las suspensiones (que se incrementaron casi 15 veces frente a un año atrás)2 y los cesanteos que ocurrieron en su mayoría en el sector industrial, autopartista y de la construcción, mientras la industria pisa los 15 meses de caída consecutiva.
A pesar de esta situación, el Gobierno hizo oídos sordos a los reclamos de los trabajadores y siguió gestionando para la gran burguesía. Por este motivo le otorgó subsidios a las grandes empresas que ascendieron a los 117 mil millones de pesos en 2014, un 74% más que en el año anterior, mientras que la asignación universal aumentó un 35%.

Notas:
1 En: http://www.ieco.clarin.com/kicillof-inflacion-recesion-gasto_publico-UIA_0_1259874264.html
2 En: Crecen los conflictos en el mundo laboral. La Nación, 9 de diciembre de 2014.

 

 

Corrupción, la cara “oculta” del kirchnerismo

Durante todo 2014, vimos a Lanata y a Clarín hacerse el festín con los casos de corrupción de los funcionarios K y sus “rutas de dinero”. Es que el fin de ciclo del Gobierno da pie a que salgan a la luz los chanchullos que se mandaron en todos estos años de gestión. Desde Lázaro Baez y su emporio millonario de la construcción, hasta Boudou y la imprenta Ciccone, varios miembros del gabinete y cercanos a los Kirchner estuvieron a la luz de los reflectores por estos escándalos. Todos sabemos que roban, que son todos iguales, pero el Gobierno, que tanto se jactó de defender los derechos y de su discurso de supuesta “izquierda”, ahora también está involucrado, a lo María Julia, en líos de corrupción y lavado de dinero. Hasta la misma Cristina fue puesta en cuestión ante los fallos del Juez Bonadío cuando fue allanado su hotel en Calafate.
Y a esto, el kirchnerismo no esperó sentado, sino que arremetió contra Bonadío y otros sectores de la justicia, de la mano con la reforma que aplicaron hace pocos días en el Código Procesal Penal, lo que permitirá al Ejecutivo y a su brazo en la justicia, Alejandra Gils Garbó, intervenir directamente en la elección de fiscales. De esta manera, al acercarse el fin de mandato, el kirchnerismo se cubre con leyes y decretos, para escapar limpio con la fortuna que hicieron a costa nuestra.

 

 

Soberanía ¿para quién?

Cabe recordar que el kirchnerismo asumió en 2003, con miles de promesas. Entre ellas, la soberanía energética fue una de las más importantes, el caballito de batalla de Néstor, que entregó Cerro Dragón a PAE – por nada menos que 40 años- y Cristina le siguió el paso cuando realizó el escandaloso acuerdo con la petrolera Chevron. Hace unos pocos meses, salieron a la luz los verdaderos trasfondos de este acuerdo entreguista que hablaban de que este gran pulpo se podía llevar sus ganancias al exterior sin reinvertir un peso en el país. Recordemos lo que por ese entonces decía Moshiri, directivo de Chevron: “Chevron está comprometida en ayudar a la Argentina a volver al autoabastecimiento energético. El éxito de YPF beneficiará a todo el sector.”1 Sin embargo, conforme pasan los años, el Gobierno sigue gastando alrededor de 15 mil millones de dólares en importar gas y petróleo, porque las multinacionales se siguen llevando sus enormes ganancias al exterior, mientras miles de viviendas no cuentan con gas natural, debido a la falta de inversión en redes.

En octubre, tras una sesión maratónica en el Congreso, el kirchnerismo aprobó la Ley de Hidrocarburos, que permite que las petroleras giren todo su dinero al exterior, o pagar sólo el 12% de regalías, mientras venden el petróleo de nuestro suelo en cifras millonarias. Una vez más, el Gobierno se da la mano con el imperialismo, para seguir sometiéndonos a más saqueo y explotación.

 

“Patria o Buitres”

En la misma línea fue el suceso del año ocurrido a partir del fallo del juez Griesa a favor de los Fondos Buitres. La exigencia de los bonistas y las penurias en las que vive la clase trabajadora argentina colocaron al Gobierno en jaque durante varios meses, debido a la cláusula RUFO, creada por el kirchnerismo en el canje de 2007. No porque dudaran en pagar la deuda, ya que pagaron más de U$S 190 mil en estos 11 años, sino por la crisis en la que podría verse sumergido el país si se decide seguir pagando a los buitres. Entregaron hasta casi vaciar las reservas del Banco Central, entregaron Vaca Muerta, Cerro Dragón, pagaron la Deuda que no es del pueblo ni los trabajadores, a costa de más ajuste y represión. No es que Cristina no se lleve bien con los grandes especuladores financieros, de hecho Néstor le pagó todo al FMI en 2005, sino que en el marco de la crisis mundial, esto podía traer aparejadas otras consecuencias y que la bronca de los trabajadores salte por los aires, y con ella su gestión.
Luego de enviar a Kicillof a Nueva York y de recibir el apoyo de Venezuela y otros ante el “ataque” del imperialismo, el kirchnerismo hizo ofertas de pago a los fondos. A su vez, sancionó la Ley de Pago Soberano, para que las negociaciones ya no sean realizadas en Estados Unidos, como había acordado el propio Néstor, sino que puedan ser realizadas aquí, o en cualquier otro lado. Mientras Cristina decía que no los dejaban pagar, anunció que le abría una cuenta para los holdouts, para dejarlos tranquilos hasta el próximo enero y pagarles lo que les prometió.

 

La oposición del lado de los buitres y el Gobierno

Del otro lado, en la oposición patronal, nos encontramos con Macri, Massa, Carrió, entre otros. Ellos, aunque siempre intenten mostrarse despotricando y criticando al Gobierno, lejos de buscar su desgaste, durante todo este año intentaron sostenerlo sin miramientos. Otra vez, vemos como del dicho al hecho, hay poco trecho; ya que aunque digan que Cristina hace las cosas mal, todos hacen caso a las palabras del Papa Francisco, quien pidió que se termine su mandato en paz. Es que necesitan que sea su mano la que aplique el ajuste, que sea su imagen la que pierda popularidad, porque todos quieren que sigamos sumisos frente al imperialismo. Los dueños del mundo necesitan seguir saqueando nuestros recursos, necesitan que sigan pagando la deuda a costa nuestra para seguir enriqueciéndose mientras los trabajadores seguimos explotados, con escuelas que se caen a pedazos, hospitales en las mismas condiciones, con déficit de viviendas, cuando llueve, inundados y viajando en transportes abarrotados y en malas condiciones. Es por ello que el Frente Renovador, por ejemplo, estuvo a favor de la Ley de Pago Soberano y Massa dijo específicamente “Necesitamos un mecanismo que permita la protección respecto de los pagos de los tenedores de bonos que confiaron en el país.” Para los trabajadores, lo que promete es más policía, para los extranjeros, una “nueva política migratoria, para los que vienen a delinquir”. Y así llegar al 2015 para realizar el pase de mandato (ya sea que continúe el kirchnerismo o no), con la menor conflictividad posible.

Notas:
1 En: http://www.diariopopular.com.ar/notas/163099-ypf-y-chevron-firmaron-acuerdo-producir-hidrocarburos-vaca-muerta
2 En: http://www.clarin.com/politica/Carrio-Massa-volvieron-proyecto-oficial_0_1198080559.html

 

 

Palos y leyes represivas

A las luchas de los trabajadores, hubo respuestas del Gobierno: denuncias, persecución y palos. De hecho, en septiembre, se contabilizaban 5.1881 cortes y piquetes en todo el país, cifra que aumentó respecto al año anterior.
El Gobierno Nacional en un principio desestimó las manifestaciones, les dijo a los docentes que se sentía “rehén” de los reclamos salariales, mientras justificó la condena a los petroleros de Las Heras en la apertura de las sesiones del Congreso. Luego, de la mano de Sergio Berni, comenzó a reprimir en Panamericana, regando de cartuchos de balas de goma dicha autopista, con los gendarmes desalojando a los trabajadores de Lear y reprimiendo a los docentes en Tucumán. También tuvo un problema importante cuando el caso del gendarme carancho saltó a la luz, implicando al propio ex carapintada Berni.
Por otra parte, el Gobierno, expresó también su mano dura en la reforma del Código Procesal Penal (altamente xenófoba, porque permite la expulsión de los extranjeros que cometan delitos). Esto supuestamente para terminar con la llamada “puerta giratoria”, y evitar que los procesos se alarguen. Sin embargo, sabemos que los que pasan por dicha puerta, son los responsables de casos como los de Luciano Arruga, o los corruptos, como Lázaro Baez, Julio Alak, o Boudou. Otro caso paradigmático fue la aplicación de la ya sancionada Ley Antiterrorista contra el periodista Juan Pablo Suárez, en Santiago del Estero, por documentar la revuelta policial en dicha provincia. Junto con el intento de llevar adelante el proyecto de la Ley Antipiquetes, el Gobierno quiere dejar el terreno preparado para lo que se viene: un 2015 con una marcada conflictividad, debido a la profundización de la crisis.

Notas:
1 En: http://diagnosticopolitico.com.ar/images/stories/Hubo%20100%20piquetes%20m%C3%A1s%20que%20en%20septiembre%20de%202013.pdf

 

 

Los trabajadores se defienden

Por los ataques del Gobierno y las empresas, los trabajadores también dieron su respuesta durante este año. Es así que desde norte a sur y de este a oeste nuestro país estuvo movido por donde se lo mire. Comenzando por la huelga histórica de los docentes de todas las provincias. Esto marcó la dinámica y obligó a la burocracia sindical a llamar el paro del 10 de abril. Desde allí estalló la bronca en distintos sectores, como en Gestamp, donde sus trabajadores fueron de los primeros en enfrentar las suspensiones y despidos. A ellos les siguieron Paty, Lear, y el paro de los metalúrgicos cordobeses. Luego los trabajadores de la ex gráfica Donnelley se enfrentaron al cierre y tomaron en sus manos el control de la empresa. Y marcaron el camino los trabajadores de Emfer-Tatsa, que enfrentaron de conjunto el vaciamiento y la represión. Hace poco, vimos a los petroleros patagónicos asestarles un golpe organizado desde las bases a las multinacionales extranjeras, quienes se vieron obligadas a eximirlos del Impuesto a las Ganancias para diciembre.

Sin embargo, las direcciones de las centrales de trabajadores no estuvieron a la altura de la situación. Así lo demostraron durante todo el año, con dos paros que se vieron obligados a llamar (Moyano, Barrionuevo y al que se sumó Michelli) en abril y agosto, debido a la bronca de los trabajadores que vivimos día a día con el agua al cuello. Aunque se vieron obligados a tomar estas medidas, fueron incapaces de llevarlas hasta el fondo, no movilizaron, no convocaron a los piquetes para impedir que los trabajadores llegaran a sus laburos. Porque no quieren perder sus privilegios, y sus cuentas bancarias abultadas que generan con los afiliados. De esta manera lo vimos la semana pasada, cuando sutilmente levantaron el paro que habían amagado en llamar luego de que el Gobierno eximió de ganancias (por este mes, a los que cobren más de 35 mil de salario bruto). Aliviados, los líderes de las centrales más importantes del país dijeron que le iban a devolver el “gesto” a la Presidenta, suspendiendo la medida de fuerza.
Actuando de esta manera, la burocracia le está haciendo un favor al Gobierno para que siga aplicando el ajuste como lo viene haciendo, que sancione las leyes que permitan que la burguesía imperialista siga saqueando nuestro suelo, y que termine su mandato en paz.

 

 

2015: la perspectiva es más sometimiento y represión

Te debés estar preguntando qué esperar para el año que viene. Siempre tenemos un deseo de que la cosa mejore, que con las paritarias zafemos un poco más, y así tener algo de aire. Sin embargo, por como viene la mano, la esperanza se achica. Es que al Gobierno se le está acabando el margen y cuando tiene que elegir un lado, se queda en el de los patrones. Cristina y su gabinete preparan un 2015 de más recorte, más entrega y más ajuste. Por eso van a comenzar el año con el ya anunciado pago a los buitres, al 7% les pagarán el 300% que les ofreció Kicilloff, luego de que se termine la cláusula RUFO.
A su vez, al ser un año electoral, intentarán desviar nuestra atención hacia las elecciones. Con la ilusión de que alguno de los candidatos del kirchnerismo, de los que podemos enumerar a Scioli, Randazzo, Taiana, entre muchos otros, o los que se presenten en la oposición, ya sean Massa o Macri, nos traigan una solución mágica a los problemas de los trabajadores. Sin embargo, sabemos que esto es justamente una mera ilusión. La oposición y el Gobierno tienen perspectivas de continuar en el camino que ha tomado el kirchnerismo este último tiempo, para garantizarle al imperialismo la sumisión y la entrega que necesitan para salir a su forma de la crisis. Es por ello que los trabajadores tenemos que tener una alternativa política que responda a nuestras necesidades. Para esto la unidad de los que enfrentamos el ajuste es fundamental; ya lo vimos, de un lado, Gobierno, oposición, burocracia, policía y gendarmería, y de la otra vereda los trabajadores. La falta de unidad solo puede llevarnos hacia derrotas y más derrotas, tenemos que terminar con los encuentros dispersos de la izquierda, con los conflictos en los que la vanguardia actúa sola sin la base, debemos unificarnos como un solo puño para asestarles el golpe que necesitamos para romper con el pacto que Gobierno y empresas mantienen para hacernos pagar la crisis. Y que la crisis la paguen los que la generaron.

 

10 de diciembre de 2014