Ante los posibles despidos entrevistamos a Sebastián Romero miembro del comité de lucha de estos trabajadores.
AS- ¿Qué significó el acuerdo de suspensiones firmado por el SMATA y la empresa?
Sebastián– Para las familias de GM fue un golpe muy duro, ya que “de un día para otro” 350 compañeros fueron suspendidos como si fuéramos “un número más…”, el gremio avaló las suspensiones a principios de marzo: ¡una entrega!!!
AS-¿Qué ha pasado estos meses de suspensiones?
S– En los primeros meses los trabajadores nos organizamos, formamos un comité de lucha, denunciamos este acuerdo ilegal ante todas las instancias y al mismo tiempo realizamos 4 asambleas en la puerta de la fábrica, ¡hacía más de 8 años que el gremio las había dejado de hacer!!! También pudimos concretar 2 paros en la planta. A pesar de que el Ministerio y el Gobierno se pusieron del lado de la empresa, adentro los trabajadores continúan expectantes con el desenlace que pueda tener esta situación.
AS- ¿Cuál ha sido la actitud de la empresa en este tiempo?
S– En primer lugar de posar de víctima diciendo que debe reducir costos laborales para poder competir a nivel internacional, sin embargo sigue extorsionando a los trabajadores ya que las unidades de producción son la misma cantidad que antes de marzo, la diferencia es que con menos trabajadores aumentaron los ritmos de producción generando más lesionados y sumado a esto el servicio médico, con la complicidad de la ART, deja sin atención a los compañeros.
Es así como la empresa, con la complicidad del Gobierno, Ministerio y gremio logran sacar la misma producción con menos mano de obra y pagando menos salario a los suspendidos… Pero esto no es todo: el ir bajando los salarios de los suspendidos sirvió como extorsión para que de a poco muchos compañeros vayan aceptando un retiro voluntario.
AS- ¿Cómo ves la actuación del gremio?
S– Hubo una entrega total, porque a pesar que durante meses desaparecieron de la fábrica, hoy tampoco dicen nada de los accidentes laborales, ni de la reforma laboral. Creyeron que los trabajadores iban a aceptar con la cabeza gacha este acuerdo, pero ¡no! la bronca se manifestó y seguramente en las próximas elecciones de delegados pagarán el costo de esta entrega.
AS- ¿Formar ese comité de lucha les sirvió a los trabajadores de GM?
S– Fue algo que nació de la bronca y la entrega del gremio, como toda nueva experiencia tuvo muchas cosas positiva y otras tantas a mejorar, pero si en muchos años no hubo asambleas, el comité de lucha pudo realizarlas, se concretaron medidas y sobre todo que se podían votar los pasos a seguir, eso es fundamental para luchas futuras, pero lo más importante es que a pesar que el acuerdo ilegal fue sostenido por el ministerio de trabajo, 32 de los 350 suspendidos pudieron volver a sus puestos en la fábrica.
AS- ¿Qué pasará el 1 de diciembre?
S– Todavía queda un grupo suspendido que no ha aceptado los retiros voluntarios, el 1/12, fecha que termina el acuerdo de suspensión / despidos, vamos a ir a que nos reintegren nuestro puesto laboral. Seguramente, si no hay respuesta favorable, habrá conflicto, pero como lo planteó el Comité de Lucha en unidad de los reclamos de los que están adentro y afuera.
Pelearemos por nuestros puestos, por mejora en el servicio médico, por los lesionados y contra la reforma laboral.
Con esa convicción nos preparamos para llegar al 1º, sabiendo que adentro de la fábrica muchos compañeros están expectantes por nuestra situación.