Hoy veo con más claridad que Cirigliano, el gobierno, la UOM Nacional y la seccional San Martin cumplieron su real objetivo: destruir una de las más importantes empresas ferroviarias y de transporte, EMFER y TATSA y sacar a todos sus trabajadores, desparramarlos por todas las líneas ferroviarias, destruyendo años de organización y conquistas internas, logradas con lucha.
El reclamo original de los 425 trabajadores, heroicamente defendido hasta las últimas consecuencias: estatización de estas importantes empresas. Esta solución real nunca fue aceptada por el Ministro del Interior y Transporte Randazzo y otros representantes de este Gobierno. No tenían argumentos. Se contradecían. Mentían cuando reconocían nuestra “capacidad y experiencia” que el ferrocarril necesitaba. En una reunión con la Secretaría de transporte nos verseaban elogiando el vagón eléctrico doble piso, un tren nacional construido en esta empresa. Decían que no se imaginaban que en Argentina se podían fabricar estos vagones y que era necesario reflotar esta fabricación suspendida en el 2011. ¡Para que la Argentina la exporte a otros países! Ni una palabra de “importar”.
Mientras ahí nos mentían, en otras oficinas de la Secretaría se estaban negociando la compra de 3000 vagones importados de China. Con las consecuencias laborales que esto implicaba: cierres de fabricas como EMFER y TATSA, reducción de personal y suspensiones en otras abastecedoras. Las consecuencias las pagamos los trabajadores y su grupo familiar, cerca de 3000 familias.
No hay argumento aceptable a esta importación de trenes chinos. Solamente se buscó una candidatura presidencial, mintiendo a millones de usuarios que era la única solución, aunque 3000 familias quedaran sin empleo. En Argentina, además de EMFER, hay empresas con trabajadores capacitados y reclamando trabajo al Gobierno Nacional para construir trenes nuevos. En Tucumán, Tafí Viejo, en Córdoba, Materfer y otra similar en Villa Constitución cerca de Rosario, en Chascomús, Emepa, en La Plata, Alltoms y tantas otras proveedoras para estas terminales ferroviarias.
El primer intento de cierre y la resistencia obrera
A partir del 7 de julio del 2014, esta lucha heroica de los obreros, siempre con el Cuerpo de Delegados al frente, con el apoyo de grupos sociales y partidos políticos, con cortes en Gral. Paz, toma de fábrica y marchas, con un firme plan de lucha, empezó a tomar contundencia.
La empresa ya había anunciado su cierre. Con la fábrica tomada en defensa de la fuente de trabajo, soportamos la terrible represión ordenada por el coronel Berni y el Gobierno. Fue un enfrentamiento heroico de todos los trabajadores, con decenas de heridos por bastonazos, balas de goma y gases, con un delegado preso y otros heridos llevados de urgencia al sanatorio de UOM y que luego volvieron a la puerta de fábrica a seguir defendiendo su fuente de trabajo. Todos estábamos dispuestos a dejar la vida si el Gobierno volvía a intentar reprimir. El Gobierno al ver la firmeza de esta organización de los trabajadores y de todos los sectores sociales apoyando, tuvo que liberar al delegado preso y citar a los delegados al Ministerio de Trabajo para negociar.
Y el estado se comprometió a tomarlos como ferroviarios
Después de 3 meses de reuniones en todos los ministerios con Tomada, con Ramos y con el Jefe de Gabinete Capitanich en Casa de Gobierno, con acciones de lucha de los trabajadores y el Cuerpo de Delegados al frente, se les mostró claramente que no permitiríamos que los trabajadores quedemos sin trabajo, sin asistencia médica, ART y sin aportes marcados por ley. Los trabajadores ponen un punto definitivo. Con mandato de asamblea los delegados se presentan a la Casa de Gobierno. Ese mandato era claro: fuente de trabajo para los 450 trabajadores o lucha. Esta firmeza lleva a que los ministros pidan un cuarto intermedio. Luego de 15 minutos bajaron con la oferta: el Estado tomaría a todos los trabajadores y que a partir de ese momento éramos ferroviarios. La propuesta fue llevada y aceptada en asamblea.
El operativo “desmembrar” y nuestra resistencia
A partir de ese momento comienza a tomar forma el plan real de estos 3 socios: empresarios, Gobierno y UOM. El objetivo es claro: desmembrar al colectivo de trabajadores luchadores, sacarnos de la empresa y destruir uno de los talleres más importantes en fabricaciones y reparaciones de trenes. Como en la época de la dictadura militar o la de Menen. A partir del 1° de enero somos ferroviarios. Pero hasta la fecha nadie está trabajando. Triunfamos con duras luchas, para mantener nuestros puestos de trabajo y contra la represión. Sin éstas hoy muchos estaríamos sin empleo, sin sueldo y sin dignidad. Pero el Gobierno está colocando a la mayoría de los trabajadores con más de 30 años de experiencia –herreros, caldereros, soldadores, chapistas, pintores, mecánicos, técnicos, torneros y otros oficios– en sectores que no tienen que ver con su oficio. Un simple ejemplo: 1 herrero, 1 calderero, 1 de mantenimiento, los 3 oficiales múltiples, máxima categoría del convenio UOM y que son delegados van para “evasión de boletos”. Ese es el real objetivo de estos 3 socios corruptos y destructores de las industrias ferroviarias nacionales, a cambio de negociados con las multinacionales de China que avanzan en Argentina. La entrega continúa y nuestra lucha también continuará.