El 29 de mayo de 1974, a las 12 y media de la noche eran secuestrados y asesinados tres compañeros del PST.
Cuando finalizaban una reunión en el local partidario de General Pacheco, junto a otras tres compañeras, una patota parapolicial de 15 matones se abrió paso con ráfagas de ametralladora y disparos, obligando a todos los compañeros a tirarse al suelo donde los patearon e insultaron.
En esas condiciones fueron obligados a meterse en el baúl de unos autos. Mientras que a las compañeras las dejaron a pocas cuadras, no sin antes golpearlas y amenazarlas.
Al otro día, los cadáveres de Oscar Dalmacio Meza, de 27 años, delegado de ASTARSA, Mario Zidda, de 22 años militante de la Juventud Socialista, de la Técnica Nº1 de Tigre y Antonio, “Tony” Moses que apenas dos meses antes había entrado a trabajar en la fábrica WOBRON, aparecieron acribillados a balazos en la zona de Pilar.
Apenas 22 días antes caía asesinado también nuestro compañero “Indio” Fernández, sub delegado metalúrgico de CORMARSA.
El gobierno de Perón, el “Pacto Social” y la Triple A
En febrero, un golpe del Jefe de la policía de Córdoba, Navarro voltea al gobernador Obregón Cano y Atillio López, su vice, ligados a sectores de la izquierda peronista.
Gobernaba el país el General Perón, junto a su esposa Isabel Martínez, luego de 18 años de exilio, votado por más de 7 millones de trabajadores y sectores populares, ilusionados que venía a poner en “raya” a la oligarquía para recuperar las conquistas arrebatadas por la revolución “Libertadora”. Incluso hubo otros que creyeron que se podría construir, junto a Perón el “socialismo nacional”. Sin embargo, contra toda esa ilusión, Perón venia a tratar de utilizar todo su prestigio para poner en “raya” al movimiento obrero y popular que venía de voltear la dictadura de Onganía-Lanusse primero con el Cordobazo y luego con nuevos “corodobazos, rosariazos y grandes huelgas.
Perón, mientras atacaba las luchas contra el “Pacto Social” con la reforma del Código Penal, prohibiendo las huelgas y amenazaba a los obreros con 15 años de cárcel, daba rienda suelta, desde el Ministerio de Acción Social con López Rega, a la organización parapolicial Triple A que secuestraba, torturaba y mataba activistas y luchadores estudiantiles y populares.
En esa situación fueron asesinados nuestros compañeros, que por ser jóvenes obreros y militantes de un partido legal, causó un gran impacto en el pueblo. Se realizó un acto, en realidad el único acto de unidad de acción, contra las bandas fascistas que cobraban mucha fuerza. Participaron desde los partidos burgueses más importantes, como la UCR, pasando por dirigentes de la Juventud Peronista, dirigentes sindicales como Raimundo Ongaro, el abogado y diputado Ortega Peña, del Peronismo de Base y de gran parte de la izquierda.
“No queremos la unidad de acción para acompañar nuestro cortejo”
Nahuel Moreno, en nombre de la dirección del PST, hizo un llamado a la unidad para “aplastar al fascismo”.
Luego de denunciar al gobierno de Perón, por apañar a las bandas parapoliciales, y ser incapaz de investigar todos los ataques contra nuestro partido y de toda las izquierda, dijo: “Hay un silencio cómplice del gobierno en todo esto” Frente a este peligro (…) que viene de largo tiempo atrás, hoy estamos acá gritando por la unidad de acción. A nuestro partido le preocupa… si esta unidad de acción es para acompañar nuestro cortejo al cementerio o va a ser la unidad de acción en la calles para derrotar y aplastar a la bestia fascista” (…) Las bandas fascistas han actuado (…) y seguirán actuando. No han hecho distingos entre la JP, el PC o el PST. Su objetivo es quebrar a todas las organizaciones. Es el momento que saquemos una conclusión…!Al fascismo no se lo derrota por la vía de las elecciones! Al fascismo no se lo derrota por la vía de los frentes! (…) ¡Al fascismo tampoco se lo discute. No es una tendencia política o intelectual. Al fascismo, compañeros se lo destruye en la calle, con los mismos métodos que ellos utilizan! ¡Aprendamos que antes de que nos maten ellos tenemos que pararlos nosotros!”
Al finalizar su discurso, convocó a todos los presentes (y a los que no están) una reunión para empezar a constituir las “brigadas antifascistas o piquetes antifascistas, obreros y populares que serán la herramienta con la cual abatamos definitivamente a las bandas fascistas definitivamente en nuestro país” (Avanzada Socialista 106). Lamentablemente, a excepción de Ortega Peña nadie se hizo presente. Perdiéndose una gran oportunidad de poner en práctica una política de masas para aplastar a la Triple A.
Hoy a 46 años de la “Masacre de Pacheco”, al recordar a nuestros compañeros asesinados, queremos también llamar a la reflexión a las organizaciones obreras y sociales, a los luchadores, a los movimientos de mujeres que frente a la brutalidad represiva y la barbarie que la burguesía y el imperialismo le imponen a la lucha de los pueblos, está más vigente que nunca la autodefensa de esas luchas, para que la historia no se repita
¡Compañeros Zidda, Moses y Meza, hasta el Socialismo Siempre!
29 de Mayo de 2020.-