El domingo pasado fuimos testigos del avance de grupos relacionados con la ultra derecha bolsonarista que atacaron las principales sedes del poder estatal, entre ellos la casa de gobierno , el congreso y el supremo tribunal de justicia. Desde el PSTU expresamos nuestro total repudio a este intento golpista y nuestra solidaridad con los trabajadores y el pueblo brasileño.
Estas acciones son alentadas y financiadas por sectores patronales, de las fuerzas armadas y dirigentes del bolsonarismo. Y son la expresión de la connivencia entre estos sectores que se viene manifestando desde la propia elección de octubre pasado, intentando desconocer el resultado electoral y promoviendo un golpe militar. Frente a esto la política de Lula y el PT viene siendo la incorporación de funcionarios bolsonaristas en su gabinete y la negativa a apelar a la movilización popular para derrotarlos, en el marco de su política de conciliación con los capitalistas brasileños. Esta política lejos de frenar a esos sectores los envalentona.
Más que nunca recuperar los métodos obreros
Es fundamental, tal como propone nuestra sección hermana – el PSTU de Brasil – responder a estos hechos en forma inmediata con la movilización unitaria obrera y popular, que rechace de plano estos intentos golpistas y de ataque a las libertades democráticas y los derechos del pueblo trabajador. Y es imprescindible junto con ello que se prepare y organice la autodefensa en el seno de todas las organizaciones obreras y populares.
La acciones y las amenazas bolsonaristas tienen un objetivo y es querer amedrentar con el uso de la violencia al pueblo trabajador. Por ello la mejor forma de responder a esto es retomar la tradición obrera de la organización de la autodefensa. Esta es la clave para la victoria de los obreros y obreras sobre los grupos fascistas. Nosotros/as los/as trabajadores y trabajadoras tenemos más condiciones para responder con disciplina y convicción en defensa de nuestros derechos porque todos los días de nuestra vida tenemos que solucionar problemas de manera colectiva en la fábrica, en el hogar con nuestras familias o en nuestros barrios por mejoras en las condiciones de vida. Allí radica la fuerza para que desde los sindicatos, barrios y organizaciones populares surja la autodefensa contra todo intento bolsonarista. Por ello, como dicen nuestros compañeros, las direcciones de los sindicatos, centrales obreras y de los partidos de izquierda deben ponerse al frente de esta lucha.
Gobierno y oposición patronal se embanderan con la defensa de la “democracia”
Rápidamente mandatarios del Gobierno Nacional y la oposición de Juntos por el cambio se manifestaron ante los hechos ocurridos. Por parte del Frente de Todos se manifestaron en solidaridad con Lula y asociaron el ataque de Brasilia con «discursos de odio en medios y redes sociales», comparando lo ocurrido con el reciente atentado a Cristina Fernández de Kirchner y demás sucesos. Por otra parte, Mauricio Macri comparó lo sucedido en Brasil con el pedido de juicio político contra la Corte Suprema, impulsado por la alianza gobernante.
Desde uno y otro lado comparan el intento de golpe con los tironeos locales y se echan culpas unos a otros. La realidad es que aunque se llenan la boca hablando de la “defensa de la democracia” ambos han reprimido a los sectores populares que han salido a luchar pisoteando los derechos democráticos.
El gobierno de Macri es responsable del asesinato de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel y aplicó una feroz represión el 14 y 18 de diciembre de 2017. Que luego continuó con la persecución a nuestro compañero Sebastián Romero y el encarcelamiento de César Arakaki y Daniel Ruiz. También impulsó el fallo del 2×1 en la Corte Suprema para dejar libres a los genocidas. Recientemente Macri puso como ejemplo de país exitoso nada menos que a Qatar, donde no existen los sindicatos e impera un régimen siniestro de opresión a inmigrantes, mujeres y lgbti.
Bajo el gobierno de Alberto hemos tenido las represiones de Kicillof y Berni en Guernica y de la marcha contra el acuerdo con el FMI, que luego continuó con encarcelamientos y persecución judicial a manifestantes. Más recientemente la represión y encarcelamiento de mujeres mapuche en Río Negro. Por otro lado pese a las miles de firmas presentadas no se han abierto los archivos de la dictadura y mientras los juicios a los genocidas avanzan a paso de tortuga, muchos siguen impunes así como sus cómplices civiles, los empresarios como Blaquier y la Iglesia Católica.
Un caso aparte es el del diputado Javier Milei, quien se limitó a retuitear las notas de La Derecha Diario, que expresan que hay descontento con la asunción de Lula y por ello se produjo la toma de los edificios gubernamentales. Por su lado, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal no se manifestaron en contra del intento golpista. Otro botón de muestra de que todos estos sectores ven con buenos ojos lo sucedido en Brasilia y lo avalan con su silencio cómplice.
Impulsar la movilización desde abajo
Este 9 de enero se realizaron importantes movilizaciones, marchas y actos convocados entre otros por la CSP-Conlutas, en donde el PSTU de Brasil jugó un importante papel, como en San José Dos Campos, San Pablo, Río de Janeiro, Belem entre otras. Es un primer paso importante para lograr el juicio y castigo ejemplar de los extremistas golpistas, incluidos sus promotores intelectuales y financiadores.
Toda nuestra solidaridad con el pueblo hermano de Brasil y mucha fuerza en esta lucha que requiere templanza y decisión. Nos ponemos a disposición para desarrollar en nuestro país una campaña de apoyo y solidaridad con las iniciativas que surjan del conjunto de las organizaciones políticas, sindicales y sociales, desde actos, movilizaciones y actividades de difusión.
CE de PSTU Argentina
10 de enero de 2023