ANTE EL NOMBRAMIENTO DE MANZUR: ORGANIZARNOS PARA SEGUIR LA LUCHA POR NUESTROS DERECHOS

Luego de la derrota electoral de las PASO y de los golpes de su vicepresidenta, el Presidente anunció una serie de medidas que colocarían unos pesos en los bolsillos más necesitados y reorganizó su gabinete. Justamente por propuesta de Cristina Fernández el nuevo Jefe de Ministros será Juan Manzur.

La confirmación de Manzur para ese cargo interpela a quienes se ilusionaron con un rumbo más “progresista” del Gobierno de Fernández y que ven en las feroces disputas entre los sectores internos que componen la alianza de gobierno, sectores como el de Cristina que responden y defienden los intereses de los sectores populares.   Es cierto que esas disputas existen, pero solo para ver de que manera mejor profundizar el rumbo ya existente y ganar los votos necesarios de cara a las elecciones de noviembre.

Manzur como bandera de los antiderechos

Por supuesto, es lógico que la designación de Manzur (o la de Aníbal Fernández en Seguridad) cause semejante indignación. Probablemente, dentro del espectro político, sea quien mejor represente la bandera de los antiderechos siendo quien promovió y logró que se declarara “provida” a la provincia de Tucumán, en 2018, durante los debates y movilizaciones por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

Al momento de la designación, Manzur era gobernador reelecto de Tucumán. Creció a la vida política como ahijado de José Alperovich, hoy senador de licencia por haber sido acusado de abuso sexual por su sobrina. No olvidamos la violencia machista desatada en esa provincia, principalmente contra mujeres pobres: Belén, presa por un aborto espontáneo; Lucía, niña de 11 años violada por un familiar, a quien el Gobierno Provincial y la Iglesia querían obligar a parir; Cecilia Ousset, médica tocoginecóloga denunciada penalmente y perseguida por haber intervenido de urgencia a esa niña de 11 años para salvar su vida; Paola Tacacho, asesinada en 2020 a pesar de haber hecho trece denuncias a su femicida, en la policía tucumana; Lupe, quien vive escondida desde que denunció el año pasado, por abuso sexual, al legislador Ricardo Bussi ( hijo del genocida Antonio Domingo Bussi) y que recibe intimidaciones, maltrato y hasta difamaciones en los medios de comunicación de Tucumán.

En la provincia gobernada por Manzur desde hace seis años, el 20% de los nacimientos son de madres menores de 20 años y siete de cada diez embarazos son no deseados. Sin embargo, Tucumán todavía no adhirió a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), sancionada en 2006 ni garantiza el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), en caso de que fuera producto de una violación, aunque es un derecho instituido por el Código Penal desde 1921.

Nuevo gabinete para reafirmar el rumbo

Queda claro que semejante curriculum político irrita a quienes sostenemos la bandera de la lucha por los derechos de las mujeres, y es correcta la indignación de muchos sectores  que se han expresado luego de su designación. Pero también es correcto decir que Manzur y los nuevos ministros de este gabinete vienen a reforzar un camino que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández emprendieron desde un comienzo, y que fundamentalmente hoy se expresa en su derrota electoral: favorecer a los sectores empresarios y seguir pagando millones al FMI mientras se sigue ajustando al pueblo trabajador, aun tomando ahora medidas paliativas con el objetivo de recuperar el caudal de votos perdido.

También queda cada vez más claro que, aunque la indignación de algunos sectores se ha hecho escuchar, la mayoría de los sectores feministas que hoy son parte o apoyan a este gobierno (con la ministra Gómez Alcorta a la cabeza) avalan este nuevo Gabinete y también plantean que nada cambiará con Manzur o sin él, sino solo que implica un refuerzo de cara a las elecciones de noviembre. El conjunto de las direcciones feministas se llama a silencio para seguir apoyando este gobierno y sus medidas. Otra claudicación mas entre tantas otras, otros tantos sapos que quieren que nos traguemos.

Tomar en nuestras manos la pelea por nuestras necesidades

Solo con la autoorganización por abajo y la movilización podremos imponerle un rumbo de lucha a todas las conducciones, sindicales y del movimiento de mujeres para que abandonen la inacción de una vez por todas. La salida para nuestras urgentes necesidades es la organización y no seguir llamándonos a confiar en este gobierno, que mira para otro lado y destina millones al pago de la deuda externa en vez de invertir toda esa plata en salud, educación, trabajo, etc.

De la misma manera, es necesario efectivizar y ampliar el cupo laboral travesti trans, así como garantizar el acceso al Aborto seguro y gratuito en el hospital, con recursos y presupuesto acordes. Así también pelear por mejores condiciones laborales, guarderías, igual salario que los varones para las trabajadoras mujeres, y toda una serie de reclamos inconclusos. Es cada vez más urgente defendernos de la violencia machista que nos arrebata la vida de miles de mujeres y sectores LGBTI, organizando la autodefensa en cada lugar de trabajo, estudio o en cada barrio.

Desde el PSTU y Lucha Mujer nos sumamos a las expresiones de repudio ante el nombramiento de Juan Manzur como jefe del Gabinete Nacional de Ministros. Pero fundamentalmente, creemos que con tal o cual figura que se cambie no hay solución a los problemas del pueblo trabajador. Estos problemas solo serán resueltos una vez que sean les trabajadores quienes tomemos las decisiones en nuestro país, que podamos gobernar para realmente encarar la solución a nuestras necesidades.