En BedTime otra vez vienen con el intento de suspender a los trabajadores, alegando crisis económica. Suspensiones sin pagar el total del salario. Y sino, la amenaza de despidos. Cualquier opción es un hachazo para la subsistencia de las familias obreras. Alguna similitud con el conflicto que se abrió durante la pandemia en 2020, no es casualidad.
Hoy anuncian nuevamente aumentos de luz que ya llegan a un 400%, los alimentos siguen subiendo sin techo: que una familia pueda comer sano y equilibrado es imposible con nuestros salarios. Marzo se viene con el comienzo de clases más caro en años. Comprar un par de zapatillas para que los chicos inicien las clases será una tarea difícil. Nada de toda esta situación fue creada o propiciada por los trabajadores, que lo único que hacen es laburar todos los días, y dejar su salud en manos de las empresas, hoy contentas porque el gobierno de Milei quiere meternos una reforma laboral que empeora todas las condiciones laborales, de por sí ya devaluadas. Nuestra vida y nuestra salud están en juego. Esta es la única crisis que el gobierno debería atender y solucionar, pero aunque haga desaforados discursos contra la casta, en la práctica solamente quiere derrotar a los trabajadores y terminar de reventarnos.
Claro que las ventas de colchones deben haber bajado: con los precios que manejan nadie puede comprar uno. Cada trabajador sabe sacar cuentas, y ya debe haber contado que solo con un colchón promedio vendido en BedTime, se le paga su salario, cargas sociales incluidas. Cuantos colchones cada trabajador hizo por mes en 2023 donde hubo meses de producción record? Cuanto de todo eso los empresarios metieron a sus bolsillos? Hoy vienen a pedir “solidaridad” a sus trabajadores, que entiendan la crisis económica y la baja de ventas. Pero hace apenas unos meses, sin crisis alguna, hubo que parar la fábrica para poder sacarles un bono de compras por apenas $60.000. Ahí quedó demostrada la verdadera “solidaridad” de los patrones cuando el sueldo de sus trabajadores quedó cada vez más devaluado ante una inflación record.
No se puede permitir que se metan con nuestro salario ni con nuestros puestos de laburo. Las asambleas en BedTime demostraron que no están dispuestos a dejarse atropellar. Basta de chantajear con “acciones peores”. Si hay crisis deben demostrarla y mostrar sus libros contables a los trabajadores, que saben perfectamente cuanto produjeron en 2023. Donde está esa plata que gano la fábrica? Que sea usada para bancar los peores meses, sin afectar a los trabajadores y sus salarios. Trabajo para hacer siempre hay en una fábrica, que habiliten un solo turno de trabajo con reducción de las horas con el mismo salario.
Hay que seguir organizados en asamblea, en alerta, y prepararse para defender los puestos de trabajo y los salarios, se necesita aumento salarial que acompañe el aumento de la inflación, no recortes a lo poco que ya se cobra! Tampoco se necesita mandar a sus casas a trabajadores administrativos y de ventas, gastando su luz e internet, pagando su almuerzo y teniendo que trabajar en un lugar familiar. La mayoría son mujeres, que trabajaran entonces al mismo tiempo que llevan a delante tareas de cuidados, domesticas, cocinando, etc. El sindicato Plástico debe acompañar las decisiones de las asambleas y no dejar pasar estos atropellos, no solo en BedTime sino en ninguna otra fábrica.
Desde el PSTU acompañamos las decisiones de las asambleas de la fábrica y cualquier acción que decidan tomar para cuidar sus salarios y puestos de trabajo. La fuerza está en sus manos compañeros de BedTime!!
PSTU Zona Norte
16/02/24