Hace ya un tiempo que las mujeres están saliendo a las calles, que tienen menos miedo y que empiezan a denunciar todo tipo de violencia machista que han sufrido. Como una represa que contiene un enorme río, la compuerta se abrió y el caudal es tan fuerte que nada lo detiene. Las denuncias tocan al mundo del rock, al deporte, a periodistas reconocidos e inclusive a la tan afamada Hollywood donde las actrices están blanqueando casos, incluso algunas datan de hace varios años. Esta corriente caudalosa es muy buena para que las mujeres se animen a enfrentar la violencia, pero lamentablemente hay quienes también aprovechan ese caudal para manipular una lucha justa y llevarla a un callejón sin salida para las mujeres. Como no podía ser de otra manera el agua llegó hasta las organizaciones que se reclaman clasistas y trotskistas en Argentina. Hace algunas semanas aparecieron en las redes sociales una serie de denuncias sobre machismo en el Partido Obrero y el MST, con la gravedad que implica que la denuncia de violencia machista dentro de PO era anónima. Rápidamente ambas organizaciones salieron a responder, con distintas argumentaciones y tonos de diálogo diferentes.
Acusaciones y respuestas
En el caso de PO, la carta de denuncia de la que se hicieron eco varios grupos feministas expone casos internos de machismo que, según ellas, son encubiertos por la dirección del partido. Hacen una lista con nombres de compañeros que fueron sancionados por casos muy graves, como por ejemplo violación, pero dicen que el partido debería hacer un escrache público de esos varones, así como que es necesaria la expulsión de todos (1).
La respuesta del PO no negó haber tenido casos de gravedad en su interior, informan que a determinadas personas las expulsaron o separaron del partido por terribles acciones y argumentan que si bien el escrache es un método de lucha que ellos mismos utilizan en determinadas ocasiones, el pedido de escrache a ex y actuales militantes sin apelar a la superación del comportamiento violento, es un mecanismo del feminismo liberal que sólo logra separar a las mujeres del resto de los trabajadores. Por otro lado el PO hace como eje central de su respuesta que estas denuncias sólo son una provocación y un ataque a su organización (2) .
Sobre el MST, ante casos graves de machismo al interior del partido, un grupo de ex –militantes denuncian que han sido expulsadas y que la burocracia interna de la organización no les permitió desarrollar este planteo, defendiendo a los militantes, algunos de los cuales son según las denunciantes, dirigentes del partido.
La respuesta a estas afirmaciones, que fueron firmadas por ex militantes, es la negativa absoluta de dichas denuncias. La respuesta oficial del MST fue la acusación de mentirosas a las denunciantes, una explicación de cómo funciona internamente la estructura partidaria ante casos que transgreden la moral, pero que en el caso de estas acusaciones son calumnias funcionales a la derecha. Incluso dejan la duda de la influencia de otros partidos de izquierda en las calumnias de estas compañeras (3)
¿Cómo actuamos los revolucionarios?
Lo que estas acusaciones colocan en debate es si las resoluciones de los organismos internos de los partidos deben ser discutidas públicamente o no, y si luego de haber sesionado y emitido fallo, éstos deben darse a conocer por el
movimiento.
El 16 de junio de este año, desde el PSTU y la LIT-CI publicamos una declaración a propósito de una denuncia de abuso sexual de parte de un docente de la UNAM (México) hecha por una de sus estudiantes. Esta declaración era muy importante porque el profesor acusado es un dirigente muy conocido del MTS (organización hermana del PTS en México) porque ante tales acusaciones esta corriente acusó a la universidad de campaña política contra su compañero y asumió la defensa incondicional del mismo.
En esa declaración afirmábamos que “Ser de izquierda combativa, militante y apoyar la lucha contra el machismo no
garantiza que no se puedan cometer actos machistas. Un partido es revolucionario no porque no registre casos de machismo en sus filas, porque eso es inherente a la degradación de la sociedad capitalista imperialista que nos penetra. Será revolucionario por cómo reaccione ante los actos machistas, por cómo combata el machismo en sus filas, por cómo eduque y prepare a su militancia y a la clase trabajadora para esa batalla. Y si lo hace así saldrá fortalecido porque mostrará que aplica el programa que defiende. En cambio si no procede así corre el riesgo de sucumbir como partido revolucionario” (4).
En ese momento, el debate era sobre el accionar de un dirigente de un partido y figura pública contra alguien que no militaba con él y que además era su alumna. Las conclusiones a las que llegó la comisión interna del partido no representaban nada de confianza a la denunciante, ni al resto de la comunidad educativa, por lo que sugerimos se realice una comisión independiente que investigue y dé veredicto sobre el caso. Pero en los casos de Argentina otro es el debate a resolver.
Los organismos internos del partido
Nosotros, desde el PSTU, reivindicamos el tipo de partido bolchevique que construimos día a día, que realza la moral revolucionaria, es decir aquella que coloca por encima de nuestras propias individualidades, los objetivos de la revolución socialista proletaria y que debe en consecuencia, combatir el machismo al interior de su propia organización. No creemos que las corrientes que se definen feministas, que muchas hacen parte de organizaciones patronales o de conciliación de clases, tengan ninguna autoridad moral para cuestionar nuestra organización interna. Con estas corrientes tenemos diferencias no solo políticas y programáticas sino también en los métodos para combatir el machismo.
Los militantes que voluntariamente se suman a nuestro partido asumen la moral revolucionaria y nuestro régimen para todos los problemas que se susciten en el transcurso de su militancia. Creemos que esa moral parte de asumir los problemas y actuar con mayor firmeza a medida que se sube en la estructura jerárquica del partido.
Ninguna protección a los dirigentes
Reivindicamos nuestros métodos de organización a la vez que repudiamos y queremos huir como la peste, de la defensa incondicional de los dirigentes a costa del daño a otras compañeras o del propio partido. “Encubrir a un dirigente y con ello dañar la imagen de la organización hace parte de la degeneración del método y la moral de los revolucionarios, que coloca por encima de los intereses de la clase y de los oprimidos el valor indiscutible de los “jefes”.
Vivimos en una sociedad en decadencia y putrefacción y las presiones del machismo “naturalizado” afectan a nuestros camaradas. Ante eso hay que aceptar la verdad, hay que poner la cara y aceptar las sanciones correspondientes que dicte el movimiento. Esta moral y este método es totalmente opuesto al de la justicia burguesa basada en la doble moral y la conveniencia de sus intereses de clase”(5)
.
Nuestras diferencias con el feminismo
Nosotros no creemos que el problema son “los machitos de izquierda” sino el escaso combate de las organizaciones para erradicar de sus filas esta ideología burguesa, tampoco opinamos que quien denuncia siempre tiene razón o que el escrache es la estrategia que debemos utilizar siempre. Damos mucha importancia a las denuncias, la opresión que sufren las mujeres lleva muchas veces a silenciarlas, pero una cosa es contener a las compañeras, otra muy distinta es considerar a alguien culpable por la sola denuncia, sin investigar. El escrache muchas veces es utilizado ante la falta de protección por parte del Estado, ante las acciones nefastas o inoperantes de la justicia, como modo de protección de las mujeres ante el desamparo a las que las expone el sistema capitalista. Nosotros no utilizamos el escrache para “castigar a los machos”, nuestro interés es combatir el machismo dentro de la clase obrera y de nuestro partido para que los compañeros varones dejen de ejercer privilegios sobre sus compañeras de clase y peleen mancomunadamente contra la explotación y la opresión de las masas pobres del mundo. Los revolucionarios queremos terminar con la opresión de las mujeres, pero sobre todo enfrentamos a los capitalistas, sus organizaciones y su nefasta ideología. Creemos que la persecución sin pruebas de obreros, dirigentes o militantes por el hecho de ser “machos”, también sirve para dividir a la clase y retrasar la tan necesaria revolución socialista.
Las respuestas del PO y MST
Opinamos que el PO tiene derecho a manejar internamente los casos de machismo y moral que involucran a su propia organización, los organismos internos del partido definirán en cada caso si es necesario o no su difusión. Creemos que lo que debe primar siempre es investigar y conocer la verdad, nosotros no sancionamos a nadie en el partido para “castigar” sino para educar y avanzar en relaciones cada vez más igualitarias y de respeto entre compañeros, si hay un integrante que merece la expulsión lo hacemos porque lo consideramos irrecuperable para la revolución y no puede hacer parte de nuestras filas porque en lugar de construir destruye.
Si bien respetamos la organización interna del PO, algunos de los compañeros que dejaron ese partido por casos graves de machismo siguen participando de espacios públicos de estudio, trabajo y militancia, sin que PO haya dicho nada, y eso sí creemos es un error. Es una necesidad advertir en esos ámbitos que una persona que nosotros consideramos irrecuperable sigue frecuentando los mismos espacios.
La respuesta que el MST ha dado ante las acusaciones no asume ningún problema, difama a las denunciantes y siembre sospechas en los contrincantes electorales del arco trotskista. Creemos que con una respuesta así no se puede resolver ningún problema.
Si bien es cierto que muchos sectores de derecha, patronales y algunas organizaciones feministas sólo quieren difamar y combatir a la izquierda (desde una óptica sexista), la defensa incondicional de los dirigentes, así como el método de la acusación sin prueba, resultan absolutamente funcionales a esos sectores de derecha que hacen campaña contra los revolucionarios. Pero sobre todo, impide a las compañeras estar en mejores condiciones en las organizaciones que se dicen de izquierda y aleja a las mujeres trabajadoras que queremos organizar en nuestros partidos para la lucha revolucionaria.
Combatir el machismo todo los días
Para verdaderamente generar nuevas relaciones entre camaradas, no basta con actuar ante los casos graves de violencia, o ante la necesaria respuesta a un ataque público. Los revolucionarios debemos combatir el machismo todos los días, debemos prestar la debida atención a cada situación que se presenta, debemos tomar políticamente el problema a través del conjunto del partido, discutiendo, estudiando, tomando medidas concretas para que las compañeras puedan avanzar en su militancia. Tenemos que llevar esta lucha para erradicar esas prácticas machistas que están invisibilizadas, escuchar con atención y responder con rapidez ante cualquier opinión de incomodidad de las compañeras. Tenemos que llevar este combate a la clase obrera y sus organizaciones, para educar en este combate al conjunto de los trabajadores. Porque no se trata de cobrar venganza, sino de convencer a los trabajadores. Y a nuestros camaradas que el machismo aleja y socava nuestra estrategia de construir un partido de trabajadoras y trabajadores para hacer la revolución y acabar con la explotación y la opresión, mostrando en los hechos que el programa del partido revolucionario lo ponemos en práctica.
Por esta razón, opinamos que todas las organizaciones que se reivindican de izquierda, revolucionarias e incluso trotskistas deben pronunciarse ante estos hechos, no podemos llamarnos al silencio ante el miedo de que las acusaciones vengan contra nosotros o por privilegiar acuerdos electorales. Es un deber moral de los revolucionarios combatir el machismo en sus propias filas, así como también combatirlo en el resto de las organizaciones, al interior de la clase obrera.
1)https://porunaizquierdaantipatriarcal.wordpress.com/
2)http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/
mujer/respuesta-a-una-provocacion-contrael-po-y-el-plenario-de-trabajadoras
3)https://www.facebook.com/JuventudSocialistaMST/posts/1481562105265109
4)https://litci.org/es/menu/mundo/latinoamerica/mexico/que-metodo-y-que-moraldefienden-el-mts-mexicano-el-pts-argentino-y-el-movimiento-feminista-pan-y-rosas/
5)https://litci.org/es/menu/mundo/latinoamerica/mexico/que-metodo-y-que-moraldefienden-el-mts-mexicano-el-pts-argentino-y-el-movimiento-feminista-pan-y-rosas/