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Ante los dichos de Mauricio Macri sobre la protesta social

La clase obrera y popular debe luchar unida en defensa de sus intereses

Millones de trabajadores y trabajadoras de todo el país, formales e informales, comerciantes, precarizados y hasta desocupados votaron masivamente para terminar con la situación económica actual. Lamentablemente el presidente electo Javier Milei buscará aplicar su plan de austeridad y la motosierra afectará a los más desposeído; pero en vez de usarla contra la «casta», lleva a Macri y Bullrich arriba del barco, en vez de usarla contra los buitres de la deuda y las multinacionales pretende atacar a los trabajadores. Hoy empieza por YPF, TV Pública, Telam, Radio Nacional y demas. Pero va a seguir con todo lo demas. 

Sin embargo para poder hacerlo debe realizar medidas estructurales, para lo que deberá contar con la complicidad de bloques parlamentarios de diputados y senadores. 

Por eso Mauricio Macri ya anticipó que su espacio político dará los votos necesarios para que esas medidas se concreticen sabiendo que el deseo no solo es privatizar y aumentar el endeudamiento externo, sino avanzar con la reforma del Estado que incluye la reforma previsional con aumento de la edad jubilatoria y la reforma laboral.

Macri por su propia experiencia de diciembre del 2017 sabe que no alcanza con ganar elecciones. De hecho Cambiemos ganó 2 en 2015 y 2017. El factor fundamental y decisivo está en la calles. Su victoria de la primera parte de la reforma previsional de poco le sirvió: fue en definitiva la antesala de la salida del macrismo del gobierno ya que intentó a pedido del FMI hacer leyes anti obreras que fueron rechazadas por cientos de miles a lo largo y ancho del país, principalmente en la Plaza del Congreso Nacional. No pudo avanzar más; por eso quiere que Milei termine su obra.

Por ello llama a los votantes de Milei, a la juventud libertaria que «no se queden en sus casas» si hay movilizaciones que enfrenten el plan económico y las medidas de ajuste del nuevo gobierno. 

Los trabajadores y trabajadoras tienen la última palabra 

Seguramente muchos del 56% de los votantes de Milei son precisamente de la clase trabajadora, que sufren la precarizacion, la carestía de vida que por producto de la inflación y los bajos salarios ya casi no comemos carne, no podemos pagar alquileres ni mucho menos tener un futuro cercano por esto, están hartos de políticos corruptos e ineptos que nos llevaron a esta situación de crisis económica que afecta nuestros hogares.

Pero también es muy importante que la resistencia obrera y popular tenga una iniciativa para convencer a aquellos trabajadores y sectores medios como los pequeños comerciantes a unir todos los reclamos en un pliego único que signifique un plan económico obrero alternativo de emergencia. 

Las medidas estructurales que quieren el duo Milei – Macri significará la pérdida de derechos y de organización. Todos sabemos que gran parte de nuestros males es producto de la dirigencia sindical o piquetera que se sientan a negociar a espaldas de los trabajadores y trabajadoras, que nunca llamaron a un paro nacional en más de 4 años para terminar la miseria que padecemos.

Por ello ante esta amenaza concreta en donde no solo instan a usar la fuerza policial para reprimir sino que además, llaman a los jóvenes que sean una fuerza de choque en las calles y así poder avanzar en su plan económico en beneficio de las multinacionales y el FMI. 

Nosotros también debemos aprender de nuestras experiencias 

Así como Macri aprendió del 2017, nosotros debemos hacer lo mismo, ese heroísmo de las jornadas incluyó mucha juventud que estuvo en primera línea, trabajadores y trabajadoras que le pusieron el pecho, pero en cierta medida ese heroísmo y actitud fue casi anárquica y para la pelea que se viene se necesita más organización y cierta disciplina, nadie mejor que la propia clase obrera que organice la lucha.

Este nuevo momento nos obliga a que nuestra clase avance por mucho más que sólo resistir, esos jóvenes precarizados deben ser incorporados a la lucha por nuevos puestos de trabajo en cada fábrica o yacimiento; los sindicatos y delegados deben hacer asambleas y pelear por la distribución de las horas de trabajo y así agregar un turno más, que se armen bolsas de trabajo para así anotar y sumar a cada joven de nuestra clase que la esta pasando mal y seguramente votó a Milei. Nosotros no somos «los Orcos» que menciona Macri, somos una clase obrera que puede estar ocupada, precarizada, desocupada o jubilada y sabemos de luchar para sobrevivir diariamente; ahora debemos retomar esa tradición y espíritu de rebeldía de quienes nos precedieron. ¡Cómo no recordar el 2001 y el proceso de organización y disposición de este pueblo que enfrentó las políticas neoliberales que hoy vuelven a la escena política del pueblo!

Unidad y movilización 

Sabemos que no alcanza solo con marchar, tenemos todas las herramientas para hacerles sentir el escarmiento. Podemos no solo parar la producción sino también afectar puertos, mineras y petroleras, pero se necesita sumar adhesiones de los sectores populares.

La amenaza de Macri no es un exabrupto, es un llamado a preparar sus tropas militantes contra la clase obrera. Debemos tomar nota y no llorar o resignarse, cada conquista fue producto de lucha y mártires obreros, pero también de memoria. Por eso la victoria del aborto legal fue con un gran ejemplo de jóvenes y mujeres que se movilizaron por miles durante años, la estatizacion de YPF fue precedida por grandes huelgas petroleras en la Patagonia. Las centrales obreras, sindicatos y movimientos sociales tienen una enorme responsabilidad deben ponerse al frente o como en otros momentos se los pasará por encima.

Algunos gremios estatales comenzaron a hacer asambleas y movilizarse para enfrentar lo que viene. Organizaciones de desocupados marchan los próximos días. Pero tenemos que ser concientes que con acciones aisladas no le paramos la mano a Milei. Necesitamos construir una lucha nacional unificada de toda la clase trabajadora, la juventud, los sectores populares, las comunidades originarias, las mujeres, la juventud camino a una huelga general para pararle la mano a Milei y su  plan.

Por eso no la debemos subestimar las palabras de Macri. Más que nunca hay que tener mejor organización debemos revolucionar nuestras formas de lucha, hacer todo tipo de iniciativas, que los trabajadores den un paso al frente creando comités o comisiones de apoyo para que preparen desde las asambleas, la solidaridad, la unificación de los sectores en lucha con asambleas resolutivas y principalmente preparar los mecanismos para defendernos de ataques, sean de las fuerzas policiales o grupos libertarios.

Si hay democracia en nuestras organizaciones y fábricas habrá muchas posibilidades de preparar la lucha y ganar, que todos aquellos que no quieran volver al pasado se sumen, los que votaron a Milei y se arrepientan tendrán un puesto de lucha, la tradición de la clase obrera es nunca rendirse como en la Semana Trágica, la Patagonia Rebelde, la resistencia a Menem y al mismo Macri. Si nos atacan resistiremos, si nos golpean contestaremos, si nos reprimen nos defenderemos con lo que tengamos a mano, si nos meten presos seremos más solidarios que nunca, luchando por la libertad de cada compañera o compañero. Tendremos un solo juramento: ¡si nos tocan a uno, nos tocan a todos! y eso debe hacerse realidad 

Nosotros desde nuestro humilde lugar de lucha nos ponemos a disposición, seremos solidarios con cada lucha obrera y popular, estaremos allí con ustedes y volveremos a estar en primera línea cuando la clase diga Basta a tanta entrega. A organizar, a luchar y vencer