Nadia desapareció por primera vez el último 9 de junio. Apareció luego de 33 días de búsqueda febril y movilizaciones, organizadas por la Red de docentes, estudiantes y vecinos del Bajo Flores.
Sus familiares y allegados, temían por ella, ya que estaba dispuesta a revelar datos sobre la red de traficantes de mujeres que se la había llevado.
La justicia la envió a un refugio para víctimas de trata dependiente de la Dirección General de la Mujer (DGMuj) de CABA. El 3 de agosto, un día antes de que debiera prestar declaración, Nadia desapareció por segunda vez.
Los docentes de su escuela, la EEM N°1 del 21 de Lugano, dicen en una carta pública: “(…) que el gobierno es responsable y queremos una respuesta. La segunda desaparición de nuestra alumna es responsabilidad de Agustina Señorans, a cargo de la Dirección General de la Mujer, de quien depende el refugio en el que Nadia estaba alojada. También de Guadalupe Tagliaferri Ministra de Desarrollo y Hábitat de la Ciudad, organismo donde está alojada esta Dirección. Además queremos que el Ministerio de Educación nos reciba para tratar esta temática. Al mismo tiempo exigimos que la Justicia se ponga al frente de la búsqueda para que Nadia aparezca. La causa está alojada en el Juzgado Federal N°6 a cargo del juez Canicoba Corral y la denuncia por su nueva desaparición la tiene la Comisaría N°38 de la Ciudad(…)”
Agustina Señorans fue denunciada también en un comunicado de las trabajadoras de la DGMuj, por su renuencia a entregar filmaciones y otros elementos de prueba del momento de la desaparición de Nadia.
La desidia, inacción y complicidad de las instituciones es alevosa. Mientras Nadia desaparecía, Agustina Señorans y Gabriela Tagliaferri ¡hacían campaña a “Vamos Juntos”, con timbreo y reparto de globos amarillos! ¿Y el juez Canicoba Corral? ¡Que activen ya la la búsqueda o que renuncien!
Desde el PSTU acompañamos a Elena, la mamá de Nadia, y a sus familiares, amigos, docentes, compañeros y vecinos, en el dolor y en la lucha, al igual que a los de Anahí Bení- tez, Luna Ortiz, Georgina Díaz y su hijito Thiago, víctimas todos de desapariciones y muertes cruentas.
Y reclamamos el apoyo de UTE y de todos los gremios docentes de la Ciudad. Que se pongan al frente de la movilización junto con los centros de estudiantes, para exigir que Nadia aparezca sana y salva y las respuestas que Rodríguez Larreta nos adeuda para que de verdad no haya ni una piba menos.