A los dos días de cumplirse un año de la desaparición del submarino, el barco norteamericano encargado de la búsqueda detectó los restos del ARA San Juan cerca del lugar donde hizo contacto por última vez. Pero lejos de ser un triunfo del gobierno, el hallazgo generó inquietudes y descreimiento en buena parte de la sociedad, especialmente con los familiares de los tripulantes; ellos, que con su movilización evitaron que el gobierno abandone la búsqueda. Estos sectores, que quieren saber la verdad de lo sucedido con el submarino y su tripulación, no se conforman con buenas noticias
Ya de por sí, las múltiples coincidencias del hallazgo (la fecha, el lugar, la coincidencia con el G20 y los traspiés policiales de Bullrich) levantaron olas de suspicacia dese el primer momento, generando teorías conspirativas varias, y motorizando noticias sin chequear de supuestos hallazgos en las primeras búsquedas. Estos rumores, independientemente de qué tan infundados o verosímiles son, evidencian el costo político que ya está pagando el macrismo por el abandono sobre el ARA San Juan, y los familiares de los tripulantes; y el hartazgo de los laburantes con un gobierno de hambre y mentiras.
Al cierre de esta edición, entre los familiares y el gobierno junto a la justicia se vislumbraba una puja en torno a la posibilidad o no de reflotar los restos del naufragio; ya que los primeros quieren que sean reflotado, mientras los segundos insisten en que es técnicamente imposible, y que en caso de ser posible sería cuando menos extremadamente costoso. Esta actitud del gobierno también resulta sospechosa: ya que como las imágenes del naufragio en el lecho marino no indican que el daño que causó el hundimiento haya sido en el casco, no puede deslizar las responsabilidades hacia el astillero Tandanor y el kirchnerismo (el casco fue reparado en 2007); lo que hace sospechar que el submarino no será reflotado no por imposibilidades técnicas, sino porque el gobierno no tiene apuro en dejar en evidencia su responsabilidad.
El ajuste y el vaciamiento matan
Pero por mucho que el macrismo trate de ganar tiempo, la verdad es evidente: el gobierno de Cambiemos, y sus políticas de ajuste son responsables de la tragedia del ARA San Juan; como lo son de la muerte de Sandra y Rubén en la escuela 49 de Moreno. El desinterés del PRO en mantener en condiciones óptimas las dependencias del estado no se limita a la salud y educación públicas: el brazo del ajuste alcanza incluso a esas áreas de las fuerzas armadas que no sirven expresamente para reprimir. Prueba de esto son las alertas sobre fallas y problemas que el capitán del submarino informó 89 días antes de la desaparición.
En este sentido, la administración macrista solo replica las mismas prácticas patronales que, en su búsqueda de lograr ganancias a cualquier costo, se llevan la vida de cientos de trabajadores cada año. Pero esta clase de políticas de vaciamiento asesinas ni siquiera son un invento de las patronales argentinas y sus gobiernos: son una orden que viene de los capitales extranjeros; impulsores del ajuste, las reformas laborales y jubilatorias, y el saqueo de nuestros recursos.
Cabe destacar que uno de los objetivos de estas políticas de entrega y vaciamiento es la destrucción la industria pesada pública, útil a la defensa nacional; una destrucción denunciada y resistida por los obreros de esas fábricas: Fabricaciones Militares, Fábrica Argentina de Aviones, los Astilleros Tandanor (especializados en la reparación de submarinos) y en especial, la heroica y ejemplar lucha de Astilleros Río Santiago son ejemplo de esto.
La única justicia es tirar a Macri
Entonces, siendo el macrismo tan responsable del hundimiento del ARA San Juan como de la explosión de la escuela 49 de Moreno, y otros casos de tragedias provocadas por la corrupción y el vaciamiento, la lucha por justicia por los 44 tripulantes es parte de la lucha contra el ajuste y el saqueo, de una lucha que solo puede triunfar echando a Macri y a su gobierno, e imponiendo un gobierno obrero y popular que lo obligue a rendir cuentas.
En ese camino, es necesario que el movimiento obrero y popular se solidarice con los familiares y haga suya su lucha; para además evitar la influencia entre ellos de la oficialidad de la Armada, heredera de Massera y Astiz y corresponsable del hundimiento; que busca desde el primer momento coartar la movilización. La exigencia de esclarecimiento y justicia por el hundimiento debe ser parte de nuestras reivindicaciones desde ahora hasta que logremos sacar a Macri