Cada vez se acentúa más la persecución y represión a los pueblos originarios bajo el discurso de que son violentos, que desconocen al Estado argentino y quieren ocupar tierras para hacer su propia nación. Esos argumentos no son ciertos. Son un invento para justificar la matanza y avanzar en la expulsión del pueblo mapuche, garantizar la entrega de tierras a grandes negocios inmobiliarios y a terratenientes como es el caso de Benetton o Lewis y para instalar el uso de las fuerzas armadas en la represión de la protesta social.
El discurso de un enemigo interno violento y separatista no es más que una excusa para militarizar, reprimir, matar y garantizar la entrega de tierras a los capitales extranjeros y nacionales. Generar una gran intimidación al servicio
de aplicar el plan completo del gobierno de Macri que es ajuste económico, salarios congelados, reforma laboral, jubilatoria y educativa, despidos, cierres de fábricas, entrega de recursos naturales, quita de impuestos y retenciones para los terratenientes, entrega de soberanía, aumento de la deuda externa, etc.
Con ese objetivo, el Gobierno arma la represión interna. Patricia Bullrich reapareció en público en Conferencia de
Prensa diciendo que la acción en Villa Mascardi fue contra: “grupos que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina, que no aceptan el Estado, la Constitución, nuestros símbolos (…) Han tomado a la violencia como la forma de acción política (…) Ya lo hemos vivido los argentinos y esto es una decisión muy de fondo, habla muy
en claro dónde está la ley y qué tiene que hacer cada una de las fuerzas federales que están bajo nuestra conducción”.
Sin embargo (igual que con Santiago Maldonado) no mencionó una sola prueba o fundamento más o menos sólido que permita reconocer realmente que la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) actuó, quienes son sus dirigentes, con cuántos miembros cuenta y que ejecuta las acciones que se le atribuyen. Es más, parece que no lo necesita, porque también advirtió que el Gobierno “no tiene que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad” y que “la versión de prefectura es la verdad”.
Macri respaldó a la ministra Bullrich y pidió un “cambio cultural” sobre como la sociedad percibe a esas fuerzas. “Hay que volver a la época en que dar la voz de alto significaba entregarse” dijo. ¡Es una orden velada al aparato represivo estatal de reprimir y matar sin límites! El Gobierno está preparando la idea de cierto terrorismo
mapuche, un cuerpo extraño que debe ser extirpado, para luego, como habría terroristas, poder aplicar con consenso social la represión y la Ley Antiterrorista a toda la protesta obrera y popular.
Mientras tanto Macri, en su firme convicción de nuca enfrentar al imperialismo, desarma al país como lo demostró
al entregar a su suerte a los 44 submarinistas y al mismo tiempo le abrió las puertas al ejército yanqui e inglés que están ocupando la Patagonia. Es de vital importancia tomar la lucha en su conjunto, que las centrales sindicales
obreras unan el reclamo contra la reforma laboral, impositiva, jubilatoria, que tomemos los reclamos desde las fábricas junto al derecho del pueblo mapuche a tener sus tierras y desarrollar su cultura, enfrentar al gobierno de lleno, con la unidad de los obreros con los pueblos originarios y los estudiantes.
Será la fuerza que le pondrá freno a este plan recolonizador y represivo y la única que podrá sacarnos de encima
a este gobierno de hambre y entrega.
¿QUÉ QUIEREN LOS MAPUCHES Y QUÉ QUIERE MACRI?
El pueblo mapuche, reclama un lugar para desarrollar su cultura, lo que les corresponde como habitantes originarios. La porción de tierra que piden o en la que están viviendo no llega a ser el 1% de las tierras que ocupa Benetton.
Denuncias presentadas por los mapuches ante el atropello de multinacionales como Apache o Pluspetrol,
porque contaminan el suelo y los persiguen con grupos parapoliciales, caen en el vacío. Pero apenas Pluspetrol denuncia un “incendio intencional” a uno de sus pozos, se desata una cacería. El 18/11 se realizaron allanamientos
en las casa de militantes de organizaciones sociales ligadas a la lucha de los pueblos originarios, Familiares y Amigos de Luciano Arruga y comunicadores populares de Radio Zona Libre, Nadia París y Fermín Martínez, y en los de Marco Painevil, Rubén Wani y Carmen Antilef.
El 17/10 “encontraron” el cuerpo de Santiago Maldonado. El 25/11, el día de su velatorio reprimieron a la comunidad mapuche en Lago Mascardi. Ese mismo día asesinaron a Rafael Nahuel.
Macri y Cambiemos, aplaudido por el senador rionegrino del PJ, Pichetto, y con aval del todo el arco patronal, quieren repetir las tenebrosas hazañas de Rauch, Rosas y Roca con las Campañas del Desierto del siglo XIX. Entonces decenas de originarios fueron masacrados para darle millones de hectáreas a Pereyra Iraola, Álzaga Unzué, Luro, Anchorena y Martínez de Hoz. Hoy es para custodiar las tierras de Benetton, Tomkins, Lewis (Hard Rock Café), Turner (CNN), Lay (papas fritas Lay’s y presidente de Pepsi-Cola) y las multinacionales yanquis, inglesas, chinas y árabes que se adueñaron de nuestra Patagonia.