ATAQUES PATRONALES Y REFORMA LABORAL “A LA CARTA”

El INDEC acaba de publicar los últimos datos de inflación: 3,3% en mayo. La Canasta Básica Total, según este Instituto es de $64.445 y la Alimentaria $27.423.  El Gobierno festeja el “descenso”, pero ese porcentaje augura que la inflación estará muy por arriba de lo calculada para fin de año, del 29%. Hasta ahora la acumulada en un año es de más del 48%. En estos primeros 5 meses ronda el 21%. Para los trabajadores no hay Nada que festejar. La caída del poder adquisitivo llega casi al 28% si sumamos los años del macrismo. La pobreza y la indigencia entre los trabajadores ocupados crecen mes a mes. Los dirigentes sindicales que firmaron convenios tomando en cuenta la inflación programada por el Gobierno, están haciendo pagar con más miseria al pueblo, sus pactos con los patrones.

La Reforma Laboral exigida por el FMI, avanza silenciosamente

Pero los ataques van más allá del nivel de vida popular, que es ya dramático. Los patrones atacan convenios y condiciones de trabajo. En las fábricas y empresas ya pisotean las leyes laborales: se persigue y despide delegados y activistas. Conquistas históricas, como premios a la producción, pago de horas extras, se llevan adelante con un Ministerio de Trabajo y un Gobierno mirando para otro lado.

No se reparan ni acondicionan máquinas para evitar accidentes y muertes, como en la multinacional metalúrgica Acíndar de Villa Constitución, donde además de perseguir y despedir a un ex delegado y activista, murió un obrero de 27 años en un nuevo “accidente laboral”. Y los ejemplos sobran. En las empresas de Paolo Rocca (multinacional Techint): en Ternium Siderar de Canning (Ezeiza), no les quieren pagar las extras de los domingos; en Tenaris SIAT de Valentín Alsina les quitaron un premio a la producción que se cobró durante los últimos 40 años. La multinacional FORD, le robó 10 minutos de descanso a cada trabajador, para “aumentar la productividad”. La multinacional Bimbo, luego del incendio de su planta de “congelados” en San Fernando, despide a los 330 trabajadores, a pesar de tener otras 4 plantas donde podría incorporarlos.

La “primera línea” de la patronal, se prepara para más ataques

Daniel Funes de Rioja, el nuevo Presidente de la UIA, (Unión Industrial Argentina, uno de los “sindicatos” de los patrones) viene bregando desde hace muchos años por una Reforma Laboral. Según él: “Hay que ver cómo resolvemos los vicios del sistema. Hoy la tecnología está cambiando a una velocidad monumental. Seguir reivindicando convenios del ‘75, es nostalgia” Declaraba, para apoyar la Reforma Laboral de Macri. Y además: Si usted quiere que aparezcan muchas compañías, lo que tiene que saber es que (el empresario) para no tener miedo a contratar, tiene que ser previsible que si le va a mal, pueda descontratar” (resaltados nuestros).

Los empresarios le vienen marcando la cancha al Gobierno. Su objetivo es terminar con las leyes que, aunque sea mínimamente, protegen a los obreros. Ahora exigen terminar con la prohibición de despidos y la doble indemnización. Uno de los nuevos directivos de la UIA, Guillermo Moretti, aseguró que “Es la primera vez que en los primeros lugares de la conducción de la entidad hay tantos CEOs de multinacionales”.

Mientras el Ministro de Economía alaba a los dirigentes y los pone de ejemplo de “colaboración y comprensión” (firman convenios miserables y frenan las luchas), los empresarios se “endurecen”, y pasan a la ofensiva preparando nuevos y más duros ataques, poniendo en la “primera línea” a los principales directivos de las multinacionales. Aprovechan que desde el Ministerio de Trabajo dejan hacer a gusto de cada empresario. Y desde el propio Gobierno, Daniel Arroyo Ministro de Desarrollo Social, les ofrecen mano de obra barata impulsando la contratación de desocupados con medio salario mínimo y ningún derecho laboral.

Miles de trabajadores han muerto por la pandemia, entre ellos enfermeros, médicos, maestros y auxiliares. Son mandados al matadero, sin vacunas suficientes, sin protocolos: mostrando una falsa “normalidad” a favor de los empresarios. Hay una “Reforma Laboral a la carta”. Para que cada empresario se “sirva a su gusto”.

El Gobierno deja correr los atropellos, porque no está en condiciones, ahora, de hacer votar una Ley de Reforma Laboral. Esta, lo digan o no, es una exigencia del FMI. Y Alberto está negociando pagar esa estafa a costa del pueblo. Dicho sea de paso mientras miles de millones de dólares han salido para los buitres en pago de intereses, han reducido el déficit fiscal, bajando gastos: Hay plata para los acreedores pero no para salarios.

Con estos dirigentes no hay solución posible

Muchos compañeros votaron a este Gobierno con la esperanza de que se terminara el desastre que significó Macri para el pueblo trabajador. Sin embargo para los trabajadores todo sigue empeorando. El argumento de que por la pandemia “todos la estamos pasando mal”, no se puede creer. Los grandes empresarios ganaron como nunca: precios de los alimentos por las nubes, minerales y petróleo también. Pero los trabajadores estamos cada vez más pobres. A ellos les va muy bien y a nosotros no. El Gobierno de Alberto, hasta ahora no logra controlar la inflación, no ha parado los despidos. Los salarios no le ganan a la inflación. Él y sus ministros se sientan a negociar con esos empresarios, pero nada bueno ha salido para los asalariados, de esas reuniones.

Los dirigentes de la CGT y la mayoría de los sindicatos, tan considerados con los patrones, entre otras cosas precisamente por su apego al Gobierno, son los principales responsables de la situación de miseria y marginalidad. Juegan para la patronal. Ahora el Diputado del FdeT y titular de la CTA de los Trabajadores presentó un plan que denuncia el retraso de los ingresos populares frente a la inflación y exige al Gobierno un aumento general de salarios y jubilaciones, entre otras medidas. Pero ¿qué hacen la CGT y ambas CTA para torcer el brazo a los empresarios y obligar al Gobierno? ¿Con declaraciones los vamos a convencer? ¡Son unos vendidos! Por eso acuerdan convenios a la baja, firman la “paz social”, no quieren luchar y nos dejan solos cuando los patrones nos atacan.

Organizarnos para enfrentar los ataques

Si esperamos que estos dirigentes sindicales hagan algo, estamos perdidos. Tenemos que tomar en nuestras manos lo que no hacen los dirigentes. Debemos responder todos unidos, organizándonos en los lugares de trabajo, con los dirigentes si pelean o sin ellos si echan para atrás. Tenemos que apretar por un aumento general de salarios y reapertura de paritarias ahora: no hay que pedir menos que Camioneros, 50% ajustable con la inflación. Junto con eso debemos defender la salud y la vida de los trabajadores exigiendo vacunas para todos

Se necesita una nueva conducción para pelear. Pero para lograrlo tendremos que juntarnos con las fábricas vecinas sean o no del mismo gremio, como lo están haciendo los compañeros de Bimbo, para defender sus puestos de trabajo, con maestros y porteros de las escuelas del barrio. Convocar a las organizaciones sociales. Hacer asambleas conjuntas para coordinar nuestras luchas y solidarizarnos verdaderamente con los que están luchando. Hay que lograr una verdadera organización desde las bases.