Fátima había llegado a Tucumán huyendo de Rondón, su ex marido y padre de sus tres hijos. En la mañana del 8 de mayo del año pasado Luis Ernesto Rondón se escondió en el baño detrás de la cortina de la ducha, esperó y la atacó con una maza e intentó asfixiarla. La golpeó muchísimas veces en la cabeza hasta dejarla inconsciente y totalmente lastimada, claro. Gracias a sus vecinos y a su perrita, que no paraba de ladrar, lograron rescatar a Fátima, llevándola directo al hospital Padilla, estando más de 15 días en coma. Además, fueron los mismos vecinos quienes detuvieron a Rondón.
Vale aclarar que, cuando llegó a Tucumán, Fátima fue a la Justicia a informar de su situación, y la respuesta fue que antes de acceder a una custodia, primero tenía que realizar un examen psicológico. Pero esto nunca llegó a hacerlo porque Rondón ya la había encontrado e intentó matarla, quedando detenido con prisión preventiva acusado de femicidio en grado de tentativa. Cuando le tomaron declaración, fijó domicilio en el departamento de Fátima. ¡Espantoso! Una vez más la justicia machista se nos ríe en la cara.
Hoy, Rondón podría quedar en libertad si las juezas de la Sala VI Stella Maris Arce y Alicia Freidenberg no firman la prórroga de la prisión preventiva. Fátima ubicó a sus hijos en otro domicilio por miedo, miedo que no se va, que persiste, miedo por sentirse abandonada por esta Justicia machista. Sus familiares y vecinos custodian de ella y acompañan.
Desde Lucha Mujer y el PSTU decimos ¡condena perpetua a Luis Ernesto Rondón!, ¿qué más pruebas necesita la justicia tucumana para firmar la continuidad de la prisión? ¡Basta de encubrir violentos, violadores y femicidas! Estamos hartas del silencio que caracteriza al poder Judicial, así como también el poder Ejecutivo y Legislativo, demostrando que las vidas de las mujeres, lesbianas, trans y travesti no importan. Nos meten presas por defendernos, como a Higui, nos meten presas y multan por «romper la cuarentena», nos matan, nos violentan pero a los violadores, violentos y femicidas los dejan libres e impunes, como a la «manada» de Chubut, siendo «perdonados» por tratarse de un «desahogo sexual». Un detalle no menos importante es la situación en el interior del país, donde los/as jueces/zas y la Justicia muchas veces se encuentran ligadas a la estructura de las Iglesias, mostrándose muchísimo más conservadores, teniendo un perfil antiderechos, antimujeres, llevándolo a la práctica con decisiones y fallos espantosos, lejos están de estar capacitados con perspectivas de género.
Basta de medidas cosméticas, necesitamos acciones urgentes que den respuestas a nuestras demandas, que se decrete una Ley de Emergencia contra la violencia machista en todo el país, y que esta contemple el presupuesto necesario para llevarla a cabo, partiendo del no pago a los buitres. Así como también, abrir hoteles de turismo y sindicales, que no están siendo usados por la pandemia, para que sirvan de refugios para víctimas y sus hijes; con un salario igual a la canasta familiar; si hay denuncia realizada automáticamente que se le designe custodia al denunciado, no basta con perimetrales o botones antipánicos.
¡Cárcel a Bortón y todos los femicidas!
¡Cárcel a la manada de Chubut, hijos del poder!
¡Nuestras necesidades y derechos son de carácter urgente y prioritario también!
¡Pagar la deuda externa es violencia!
05 de Junio de 2020.-