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BASTA DE REPRESIÓN AL PUEBLO MAPUCHE

REPARACIÓN HISTÓRICA DE SUS DEMANDAS

 

La represión en Villa Mascardi es un nuevo capítulo de la violenta dominación imperialista de nuestro país, avalada y defendida por todos los gobiernos patronales. El saqueo de nuestros recursos, nuestra soberanía y nuestro trabajo, que el actual gobierno sostiene y promueve, lo obliga a continuar la represión histórica contra los pueblos originarios. 

 

Martes 4 de octubre. Las imágenes eran desoladoras. Las informaciones también. Una recuperación territorial de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu fue desalojada de manera brutal. Un operativo de más de 200 efectivos del «Comando unificado de seguridad zona Villa Mascardi», creado por el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, dispersó la comunidad.

Varias mujeres mapuche quedaron detenidas: la Machi (autoridad espiritual), Betiana Ayelén Colhuan, Nekulpangui Liwen (de sólo cuatro meses), Martha Luciana Jaramillo, María Celeste Ardaiz Guenumil, Lienkura Mañke (de sólo un mes), Débora Daniela Vera, Andrea Despo Cañuqueo, Florencia Melo y Romina Rosas (embarazada de 40 semanas). Varios niños deambulaban perdidos por el bosque. Cuatro de las mujeres fueron trasladadas a Ezeiza, a 1.500 kms. de su vivienda.

El Ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, bajo mandato del presidente Alberto y Cristina, responde así a las presiones de los grandes propietarios de tierras (muchos de ellos extranjeros), que reclaman la vuelta atrás de las miserables concesiones que la Ley 26160  reconoció los pueblos originarios, pero que nunca fueron otorgadas. Ellos han montado una campaña en reclamo del desalojo de tierras reivindicadas por las comunidades indígenas en la provincia de Río y en todo el país, culpabilizándolas de incendios o de la vandalización de determinados edificios, hechos de los cuales no se ha probado ninguna autoría hasta la fecha. El movimiento “Consenso Bariloche”, asentado en la clase media alta de esa ciudad, es la punta de lanza del reclamo, acusando de terrorismo a mapuches que lo único que pretenden es recupera un pequeño territorio que les fue usurpado durante siglos. Movimiento que calla por la apropiación del Lago Escondido por  Joe Lewis, un magnate inglés que vive en Bahamas.

Echar a los mapuches de sus tierras: una causa del Estado argentino

Hace poco más de 5 años desaparecía Santiago Maldonado por responsabilidad de la Ministra de Seguridad macrista, Patricia Bullrich y la gendarmería asesina. Amplios sectores reclamamos y nos movilizamos, incluso del kirchnerismo. Hoy, el gobierno peronista del Frente de Todos continúa la represión.

Uno de los elementos fundantes del Estado capitalista argentino fue la siniestra “Campaña del Desierto”, al mando de Julio Argentino Roca. Fue conquistada toda la Patagonia sobre la base del asesinato de los pueblos originarios, y las tierras entregadas a latifundistas, muchos de ellos ingleses. Por eso, más allá de la demagogia de este Gobierno, cuando el capital reclama allá corre el Estado a reprimir, en cualquier época y gobierno burgués. 

Antes Roca, ayer Macri y Bullrich, hoy los Fernández del Frente de Todos. 

No hay salida para los pueblos originarios, pueblos-naciones oprimidas, bajo el sistema capitalista. La única salida es la lucha unificada de todos los explotados y oprimidos, con la clase obrera a la cabeza, para acabar con el capitalismo, con una revolución que instaure un gobierno obrero y popular que rompa con la dependencia nacional.

En tanto luchamos por eso, llamamos a la más amplia unidad contra esta nueva represión. Los usurpadores no son los mapuches. Son los Benetton, Lewis y demás terratenientes nacionales y extranjeros. Contra ellos es la lucha.

Necesitamos pelear por la satisfacción de todas las justas demandas del pueblo mapuche y todos los pueblos originarios, como parte de la revolución obrera, popular y socialista de América Latina.

 

 

TODOS LOS ROSTROS DEL SAQUEO Y LA DEPENDENCIA

En periódico anterior, denunciamos la política de saqueo impuesta por el FMI y las grandes multinacionales, que todos los gobiernos mantienen.

Ese saqueo es un plan global, que destruye la soberanía nacional en todos los terrenos. Busca colonizar cada día más nuestro país y nuestro subcontinente, al servicio de los países imperialistas. Y tiene muchas facetas.

Es la sangría de la Deuda Pública, con buitres Internos y Externos,  contraída y pagada una y otra vez por todos los diferentes gobiernos desde la Dictadura hasta acá, y nunca investigada. Es la explotación irracional de nuestros recursos, por parte de empresas multinacionales que se llevan todo y no dejan nada. El petróleo, el gas, los recursos mineros.

Es también el saqueo de la inmensa fertilidad del suelo argentino, puesto al servicio de la exportación de alimentos para cientos de millones mientras acá la carne y el pan se hacen inaccesibles. Es la Hidrovía del Paraná, al servicio de esa exportación. 

Es el saqueo de la Educación Pública, transformada en una mercancía y con contenidos dictados por el Banco Mundial. Es la salida del país de nuestros más destacados científicos  y profesionales, educados en las universidades públicas y que terminan trabajando para las grandes potencias y sus multinacionales. 

La masacre y represión de los pueblos originarios es una de las manifestaciones más siniestras del saqueo. La colonización capitalista de la “Conquista de América”, diezmó los antiguos habitantes del continente para llevarse la plata y el oro a España. La “Conquista del Desierto” del siglo XIX tuvo el objetivo de extender la frontera agrícola, para poner a la Argentina colonia de Inglaterra como un granero del mundo.

La actual represión a los mapuches es parte del nuevo proyecto colonizador que exige el FMI y aplican los distintos gobiernos, y que requiere “limpiar” las áreas que serán destinadas a la explotación minera y petrolera. Y también al servicio del control por parte de latifundistas extranjeros, de recursos enormes de agua potable, un recurso que será escaso en un futuro no muy lejano.

 

JUSTICIA PARA LOS MAPUCHES

UN PROGRAMA PARA LA UNIDAD OBRERA CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

 

** Apoyamos la lucha de los campesinos y semiproletarios mapuches por la tierra y por una Reforma Agraria que supere completamente la Constitución del ‘94 y la Ley 26.160. En ese sentido, defenderíamos esa ley (como una ley relativamente progresiva) en caso de que fuera atacada para cercenar los limitadísimos derechos que reconoce. Pero no la apoyamos, y exigimos una legislación muy superior, que parta de la expropiación total de los latifundios.

** Nos unimos a ellos en la exigencia de expropiación sin pago de los territorios bajo latifundio –sea extranjero o nacional- y de todas las explotaciones petroleras, mineras, acuíferos, lagos y riquezas geográficas.

** A la vez, defendemos el derecho a la autodeterminación del pueblo mapuche en tanto nacionalidad oprimida. Y los llamamos a la unidad con la clase obrera para luchar por un estado distinto, un estado obrero, que será la condición para esa autodeterminación. Y nos comprometemos como clase a defender esa autodeterminación hasta sus últimas consecuencias,  -incluso hasta el derecho de separación, aunque no es esa nuestra política- aún si la clase obrera conquistara el poder.

** Estamos por la más amplia libertad y organización de los mapuches para resolver, como lo crean conveniente, sus cuestiones nacionales.

** Luchamos por el cese de toda represión, en el camino al desmantelamiento del aparato represivo del Estado capitalista. Defendemos el derecho a defenderse de los mapuches, como de cualquier sector explotado u oprimido, contra la represión estatal o paraestatal de ese Estado.

** Estamos por la independencia de la clase obrera. Y por la organización de los obreros mapuches en forma independiente a toda organización democrática o indigenista.

** Exigimos de las centrales y organizaciones obreras que hagan propia la lucha por estas reivindicaciones.

** Estamos por la unidad de la clase obrera para enfrentar al imperialismo, por la nacionalización de todos los recursos naturales, luchar por un estado obrero, y por la revolución socialista nacional, latinoamericana y mundial.

Como partido e internacional, nos ponemos al servicio de la lucha contra la opresión que sufren. Para eso, llamamos a los trabajadores y el pueblo mapuche a sumarse a la unidad obrera de Latinoamérica, por la Segunda Independencia. Y por una Federación Latinoamericana de estados obreros, libremente conformada por todos sus componentes.