El pasado viernes 14 de julio, la UTA nacional dirigida por Fernández, concreto la revocatoria de mandatos del cuerpo de delegados de AUCOR, y de TAMSE (trolebuses). Los 8 delegados en el primer caso, y los tres delegados y delegadas en el segundo, hoy están a merced de que sus respectivas patronales hagan con ellos lo que quieran.
La necesaria democracia sindical
Es una larga la lista, de la cantidad de delegados que sufrieron el desafuero y expulsión de sus respectivos sindicatos, por no obedecer a rajatabla las órdenes traidoras de los secretarios generales y directivas. El amedrentamiento y las amenazas, son moneda corriente en la historia del movimiento obrero. Y es que los sindicalistas a quienes llamamos burócratas se comportan de esta forma porque siguen lo que les manda la patronal y los gobiernos de turno. Si vemos lo que sucede en la actualidad, la CGT, las CTAs y la mayoría de los sindicatos son dirigidos por el peronismo, sin embargo no hay asomo del paro general, aunque dicen que “Macri es de derecha”.
La UTA en la ciudad de Córdoba, se maneja en ese contexto ¿cómo puede ser que un sindicato intervenido expulse a los delegados? ¿no sería mejor primero discutir en qué fecha se hacen las nuevas elecciones de secretario general en Córdoba, en vez de cortarle la cabeza a los dirigentes de la lucha de once días?
Para que al lector no le quepan dudas, los once días que duró el conflicto, la sede de UTA en Córdoba estuvo cerrada y custodiada por policías, apenas el conflicto fue derrotado, el sindicato reabrió sus puertas para que los despedidos de las diversas empresas juntaran firmas para echar a sus delegados. Siempre nos dicen que estas cosas pasan porque en Argentina “la democracia es joven” o que los trabajadores no saben elegir a sus dirigentes. Pero quienes no nos comemos ese versito, sabemos que la intervención sindical es una medida que nos retrotrae a las épocas de la dictadura, y que ahora se da con mucha fuerza porque como estamos atravesando una feroz crisis económica, las patronales y Macri necesitan tener al movimiento obrero domesticado y desorganizado.
Apoyemos a las despedidas del trolebús
Un grupo de compañeras del trole, están acampando frente a la municipalidad pidiendo su reincorporación. Estas valerosas trabajadoras se negaron a entregar a los delegados, y por “entregar” nos referimos a que se negaron a firmar su destitución, tuvieron la claridad de que –como dijo un chofer- “no podemos cambiar despedido por despedido”. Algunas de ellas están en huelga de hambre, y todas se la bancan, a pesar de los 3 grados bajo cero que sufrieron en estos días. La prensa patronal, entre quienes se destaca principalmente el Grupo Clarín, las defenestra, para dividir al pueblo trabajador de estas despedidas (por luchar, y por ser mujeres).
De los 183 despedidos, proporcionalmente la mayoría son mujeres, en un sindicato integrado principalmente por varones. Son 60 las despedidas del Trolebus, siendo que TAMSE tiene 320 empleados. Porque como vinimos comunicando en este periódico, ellas estuvieron a la cabeza del conflicto.
Lamentablemente, el resto de las compañeras despedidas, firmó el llamado a Asamblea Extraordinaria para destituir a sus delegados, la desesperación las hizo caer en la trampa de UTA Nacional, que por medio del interventor Arcando, prometía reincorporaciones a quienes firmaran el desafuero, pero al día de la fecha los despedidos no fueron reincorporados. A lo sumo la patronal reincorporaría a quienes sean más afines al sindicato.
Organización desde las bases
Frente a los aprietes y a la manipulación que vivieron y viven los despedidos y los trabajadores de la UTA en Córdoba, es muy importante la organización desde abajo, y la máxima unidad en las diversas puntas de línea, para juntar solidaridad para los despedidos, y apoyar a las operadoras del trolebús. No tenemos que permitir que nos metan miedo, lamentablemente la CGT kirchnerista local, dirigida por Saillén (sindicato de recolectores de basura), nunca llamó al paro provincial para rodear de apoyo el conflicto, ayudando de esa forma a que quedara aislado.
Es muy dura la situación que viven los choferes y operadoras del Trole después del conflicto, la patronal y el sindicato no dan tregua. Pero la lucha sigue, contra los despidos y por un nuevo llamado a elecciones para tomar en nuestras manos el sindicato y respaldar a los delegados que lucharon, sumado a la pelea para que se respete el convenio. Ahora, y tras las conclusiones que sacamos, mejor organizados podremos revertir esta situación y ganar la lucha.