BREVE HISTORIA DE LA DESOCUPACIÓN

En Argentina, tanto la última Dictadura Militar como los subsiguientes gobiernos democráticos contribuyeron, cada uno a su manera, a la conformación de una masa de trabajadores informales, desocupados y empobrecidos. Bajo la Dictadura Militar se inicia un proceso de desindustrialización, que trae como consecuencia el aumento de la desocupación, el aumento del trabajo autónomo y el crecimiento del empleo precario, proceso que sumado a la caída del salario real da por resultado el aumento significativo de la pobreza por ingresos. Este proceso continúa durante el gobierno radical de Alfonsín, a la vez que se acentúa la informalización y la precarización de los asalariados. Durante el menemismo, esta situación pega un salto. La equiparación del peso al dólar, las privatizaciones, más la apertura comercial y financiera, elevan la subocupación laboral. El desempleo alcanza los dos dígitos en 1993 y trepa hasta el 17% en el 2000. A su vez, los cambios introducidos en la legislación laboral promocionan el empleo precario y la inestabilidad laboral con el “Monotributo”, por ejemplo. La creación del empleo asalariado es prácticamente nula y en consecuencia aumentan las «changas» y se alcanzan inéditos niveles de pobreza.

El argentinazo del 2001 no alcanzó

Es en esos años que surgen las luchas de los desocupados con piquetes, asambleas, y puebladas en Cutral Có, Plaza Hincul, Mosconi, Tartagal y Jujuy. La privatización de YPF había hundido en la desocupación a ciudades enteras. El proceso se extiende y llega a Buenos Aires. En 2001 el pueblo en la calle saca a De la Rúa a los cascotazos. Cinco presidentes en once días. En 2002 Maximiliano Kosteki y Darío Santillán caen asesinados por el gobierno de Duhalde, quien a su vez lanza el plan “Programa Empleo Comunitario” con el que busca bajar los niveles de enfrentamiento. Luego vinieron las elecciones donde gana Néstor Kirchner. “Ni planes ni palos” dijo, refiriéndose  a su intención de terminar con la lucha y generar empleo. Así empieza un proceso de institucionalización y cooptación de muchos movimientos sociales, que terminan alineados a su gobierno, dejando de lado los métodos de acción directa y las asambleas. Durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner se desarrolló un relativo crecimiento de la industria y las exportaciones por los precios internacionales, solo para beneficio de los capitalistas. Esto aumentó el empleo, pero en condiciones de precarización y flexibilidad laboral. De todas formas, el modelo económico siguió siendo el mismo, aumentando la primarización de la economía promoviendo el agro y la industria extractiva. Con Macri se pega un salto en la destrucción de puestos de trabajo y el empobrecimiento de sectores populares. Y hoy, después de tres años del Frente de Todos, seguimos más o menos en la misma.