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Chocolate amargo hecho con fraude y violando la ley

Desde el 2009 que venimos trabajando como Comisión Interna, dando lucha contra un flagelo que azota a casi toda la clase obrera: el fraude laboral. Es en realidad trabajo en negro mal registrado, encubierto en Felfort y miles de empresas como trabajo eventual con agencias como Talsium, Sesa y otras que durante años dejaron infinidad de trabajadores en la calle, embarazadas, accidentados, lesionados y madres solteras. Obligándolos a renunciar con falsas promesas de otro trabajo que nunca llega y así sacárselos de encima.
Además, las obreras mujeres son discriminadas, pues les niegan el día femenino y las categorías que les corresponden, como las maquinistas que deberían tener categoría de oficial.
Sobre la base de estos abusos, violando las leyes y el convenio es que se amasan las ganancias y la enorme fortuna de esta familia, que saltó a la fama por los derroches del mediático fallecido Ricardo Fort.
Tenemos un fallo de la jueza Regina Cañals, Sala 3 de la Cámara de Apelaciones del Trabajo que dice tajantemente: Felfort no tiene eventualidades.
Llenamos los estantes del Ministerio de Trabajo con denuncias de maltrato, acoso sexual y laboral, persecución gremial y fraude laboral. Y todo sigue igual.
Hoy FelFort tiene 120 trabajadores en negro, de los cuales 22 fueron despedidos el 15 de agosto del 2014. El Ministerio de Trabajo el 3 de setiembre decretó la Conciliación Obligatoria a partir del día siguiente a las cero horas. Ese día la empresa, por medio de su Jefe de Personal Luis Mercatante, no sólo le impide el ingreso a los despedidos sino que hechó a otro trabajador y dilató el pago de las quincenas adeudadas a algunos de los mal llamados “eventuales”, cuyos despidos se retrotrajeron al 15 de agosto. Por esa razón inmediatamente apelamos a la solidaridad de los compañeros, tanto efectivos como “de agencia”, formando un fondo de lucha para que los compañeros no sean quebrados por hambre en su pelea por volver a trabajar.
A partir de nuestra exigencia, se logró que el Sindicato denuncie el 11 de setiembre la flagrante violación a la Conciliación Obligatoria. El Ministerio archivó esa denuncia en la Asesoría Técnico Legal. Desde allí jamás la derivaron a la dirección de Inspección General que debería haber constatado con la Policía Laboral en fábrica tamaña infracción. En sucesivas audiencias se repiten las aburridas cantinelas. De “exhortaciones” oficiales se fue pasando a las “intimaciones”. Pero no se produjo hasta ahora ninguna sanción efectiva para la empresa, que sigue impunemente violando y burlando la ley.
Una vez más queda evidente que la unidad para luchar es el único camino efectivo para rechazar estos atropellos. A pesar de todas estas maniobras y violaciones no vamos a abandonar la lucha contra el fraude laboral y no dejamos de exigir al Secretario General de la Alimentación, Rodolfo Daer, un urgente plenario de delegados del STIA Capital, porque el fraude laboral no es un problema exclusivo de Felfort sino de la mayoría de las empresas de la rama y la lucha contra el trabajo en negro debe ser tomada en todas las fábricas de la alimentación.