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CÁRCEL AL GENOCIDA MILANI

César Milani ostentaba el rango de oficial durante la última dictadura militar. Diferentes testimonios y evidencia apuntan a su participación en diferentes operaciones del terrorismo de estado durante este período, en La Rioja y en Tucumán, así como del Operativo Independencia. Hoy se encuentra en prisión y procesado por diferentes causas: las desapariciones de Verónica Matta, Alfredo Ledo, Pedro Olivera y Ramón Olivera. También tiene una causa abierta por espionaje mientras ostentaba el cargo de jefe del Estado Mayor del Ejército, durante el último Gobierno de Cristina.

El pasado 3 de mayo, comenzó el juicio por la desaparición de Pedro y Ramón Olivera, sentándolo en el banquillo de los acusados. Por su defensa pasaron argumentos tales como negar cualquier tipo de participación en las desapariciones, alegar una causa armada por “la corpo”.  Pero lo más llamativo es cuando, sin nombrarla directamente, se ampara en la obediencia debida, haciendo referencia a su rango en ese momento de oficial, que no tendría conocimiento del carácter de las tareas que realizaba, como “trasladar a un detenido”.

Hebe de Bonafini, quién ya había defendido a Milani, llegando a fotografiarse abrazada a él, le mando una carta de apoyo.

Milani es una de las tantas manchas del kirchnerismo dentro de su discurso de derechos humanos. Fue la propia Cristina la que lo nombró al mando de las Fuerzas Armadas. Con el ex carapintada Berni, hoy defensor de la utilización de las picanas eléctricas, en el ministerio de seguridad, se reprimió a trabajadores que protestaban contra despidos, como se dio en el caso de los trabajadores de EMFER-TATSA o de la línea 60. También usaron el Proyecto X para espiar y perseguir a luchadores obreros y populares, el mismo Proyecto X que luego el macrismo usaría contra Santiago Maldonado. Desaparecieron Julio López, Luciano Arruga y más.

Por otro lado, el macrismo estuvo presente a través del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, en un intento de mostrar una cara “progre”. Pero no nos puede mentir el funcionario que cuestionó el número de desaparecidos, ni el Gobierno que le quiso dsr el 2×1 a los genocidas. No es más que una jugarreta electoral aprovechando la ligazón de Milani con el Kirchnerismo.

Si Milani está hoy encarcelado y en juicio, es gracias a la lucha y la movilización popular por los derechos humanos que vienen dando los trabajadores y sectores populares de nuestro país hace casi 40 años con una fuerza inmensa. Y si es condenado, será también gracias a esa movilización incansable. Desafortunadamente Hebe de Bonafini decidió dejar esta lucha de lado para dar su apoyo a un proyecto político que, si bien se pone una máscara al hablar de derechos humanos, no quiere más que aplicar a su manera el ajuste que piden los empresarios sobre los trabajadores y para eso, como ya ha hecho en el pasado, deberá recurrir a la represión.