Estamos a pocos días de un nuevo aniversario del golpe militar de 1976. Es buen momento para recordar que aquella Dictadura que desapareció a toda una generación de luchadores obreros y populares, lo hizo para imponer un plan económico de ajuste y saqueo. Así lo señalamos en el artículo “Del triunfo del golpe a la agonía de la dictadura genocida”, publicado recientemente en el n°1 de Avanzada Socialista – Nueva Época.
Tampoco está de más rememorar que quien estuvo detrás de este plan que favoreció a la bicicleta financiera, al agronegocio y a las multinacionales que saquearon y siguen saqueando nuestros recursos naturales, fue el Fondo Monetario Internacional. El mismo FMI con el que hace pocos días el Congreso Nacional selló un acuerdo para pagar la Deuda fraudulenta que dejó el gobierno de Mauricio Macri, que aumentó aún más el endeudamiento y el sometimiento.
La receta del FMI en ese entonces implicó congelamiento de salarios, eliminación del control de precios y aumento del tipo de cambio. Esto acompañado de una ley que favoreció el libre movimiento de capitales (o como le decimos ahora, fuga). La frutilla del postre la coronó la estatización de lo adeudado en dólares por los grandes grupos empresarios. O sea, el Estado pasó a hacerse cargo de Deuda Externa que era privada. Uno de los grandes beneficiarios de esta medida fue el propio Franco Macri, padre del ex presidente.
La última Dictadura Militar nos dejó 30 mil desaparecidos y un aumento del 449% en la Deuda Externa. Las consecuencias las seguiríamos pagando durante las décadas del ‘80 y ‘90, con los planes neoliberales impuestos desde Washington.
Hay quienes desde adentro del Frente de Todos cuestionan hoy el acuerdo con el FMI, porque el préstamo fue tomado de forma antidemocrática y el dinero fue fugado. Esos mismos reivindican el pago de Néstor Kirchner al principio de su gobierno de la Deuda con este organismo como un acto soberano, pero pagando a su vez con esos fondos la expropiación a la corrupta española Repsol que con mayoría accionaria de YPF, que no invirtió un solo dólar en desarrollar nuestra energía. Deberían recordar que esa Deuda que canceló Néstor era tan fraudulenta como la que el Congreso aprobó mayoritariamente pagar ahora. Tomada por un Gobierno antidemocrático, y en función de sostener las ganancias de los grandes empresarios. Una estafa más al pueblo trabajador argentino.
Con acuerdo con el FMI, no hay Nunca Más. No se puede levantar la memoria de nuestros mártires desaparecidos y al mismo tiempo seguir avalando el sometimiento de nuestra economía una vez más. Honrar su memoria es enfrentar este nuevo acuerdo de ajuste y saqueo. El 24 de marzo, llamamos a poner bien alto la bandera del rechazo a este acuerdo.