El 10/2/2021 el Ministerio de Trabajo publicó en el Boletín Oficial la Resolución 60/2021 en la que se modifican las licencias parentales que rigieron durante la suspensión de clases, en el marco de la pandemia. Coherente con su “vuelta a la normalidad” hipócrita, desde hace meses, en medio de la situación epidemiológica que atravesamos y con falta de vacunas, el broche de oro fue volver a las clases presenciales.
Siguiendo con medidas tan raras como retorcidas la Resolución indica que serán justificadas las inasistencias: “Los días en que no concurran a clases presenciales y los días que concurran con jornada presencial reducida y no pueda cumplirse la jornada escolar normal y habitual …” Además el Ministerio de Trabajo y el Gobierno, “muy preocupados” por lo qué pasa en nuestras familias, y como “colaboran” con las patronales, señalan que es para ayudar en “las tareas de cuidado en el hogar, así como a la previsibilidad en la dinámica de las relaciones laborales”.
En FELFORT desde el inicio de la pandemia y las primeras medidas de aislamiento en marzo 2020, la Comisión Interna junto a las y los trabajadores enfrentaron a la patronal, exigiendo que se cumplieran las medidas sanitarias y las licencias que hacían falta. La lucha se libró contra la avaricia de la empresa, protegida por el Gobierno y el Sindicato, que permitieron que la fábrica permaneciera abierta produciendo golosinas, pero como “esenciales”. Ahora, una vez más escudada en las ambigüedades de las resoluciones del Gobierno, la empresa intentó un nuevo ataque, poniendo fin a todas las licencias parentales.
Entrevistamos a los delegados de la Comisión Interna, integrantes también de la Agrupación La Transparente: Julieta Alarcón, Rodolfo Vidal, Guillermo Guantay y Franco Idoeta, para que nos relataran cómo fue la nueva lucha en defensa de los derechos sobre todo de las compañeras.
AS: En términos concretos, ¿qué significa lo obtenido en la última pelea con la patronal de FF?
Se logró que las licencias de las madres y los padres sean concedidas y abonadas como corresponde, ante una negativa inicial muy fuerte de la empresa, que después no le quedó otra que retroceder.
AS: Esta pelea es muy importante para las compañeras, que son mayoría en la planta. ¿Esto es así?
Es muy importante. Más que nada porque la época de la pandemia no terminó, aún se vive la preocupación de poder cuidarse y cuidar a sus hijos. Las compañeras mujeres son mayoría en la planta y hace poco menos de un año dimos todas y todos una lucha ejemplar, con paros y acciones para lograr las licencias correspondientes.
AS: ¿Como fue la actitud de la empresa durante la pandemia?
La actitud de la empresa fue que la fábrica trabaje a pleno en todo momento, sin importar la salud de ningún trabajador, presionando y amenazando a todos los licenciados para que retomen sus tareas (cosa que se impidió con la unidad de todos/as).
AS: En el año 2020 la Comisión Interna propuso parar la fábrica ante la ola de contagiados de COVID-19. ¿Cuál fue la respuesta de los compañeros y las compañeras?
SÍ, llegamos a tener 100 trabajadores/as contagiados/as. Antes de que aparecieran los primeros contagios, comenzamos reclamando por los recursos: alcohol en gel, máscaras, había mucha bronca. Rápidamente comenzó la organización y la participación masiva en los reclamos, el apoyo fue total a las medidas de acción directa de la Comisión Interna votadas en asamblea. Fue una lucha a brazo partido contra la patronal.
AS: ¿Y el Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación qué hizo?
Ausencia y abandono total por parte del STIA, justificando incluso a los empresarios que no querían dar las licencias por contacto estrecho ni respetar el distanciamiento en los sectores, entre los trabajadores.
AS: ¿Cuáles son los desafíos de cara a lo que se viene?
Los desafíos son seguir luchando por el salario pues estamos perdiendo poder adquisitivo día a día Actualmente hay por lo menos, cuatro categorías por debajo del límite de la pobreza, de la canasta básica.
Hoy todas las mujeres están por debajo del límite de pobreza pues llegan a medio oficial. Por lo tanto, seguimos con nuestro histórico reclamo de “Igual trabajo, igual salario” y categoría de oficial para las compañeras. Nuestra posición es seguir alertas y en la máxima unidad porque es probable una segunda ola de contagios de coronavirus, que en otros países fue peor que la primera, cosa que se podría evitar con la vacunación masiva. Eso será factible solo si se liberan las patentes, no como ahora que es un gran negociado de los laboratorios.