El 16 de agosto, la Multisectorial 21F hace un “Congreso” del que participarán Moyano, Yasky de la CTA, Palazzo de la CFT y el triunvirato de organizaciones sociales: CCC CTEP y Barrios de Pié. Si bien no trascendió el contenido de lo que ahí se resolverá es evidente que ese es otro “armado” en este caso para disputar la conducción de la CGT. La Multisectorial se ha constituido en 28 distritos en todo el país. Según trascendió ya los dirigentes habrían acordado un “Programa Nacional” que habla de muchas cosas (comentaremos en el próximo número) pero en ningún lado dice que hay que enfrentar al gobierno de Macri y su política. Tanto las bases de la clase obrera organizados en los sindicatos dirigidos por estos dirigentes como los movimientos sociales, serán otra vez “convidados de piedra”. Otra vez los dirigentes acuerdan por arriba, sin la decisión de las bases y sin respetar sus necesidades inmediatas. El lema es: “Si tocan a uno, tocan a todos. Pero será para cuidarse entre dirigentes, porque a los trabajadores y sectores populares ya nos están tocando hace rato con despidos, suspensiones y persecuciones. ¿Qué dirá Ricardo Pignanelli que le está “tocando a los obreros de GM y Renault con despidos y suspensiones? ¿Los docentes y estatales con trabajadores muertos y despidos? Los dirigentes apuntan “al 2019”.
Ahora, según trascendió en los medios de comunicación, Moyano y los opositores pedirían un Paro Nacional a la cúpula de la CGT. Esta medida sería muy buena si fuera como parte de un Plan de Lucha hasta derrotar a Macri. Pero no es eso lo que buscan ni las cúpulas ni los “opositores”. Solo presionan para negociar con el gobierno.
Por eso son bendecidos por el kirchnerismo, otros sectores del peronismo y hasta el Papa Francisco. No es esto lo que necesitamos los trabajadores.