Por Héctor Mora, delegado de los trabajadores de Bedtime.
Candidato a Concejal de Malvinas Argentinas
Los Gobiernos favorecen a nuestros patrones
Los distintos Gobiernos desde el 2007 vienen impulsando medidas de ajuste en favor de las ganancias patronales, flexibilidad en los convenios, contratos basura con despidos preacordados, etc. Las centrales sindicales vienen dando concesiones a pedir de boca para los patrones: contratos abiertos por 5 años, sin garantía de efectivización y la entrega de los convenios.
La excusa es ayudar a las Pymes para que tengan ganancias rentables, pero esto aplica también para la gran industria. La ayuda sale de nuestro sueldo, con nuestra sangre, nuestras rodillas, hombros, codos, etc. Y nos pagan sueldos a la mitad de la canasta básica. A los efectivos mejor no les va. Mientras las paritarias corren por detrás de los aumentos de precios, somos obligados a hacer horas extras, si se puede, para mantener el salario en la línea de la inflación, expuestos a que si faltamos o nos accidentamos, el mes será casi por completo “donado” a la empresa.
Quienes tienen que defendernos, hacen la plancha
Hace tiempo que las centrales sindicales (CGT y CTAs) intentan que nos vayamos acostumbrando a que hay medidas que no se pueden llevar a cabo porque serían perjudiciales para las industrias. ¿Por qué los y las trabajadores/as debemos rechazar este accionar?
Los y las trabajadores/as que “paramos la olla” a veces masticamos la bronca por tener que soportar la entrega de los sindicalistas del peronismo que dirigen nuestros sindicatos. A principios de 2023 se llenaban de gloria diciendo que subió el trabajo, sin embargo los que trabajamos de verdad sabíamos que tomamos puestos en las industrias con salarios por debajo del valor de antes de la pandemia. La CGT no quiere armar un plan de lucha que nos ponga a los trabajadores en valor para defender los puestos de trabajo.
En estas elecciones los candidatos como Bullrich, Milei, Massa, Schiaretti proponen entregar nuestros despidos sin indemnización. Pero estos pesos son lo único que nos mantienen a flote hasta poder conseguir algo, cuando los trabajadores lesionados o las mujeres de cualquier edad o condición tienen más dificultades para volver a ingresar al mercado de trabajo.
Los y las trabajadores/as debemos rechazar la entrega del Gobierno de Cristina y Alberto, los ajustes del macrismo y ahora de los “libertarios” para defender nuestro trabajo. En diciembre de 2017 nos juntamos en el Congreso cuando quisieron votar la Reforma Previsional, y se venían por la Reforma Laboral. Allí, miles de trabajadores resistimos la brutal represión del Gobierno, pero logramos frenar que nos impusieran una reforma que venía a reventarnos. Ese es el camino. Eso sí, fuimos perseguidos como Sebastián Romero, de la General Motors, y presos como Daniel Ruiz, obrero petrolero.
Construir una nueva dirección política y sindical es la tarea
Debemos trabajar por recuperar las comisiones internas y los cuerpos de delegados en favor de las trabajadoras y los trabajadores. De la misma manera, recuperar nuestros sindicatos y ponerlos a disposición del triunfo de luchas como las de Jujuy.
Pero para construir este camino, hay que demostrar por abajo lo que no quieren por arriba: a través de la democracia obrera y sus asambleas, elegir comités que trabajen en función de esas tareas y que empiecen por demostrarle a los patrones que los que hacemos funcionar las fábrica, los yacimientos y todo, somos los trabajadores.
Solo así podremos dejar de perder y pasar a la ofensiva, salir de la entrega a la que nos quieren acostumbrar. La voluntad de unir y coordinar las luchas existe por abajo, pero nuestros dirigentes no quieren que triunfemos, habrá que imponerlo.
No alcanza con la lucha sindical. El problema es quien nos gobierna, y ahí estamos en desventaja. Los y las trabajadores/as tenemos que ponernos al frente de desarrollar una alternativa política donde los y las trabajadores/as gobernemos y decidamos sobre el futuro de la mayoría. Por eso construimos este partido, el PSTU. Para ganar, no tenemos más opción: el asunto está en nuestras manos.