A dos meses de las jornadas del 18 D, continua la pelea contra la persecución a los luchadores, por la libertad de Milagro Sala y los presos políticos de la Tupac, de Facundo Jones Huala, de los encarcelados en la represión del 14 D; por el desprocesamiento de Cesar Arakaki, Dimas Ponce y Esteban Rossano, y contra la persecución a Sebastián Romero, cuyo pedido de eximición de prisión será analizado por la Cámara de Casación en las próximas semanas. Hoy es más importante que nunca continuar con la campaña unitaria para derrotar la política represiva de Macri al servicio del ajuste.
Entrevistamos a Daniel Ruiz, trabajador petrolero, ex delegado de SP y dirigente nacional del PSTU, que se encuentra hoy señalado dentro de la causa contra los manifestantes que estuvieron el 18 de diciembre en Plaza Congreso contra la Reforma Previsional.
AS-¿Cuál es la situación de la causa que está llevando el juez Torres y cuál es tu situación dentro de la causa?
DR- La causa no es más que una causa armada por el Gobierno, la única intención que tiene es amedrentar a todos los luchadores, al conjunto de los trabajadores que ese día estuvieron saliendo a las calles y siguen saliendo estos días. Como agravante, tanto la fiscalía como el juzgado quieren imponer la caratula de rebelión o sublevación en algunos casos, que significan condenas de 5 a 16 años de prisión para encarcelar a todos los luchadores sociales y que quede como un ejemplo para que nadie más salga a luchar.
Eso es lo que intenta hacer el juez Torres, con una causa totalmente armada, totalmente mediatizada. En ese sentido, no solamente hay persecución a Sebastián Romero, sino también sobre mi persona, porque figuro en la causa. No solamente por los hechos de la revuelta popular del 18, sino que usando como evidencia imágenes de dos días después y no tienen nada que ver una situación con la otra.
Ahí vemos claramente que hay un intento de persecución contra nuestra organización y contra el conjunto de los trabajadores que salimos a manifestarnos contra este plan económico.
AS-¿Cuál es el estado actual de la causa contra Sebastián Romero?
DR-Él está señalado como coautor fundamental de la rebelión que supuestamente ellos aducen, tanto la fiscalía como el juez. Se está pidiendo la eximición de prisión y se va apelando a cada una de las instancias. Hoy estamos apelando al Tribunal de Casación, ya asignaron una sala, la sala nº1, la cual en estos días fijará la fecha.
Nosotros consideramos que esto es una cuestión política, y el resultado depende de las movilizaciones que se están dando estos días, de la situación del Gobierno, y a partir de ahí, si están en condiciones de avanzar con la represión y el hostigamiento al conjunto de los trabajadores. No solamente a Sebastián, sino también con los compañeros que siguen presos desde la movilización del 14 de diciembre, que tendrían que estar libres. Justamente porque se trató de una revuelta popular y no de un “alzamiento en armas” como intenta demostrar la fiscalía.
AS-Nombraste a los presos del 14 de diciembre, también podemos nombrar el procesamiento a Arakaki y Dimas Ponce, y a Milagro Sala y Facundo Jones Huala que hoy siguen en prisión ¿Cómo se relaciona esto con el plan del Gobierno?
DR-El gobierno de Mauricio Macri quiere aplicar un plan económico al servicio de las multinacionales, de las grandes corporaciones, de los países imperialistas. Para esto necesita poner un ejemplo de castigo a todos los que levanten la voz contra su plan o que intenten “poner en peligro las inversiones extranjeras” (como en el caso de Benetton, que no es ninguna inversión). Intenta avanzar con la judicialización de la protesta social, de llenar de causas a los luchadores sociales para condicionar al pueblo trabajador.
En la situación de Jones Huala, por ejemplo, hay un reclamo que es fundamental, que es el de los territorios de los pueblos originarios, auténticos dueños de la tierra en la Patagonia. Por eso el Gobierno no escatima en defender a las multinacionales o los terratenientes como Benetton. Usa todas las fuerzas del Estado, como Gendarmería o Prefectura, no solamente para reprimir sino también para matar, como pasó con Rafael Nahuel.
AS-Frente a toda esta situación ¿Qué tenemos que hacer los trabajadores y el pueblo?
DR-Este plan económico va a hacer que los golpes a la clase trabajadores, a las familias de los barrios obreros, a los jubilados, sean cada vez peores. Incluso muchos sectores de clase media son golpeados, son miles los comercios que cierran en todas las provincias. Lo único que nos está quedando es salir a manifestarnos, es organizarnos, no queda otro camino para revertir esa situación.
Y en ese marco, como los golpes del Gobierno van a seguir avanzando, porque la deuda externa al 2018 es el 58% del PBI, habrá hambre en todas las provincias. Los despidos, el ajuste en salud y educación van a ser cada vez peores.
Los trabajadores tenemos que responder, pasando por encima de todos aquellos que no quieran la movilización. Justamente, los que intentan controlar a los trabajadores para que estas luchas no triunfen son muchos dirigentes que hoy están muy cuestionados por las bases.
Los mineros de Rio Turbio son el ejemplo. La pueblada, la organización de todo el pueblo, se tienen que trasladar al conjunto de las provincias, a Capital Federal y el Gran Buenos Aires para enfrentar al Gobierno y revertir la situación, enfrentando a las fuerzas represivas.
Y unir todos los reclamos: paritarias, despidos, falta de salud y las libertades democráticas, por el cese de persecución a los luchadores como Sebastián Romero y la libertad a Milagro Sala, Jones Huala y el resto de los compañeros que están presos por enfrentar esta política de hambre y miseria.
AS- ¿Querés decir algo más a los lectores de Avanzada Socialista?
DR- Si, que sigan difundiendo las luchas de todo el país, que traten de organizarse desde donde puedan y en la medida que puedan. Y de cara al 8 de marzo, al 24 de marzo, salir a las calles. Que el Gobierno no se salga con la suya de meterle miedo a los trabajadores. Creo que este verano es la muestra de que el pueblo tiene disposición a luchar. Que los dirigentes sindicales traidores no sean el impedimento para que las luchas avancen. Que tanto el 8 como el 24 hagamos masivas movilizaciones para derrotar este plan económico.
Y si Macri se tiene que ir para que podamos vivir mejor, que se vaya.