El Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, autorizó el regreso a clases presenciales. Habilitó a que cada provincia decida la fecha de regreso. El pasado lunes más de 50 establecimientos educativos retomaron las clases presenciales y en la Ciudad de Buenos Aires, ya se está programando la revinculación. En la Técnica n°15 de Barracas ya suspendieron las actividades por contagios.
Sin recursos no hay continuidad pedagógica
El problema que se plantea es que la pandemia puso en evidencia las desigualdades pre-existentes en nuestro país: el acceso al agua potable, déficit habitacional, el no acceso a la luz y/o a una buena conexión de internet, entre varios puntos más. Esto representa un gran problema a la hora de hablar de una continuidad en la educación. Todo lo enumerado son elementos básicos con los que se deben disponer para su garantía, sin mencionar algunos más que revisten de la misma importancia (alimentación completa y nutritiva, computadoras/ notebooks libres a disposición del menor, etc.).
El problema son las desigualdades económicas, el crecimiento de la pobreza, imposibilitan una educación eficiente. Según UNICEF, la pobreza infantil es del 62,9% y alcanza a más de 8 millones de chicos en Argentina. Es allí donde radica el problema al cual tanto Trotta como el resto de los Ministros, y hasta el mismo Presidente de la Nación, deberían estar solucionando.
La presencialidad nos expone al virus
Estamos en un punto crítico en cuanto a la enfermedad. Argentina es el 5º país con más contagios en el mundo y el pasado 18 de octubre tuvimos 1160 muertes, sólo en un día, entonces ¿es conveniente la vuelta a clases?
La respuesta es NO. Por más eficiente que sea el protocolo dentro de las aulas, los chicos y personal docente/no docente no tienen garantizado la ida y vuelta. Por lo que la exposición al transporte público será un gran foco en donde pueden ocasionarse muchos contagios. Además en las escuelas muchas veces no está garantizada el agua potable, hay infestación de ratas, techos que se caen, y problemas de infraestructura preexistentes.
Debemos resguardar la salud. Si realmente les importara la educación como dicen, deberían haber suspendido el ciclo lectivo hasta garantizar los dispositivos a todos y todas los y las estudiantes y docentes.
Esta propuesta de volver a clases presenciales es para disimular que su proyecto de continuidad educativa demostró su falsedad. No hubo proceso de aprendizaje, se forzó a docentes a un trabajo brutal, que tuvo resultados lamentables. Y a los alumnos, que ya venían en un proceso discriminatorio de escuela para ricos y escuela para pobres desde hace años, se los sometió a una discriminación social peor, porque unos pocos que pudieron seguir los contenidos, y la mayoría, en más o en menos, quedaron rezagados por la falta de recursos.
Se demuestra que la continuidad escolar fue una estafa, cuyo único objetivo (dictado por el Banco Mundial) es naturalizar como positivo un mecanismo que no sirve para educar niños, que es la educación a distancia. La farsa continúa ahora en la presencialidad, con los chicos teniendo que estudiar a pleno sol o bajo la lluvia. El gobierno teniendo que comprar sombrillas para «parchar» un poco esta situación de precariedad.
Además, detrás de la presencialidad se esconden las presiones de las patronales que quieren obligar a trabajadores y trabajadoras con hijes a cargo a levantar las licencias. Es tarea de todes combatir esto.
Combate a la vuelta
Estudiantes, docentes y no docentes no podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta situación. La comunidad educativa de conjunto debemos rechazar esta propuesta. No nos expondremos al contagio. Es necesario que pongamos de pie un plan de lucha para rechazar el plan de Trotta y Acuña. Ademys ya voto el paro de 48 hs, UTE y los demás gremios deben acompañar la medida. Los centros de estudiantes y federaciones estudiantiles deben ponerse a la cabeza de esta lucha. Con la organización por abajo de docentes, estudiantes, y madres y padres conseguimos frenar el cierre de las escuelas nocturnas el año pasado. Ahora tenemos que seguir el mismo camino. Las maestras jardineras ya comenzaron. En una charla por zoom con la jefa del área de inicial, masivamente dijeron «¡No volvemos!»
Ahora tenemos que seguirla. En cada escuela, terciario y universidad debemos organizar petitorios, asambleas virtuales, charlas, todos los medios que encontremos para salir de conjunto a rechazar la presencialidad.
26 de octubre 2020