Para llevar adelante el brutal ajuste que está implementando, Macri y su gobierno se valen de todas las “herramientas” que la democracia para ricos le ofrece: las leyes represivas (como la ley antiterrorista votada en el gobierno de Cristina Kichner), los servicios de inteligencia, la Gendarmería, las policías, la Justicia y sus jueces. Cuenta, además con la colaboración de la Cámara de Diputados y los Senadores para arrimarle los votos necesarios para aprobar leyes para seguir avanzando sobre nuestros derechos.
Tras el cinismo y la mentira esconde la persecución política y encarcelamiento, de luchadores y también de algunos miembros del gobierno anterior, con causas manipuladas y agitadas en los medios afines, impulsadas por jueces y fiscales “amigos”.
Son los casos por ejemplo de Milagros Sala y los militantes de la Tupac. De Facundo Jones Huala. De los compañeros César Arakaki, Dimas Ponce, y Esteban Rossano. La persecución a nuestro compañero Sebastián Romero, los presos del 14 de diciembre y una larga lista de procesados. Pero también están los que han sido acusados de “traición a la Patria”, por el “Memorándum con Irán”, por el atentado de la AMIA, aunque nuestro país no ha estado en guerra con ese país. Por esta causa están siendo procesados la ex presidente Cristina Kirchner, el ex cacillerTimerman, y dirigentes como Luis Dêlía, Esteche, Zanini están presos.
Desde el PSTU repudiamos estas acusaciones por ser persecutorias e impulsamos una amplia campaña por la libertad de los presos políticos, el desprocesamiento y el fin de las persecuciones.
La persecución a toda la oposición
Consideramos presos y perseguidos políticos a los que enfrentan en las calles y en los lugares de trabajo o estudio la política de este Gobierno. No cabe ninguna duda que son nuestros presos y debemos defenderlos más allá de las diferencias políticas que tengamos.
¿Pero qué hacer con aquellos dirigentes que hemos enfrentado y combatido del gobierno anterior? ¿Cómo nos posicionamos frente al encarcelamiento o procesamiento de quienes hemos exigido que se investiguen los casos de corrupción y robo del patrimonio del Estado?
Seguiremos exigiendo cárcel para todos los corruptos y ladrones que se valen del estado, de los sindicatos y de los amigos del poder para hacer buenos negocios.Y esto es así tanto para gobiernos anteriores, como para el actual, ya que como ha quedado demostrado la familia Macri, los Kirchner y los grandes empresarios han hecho buenos negocios y se han beneficiado del aparato estatal.
Sin embargo este Gobierno ha instrumentado una campaña para atacar las conquistas históricas de los trabajadores y también las retaceadas conquistas logradas con la lucha, en el gobierno anterior. Y para justificar eso persigue a algunos de sus dirigentes, utilizando la excusa, por ejemplo del Memorándum con Irán.
Desde el PSTU hemos combatido esa política del gobierno de Cristina. El caso AMIA puso en evidencia como el imperialismo e Israel presionaron y direccionaron las investigaciones. Cómo jueces y policías, organismos de inteligencia hicieron todo lo posible por encubrir y mandar presos a quienes ellos querían. Y los gobiernos de Menem, los Kirchner y ahora Macri acomodaron sus políticas en el caso AMIA a los requerimientos del imperialismo y sus diferentes políticas.
La persecución ahora al gobierno anterior no se inscribe en la búsqueda de la verdad. Por el contrario acaban de sobreseer a fiscales que fueron acusados de encubrimiento. Lo que hay ahora con esta persecución es un claro objetivo político de disciplinar a toda la oposición y de obedecer fielmente la política del nuevo amo imperialista Donald Trump, que quiere castigar lo que considera una política favorable para Irán (el Memorandum).
No nos comemos el discurso democrático ni de anti corrupción justamente de un Gobierno que reprime la lucha de los trabajadores con la Gendarmería, que persigue y mata al pueblo Mapuche (como la extradición a Chile de Facundo Jones Huala; el asesinato de Rafael Nahuel o Santiago Maldonado) y que es tan corrupto, o más, que todos los gobiernos anteriores.
Como decíamos, Macri y su gobierno para aplicar el violento ajuste contra los trabajadores, atacan elementales derechos democráticos. Están sentando un peligroso antecedente antidemocrático contra toda la oposición política y sindical. Todos podemos ser acusados con pruebas falsas de “traición a la patria”, de “violentos” por defendernos de la represión, de “atacar las instituciones democráticas”. Nos pueden intervenir sindicatos por hacer huelgas u organizar piquetes, etc.
¿Qué debemos defender entonces?
Como decíamos más arriba Macri encabeza un gobierno que busca hacer retroceder conquistas como el derecho a la jubilación, la estabilidad laboral, horas extras. Impulsa una nueva reforma del Estado con miles de despidos, cierre de fábricas y servicios; ataca la educación y la salud pública. Todo con el objetivo de beneficiar a las multinacionales, la gran patronal y al pago de la deuda externa. En ese sentido es un gobierno más reaccionario, más anti obrero y antipopular y pro imperialista. Por eso quiere disciplinar, enchalecar y reprimir a toda la oposición.
Frente a esto, es necesario defender las libertades democráticas y repudiar toda persecución política, asi como en el ´76 nuestro partido de entonces, el PST, no dudó en pedir la libertad de Isabel Martínez de Perón, a pesar de que encabezó un gobierno represivo y anti obrero, y de Lorenzo Miguel, burócrata de la UOM, a quienes había enfrentado duramente durante su gobierno y gestión. Por eso, repudiamos la persecución política a Cristina Kirchner, Zanini y Delia por la causa del Memorándum de Irán, aunque no compartamos ni un poco sus políticas, ni en el gobierno, ni en la “oposición”.
Pero tampoco nos confundimos, ni metemos todo en la misma bolsa como quiere hacer el kirchnerismo: queremos que todos los corruptos de este gobierno y de los anteriores vayan presos, porque se roban la plata de los trabajadores y el pueblo, lo cual en muchos casos nos cuesta la vida, por eso no defendemos ni a Julio De Vido, juzgado por la causa del accidente ferroviario de Once, ni a Amado Boudou, así como no defendemos a Lula en Brasil,y continuaremos peleando por la cárcel a los funcionarios del gobierno actual que es de público conocimiento su corrupción mediante los paraísos off shore y demás formas.