¿CONTROL DEL VIRUS O DEL PUEBLO TRABAJADOR?

Fuerzas represivas en las calles

 

Entre las nuevas medidas restrictivas para controlar la tasa de contagios está la de restricción del horario de circulación. Desde las 20 hs. hasta las 6 de la mañana, sólo podrán hacerlo aquellos que posean permisos de trabajadores esenciales y quedan suspendidas todas las actividades recreativas, sociales o culturales en lugares cerrados. Estas medidas van a ser controladas con las fuerzas federales de seguridad, quienes serán los garantes del acatamiento de las mismas. 

El mismo Presidente mencionó la importancia de un “control riguroso” en cada uno de los lugares y que “las Fuerzas Armadas estarán afectadas al control de las nuevas medidas sanitarias» (1). Posterior a esto, por  si quedaban dudas al respecto, la misma Ministra de Seguridad, Sabina Frederic, salió a respaldar los dichos del Presidente e indicó que el cumplimiento, será el objetivo de las fuerzas federales (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria).  

“Disuadir, persuadir y penalizar» son las palabras que Frederic utilizó al hablar de las personas que no cumplan con dichas medidas. Sabemos perfectamente que quiere decir. Ya lo hemos escuchado y vivido durante las restricciones del año pasado, en donde, bajo el lema de la “seguridad sanitaria” se persiguió, torturó, mató y desapareció. 

Circularon a lo largo del 2020 videos en donde las fuerzas policiales, haciendo abuso del poder, ridiculizaban a chicos y chicas que encontraban por las calles. Cerraban barrios y villas populares, como el caso de Villa Azul. Mataron personas (más de 92 muertes en manos de integrantes de las fuerzas estales) y comenzaron a desaparecer personas, luego de haberlas visto por última vez en los controles policiales. Recordemos el caso de Facundo Castro, quién fue asesinado por tortura policial. 

La solución a la pandemia no vendrá con el aumento de un aparato cuya función, demuestran los hechos, es meter miedo y reprimir. El pueblo trabajador paga con sudor y sangre, el costo de la crisis acumulada por años y agravada por una catarata de enfermedad, muerte y padecimientos económicos y sociales producto del COVID-19. Ante esto, las respuestas del Gobierno Nacional y de los Gobiernos Provinciales son insuficientes o directamente no existen. Nos niegan esas respuestas y quieren que lo aceptemos sin protesta, de lo contrario: ¡palos o balas! 

Basta de impunidad policial. Ni una muerte más por gatillo fácil. Justicia por cada asesinato cometido. Queremos soluciones, no queremos más represión.

 

(1)https://www.perfil.com/noticias/politica/cual-es-el-rol-que-alberto-fernandez-la-asigno-a-las-fuerzas-armadas-en-las-nuevas-restricciones.phtml