En este enero agitado no sólo se sienten los golpes del gobierno, la resistencia de los trabajadores también se empieza a hacer oír, aunque dispersa y aislada por los dirigentes sindicales traidores
El conflicto de los petroleros de la Patagonia es hoy el punto más fuerte de la resistencia de los trabajadores del país al ajustazo del gobierno de Macri (ver páginas centrales de avanzada Socialista N° 102), pero no es el único que hay.
Los trabajadores estatales de distintas provincias, algunas gobernadas por el kirchnerismo, dependencias y municipios están en conflicto (ver página 6 de avanzada Socialista N° 102) también las fábricas están con conflicto frente a los despidos masivos, como es el caso de cerámica San Lorenzo, de Azul, provincia de Buenos Aires y en Rosario el frigorífico Fideco. La automotriz GM reabrió la lista de retiros voluntarios. Otras, como Branca, exigiendo una urgente recomposición salarial del 40% frente al hachazo que le dieron al salario los aumentos de precios. Los trabajadores del Grupo 23 (ver página 6 de avanzada Socialista N° 102) siguen resistiendo al vaciamiento del multimedio y los despidos de sus trabajadores.
Los trabajadores de la aeronáutica SOL resistiendo al cierre de la empresa, con los consecuentes 220 trabajadores en la calle, consiguieron el pequeño respiro de que les paguen hasta febrero. Y aunque los medios hayan publicitado la solución del conflicto, aún siguen en alerta, pues, aunque eso fue un avance, no está garantizada su continuidad. Cresta Roja, que venía peleando hace meses contra los despidos, según lo prometido volvería a funcionar en marzo y reincorporaría al personal, sin embargo, esa fue la promesa. En los distintos conflictos estatales, según ATE, unos 5000 trabajadores fueron reincorporados.
Estos casos mencionados, aunque iniciales y aún dispersos, muestran que los trabajadores no estamos dispuestos a dejarnos quitar el trabajo y el salario así nomás, y que con una lucha unificada habría condiciones de ganar.
¿Y los sindicatos?
Los sindicatos, que deberían representar a los trabajadores a nivel nacional son los grandes ausentes a la cita. En el caso de los estatales, aunque los despidos y ataque a las conquistas (como la quita del 82% móvil en Córdoba) se extienden en todo el país y a pesar de la violenta represión sufrida por los municipales de La Plata no hubo ni una sola acción que unifique la resistencia a nivel nacional. En algún caso hasta hay vergonzosos apoyos a los despidos como el de la Secretaria Adjunta de SOEME, Susana Mariño, que declaró “queremos colaborar con la gobernadora María Eugenia Vidal para que pueda transformar la Provincia”.
Moyano se limitó a decir que pedirán aumentos de alrededor de 30% en las paritarias. Cómo, cuándo, dónde o de enfrentar los despidos, ni una palabra. La CGT de Caló se limita a calcular que los despidos en estatales llegarán a los 65.000 y se prepara, junto con las otras centrales, para participar de las reuniones del “acuerdo social” en las que el gobierno pretende acordar antes de las paritarias.
Apoyar y coordinar: viva la lucha de los petroleros
Cada vez es más claro que para lograr que las centrales sindicales nacionales rompan su acuerdo con el gobierno y salgan a la lucha, hay que presionar a los dirigentes traidores a hacer lo que no quieren o pasarlos por encima. Necesitamos organizarnos desde cada lugar de trabajo para defender lo que es nuestro: el trabajo y el salario, y, en ese sentido, apoyar a los trabajadores que ya están luchando. Porque si ellos ganan, el conjunto de los trabajadores estaremos en mejores condiciones para salir a pelear. La lucha de los petroleros de la Patagonia es hoy un caso testigo, allí con la presión de los trabajadores y el pueblo patagónico, los sindicatos petroleros hicieron asambleas y movilizaciones en Santa Cruz Norte y la CGT regional participó, en Comodoro la CTA también movilizó. Pero no podemos dejar que esa pelea siga aislada del conjunto del país o se pierda. Porque si ellos ganan, ganamos todos.
El aislamiento y la dispersión no favorecen a que las luchas triunfen, por ello es necesario romper con eso que nos imponen los dirigentes vendidos y empezar a coordinar. Llamamos a todos los sectores, activistas, cuerpos de delegados y comisiones internas combativas que estén dispuestas a enfrentar el ajuste, a poner en pie un único encuentro. Que sea éste una alternativa de los trabajadores en la cual las asambleas sean el mecanismo para mejor luchar y derrotar el ajuste de Macri y las patronales. Quieren garantizar con represión y criminalización de la protesta, como sucede con el encarcelamiento de Milagro Sala, que el ajuste pase.
¡Que la CGTs y CTAs rompan sus acuerdos con el gobierno y organicen un plan de lucha nacional!
¡Prohibición de los despidos! ¡Ninguna familia sin trabajo! ¡Pase a planta permanente de todos los contratados!
¡Estatización con control obrero de toda empresa que amenace con cierre o despida!
¡Reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial!
¡Por recomposición salarial!
¡Contra la represión a las luchas!
¡Inmediata libertad a Milagro Sala!
¡Por el triunfo de los petroleros y todas las luchas en curso!
¡Unidad para ganar!