El virus ya ha infectado a más de 40 millones de personas alrededor del mundo (según los datos registrados). Las muertes superan el millón. Europa, que creía que ya se encontraba superando la pandemia, entró en una fase de rebrote. En África las condiciones de pobreza y el saqueo generalizado que realizan las potencias mundiales muestran que los casos reales se cuentan por millones más que los registrados. EEUU se acerca a unas elecciones cruzadas por la pandemia, siendo el primero en cantidad de casos confirmados y en cantidad de muertes. Nuestro país hoy está entre los primeros puestos en cantidad de personas infectadas. Y mientras el sistema de salud colapsa, las industrias no esenciales siguen funcionando, las aperturas continúan y las patronales presionan para que se elimine lo poco que queda de cuarentena, por ejemplo las licencias de trabajadores y trabajadoras con hijos e hijas a cargo.
Colapsa la salud en todo el país
Ya cruzamos el umbral del millón de casos. Al 15 de octubre la ocupación de camas de terapia intensiva a nivel nacional es del 64%. En Tucumán llega al 86%, 90% en Rosario y 88% en General Roca. En muchos casos los pacientes se encuentran realizando giras por hospitales buscando una cama vacante.
Estamos entre los 20 países con más muertes por COVID-19 sobre la cantidad de habitantes. El personal de salud argentino, agotado después de 7 meses de trabajar sin descanso y en el peor momento, a principio de septiembre contaba más de 34 mil afectados. En cuanto a los testeos, al 10 de octubre solamente se habían realizado 2 millones. En las últimas semanas la tasa de positividad (cantidad de casos positivos sobre cantidad de testeos que se realizan) ronda el 65%. Según recomendaciones internacionales, este porcentaje no debería llegar al 10%. Esto quiere decir que lo casos podrían ser muchísimos más que los detectados.
¿Salud o economía?
Frente al rebrote de casos en Europa, la OMS ha recomendado volver a las cuarentenas estrictas. Pero al poco tiempo, David Navarro, delegado del organismo en Europa, recomendó no recurrir a este método por el daño que ocasiona a la economía.
Nuestro país no escapa a esta contradicción. Al principio de la pandemia, existía un debate alrededor de cuidar la economía o priorizar la salud. Hoy, el Gobierno Nacional plantea restricciones más duras en diferentes distritos del interior. Varios gobernadores e intendentes se le resisten, como en Mendoza, para atender la crisis en sectores como el gastronómico.
Y en medio de esta polémica, con 7 meses de cuarentena y estando entre los primeros lugares en cantidad de contagios del mundo, mucha gente se pregunta si todo esto sirvió de algo.
En primer lugar, hay que aclarar que la cuarentena de Alberto Fernández jamás fue del todo estricta. Empresas que poco tenían de esenciales nunca dejaron de trabajar. De la mano de protocolos poco eficaces y que casi no se cumplen, la industria se fue reactivando. Para colmo, en el momento de mayor recrudecimiento de la pandemia, el Gobierno comenzó a autorizar la apertura de los comercios, bares, etc. Y aclaró que si los contagios crecían, era culpa de la gente, que no se cuidaba.
En segundo lugar, tenemos que mencionar que cuando hablan de cuidar la economía, se refieren a cuidar el bolsillo de los que más tienen. Y en esto, el Gobierno ha cumplido: pagando salarios a trabajadores privados con fondos del ANSES, permitiendo la reducción salarial y el pago en cuotas de los aguinaldos, negociando con el FMI el pago de la Deuda Externa, y ni hablemos del Impuesto a la Riqueza o medidas similares con las que recularon totalmente. Mientras, a los trabajadores nos han vaciado los bolsillos. Y la única migaja que nos dieron fue el IFE ($10.000.- cada dos meses), al que no todos pudimos acceder, y fue totalmente insuficiente.
Mientras no haya vacuna, la única medida que se ha mostrado efectiva es la cuarentena. Basta con comprobar como luego la apertura de sectores de la industria o el comercio fue acompañada, semanas después, de aumentos en la cantidad de casos. Que la cuarentena implementada al principio por Alberto Fernández sea una farsa, no quiere decir que no servía.
Fuente: https://chequeado.com/el-explicador/que-fue-lo-que-dijo-la-oms-sobre-la-cuarentena/https://www.telam.com.ar/notas/202010/523161-anuncio-nueva-fase-aislamiento-alberto-fernandez-coronavirus-argentina.htmlhttps://www.diariouno.com.ar/politica/que-hara-suarez-la-cuarentena-mendoza-el-anuncio-del-presidente-n580279https://www.pagina12.com.ar/256909-trabajadores-de-felfort-piden-cumplir-la-cuarentena
La vuelta a clases
El Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, autorizó el regreso a clases presenciales. Habilitó a que cada provincia decida la fecha de regreso. El pasado lunes más de 50 establecimientos educativos retomaron las clases presenciales y en la Cuidad de Buenos Aires, ya se está programando la revinculación. El problema que se plantea es que la pandemia puso en evidencia las desigualdades pre-existentes en nuestro país: el acceso al agua potable, déficit habitacional, el no acceso a la luz y/o a una buena conexión de internet, entre varios puntos más. Esto representa un gran problema a la hora de hablar de una continuidad en la educación. Todo lo enumerado son elementos básicos con los que se deben disponer para su garantía, sin mencionar algunos más que revisten de la misma importancia (alimentación completa y nutritiva, computadoras/notebooks libres a disposición del menor, etc.). Por todo esto el Gobierno plantea que la forma más efectiva es la vuelta a las clases presenciales, bajo ciertos protocolos. Estamos en un punto crítico en cuanto a la enfermedad. Argentina es el 5º país con más contagios en el mundo y el pasado 18 de octubre tuvimos 1160 muertes, sólo en un día, entonces ¿es conveniente la vuelta a clases?
La respuesta es No. Por más eficiente que sea el protocolo dentro de las aulas, los chicos y personal docente/no docente no tienen garantizado la ida y vuelta. Por lo que la exposición al transporte público será un gran foco en donde pueden ocasionarse muchos contagios.
Debemos resguardar la salud. Si realmente les importara la educación como dicen, deberían haber suspendido el ciclo lectivo hasta garantizar los dispositivos a todos y todas los y las estudiantes y docentes. El problema son las desigualdades económicas, el crecimiento de la pobreza, imposibilitan una educación eficiente. Según UNICEF, la pobreza infantil es del 62,9% y alcanza a más de 8 millones de chicos en Argentina. Es allí donde radica el problema al cual tanto el Trotta como el resto de los Ministros, y hasta el mismo Presidente de la Nación, deberían estar solucionando.
Esta propuesta de volver a clases presenciales es para disimular que su proyecto de continuidad educativa demostró su falsedad. No hubo proceso de aprendizaje, se forzó a docentes a un trabajo brutal, que tuvo resultados lamentables. Y a los alumnos, que ya venían en un proceso discriminatorio de escuela para ricos y escuela para pobres desde hace años, se los sometió a una discriminación social peor, porque unos pocos que pudieron seguir los contenidos, y la mayoría, en más o en menos, quedaron rezagados por la falta de recursos. Se demuestra que la continuidad escolar fue una estafa, cuyo único objetivo (dictado por el Banco Mundial) es naturalizar como positivo un mecanismo que no sirve para educar niños, que es la educación a distancia.
¿Qué es la OMS?
Fundada en 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializado, según su constitución, en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en la salud. Entendiendo como salud a un estado de completo bienestar físico, mental y social.
¿Quién la financia? Se nutre de dos fuentes distintas. En primer lugar, están las contribuciones obligatorias de los 194 estados miembros. Son cuotas fijadas por la ONU, el valor se obtiene de una fórmula que tiene en cuenta la riqueza y la población de cada país. En segundo lugar aparecen las contribuciones voluntarias, pueden ser donantes estatales como no estatales. De aquí es donde sale el mayor porcentaje del presupuesto.
Este es el problema, porque son entonces los donantes quienes establecen la agenda que debe seguir la OMS. De acuerdo con la información financiera ofrecida por ellos, Estados Unidos es el principal contribuyente, seguido por China (teniendo en cuenta tanto el aporte estatal como las donaciones de empresas privadas).
Los aportes son realizados por empresas multinacionales que explotan los recursos naturales y obtienen mano de obra a salarios mínimos de países dependientes cómo los de América Latina, Asia y África. Su accionar está limitado y determinado por las grandes empresas. Es imposible llegar al bienestar físico, mental y social que plantea su constitución mientras dichas multinacionales sigan explotando al pueblo trabajador.
Entonces lejos de ser un organismo en función del bienestar general de la población, es un apéndice de las empresas farmacéuticas y los gobiernos imperialistas y de todos los negocios que se hacen a costa de la salud de los pueblos.
Combatir el COVID, sin aumentar la pobreza, en 3 simples pasos
1) Cuarentena general con garantía de ingresos no menores a la canasta familiar para todos y todas: Cierre de todas las ramas de la industria no esenciales. Pago del 100% de los salarios. Ingreso universal para los desempleados igual a la canasta familiar. Organización de comités de trabajadores esenciales para elaborar los protocolos necesarios y garantizar su aplicación. Que se usen los hoteles y las viviendas vacías para albergar a quienes no tienen techo o viven en condiciones de hacinamiento. Entrega de canastas alimentarias que contengan lácteos, verduras y carnes, suspensión del pago de servicios y acceso gratuito a internet para todos y todas.
2) Plan de emergencia de salud: Testeos masivos a toda la población, empezando por el personal de salud. Declarar de interés público todos los laboratorios, hospitales y clínicas privadas. Que el personal de salud efectúe urgente relevamiento de todos los faltantes en insumos y personal para solucionarlos inmediatamente. Pase a planta y salario digno para todo el personal de salud. Por un sistema único, estatal y universal de salud.
3) Que la crisis la paguen los que más tienen: Dejar de pagar ya mismo la deuda al FMI. Anulación del ATP. Impuestos progresivos a las grandes fortunas. Aumento de las retenciones a las mineras, petroleras y al agro. Prohibición real y efectiva de despidos y suspensiones. Reincorporación y/o trabajo para todos los despedidos. Toda empresa que se declare incapaz de pagar salarios debe abrir sus libros contables para demostrarlo. Las que efectivamente se encuentren quebradas o las que se nieguen a cumplir serán estatizadas y reconvertidas para cubrir las necesidades que trae la pandemia. Que las multinacionales y grandes empresas nacionales garanticen los salarios de todos los tercerizados.