Haciéndose eco de una editorial del diario ecuatoriano “El telégrafo”, el cual seguía los lineamientos del presidente de ese país, Rafael Correa, la ex presidenta Cristina Kirchner realizó declaraciones sobre la existencia de un nuevo Plan Cóndor (ver recuadro), el cual tendría como objetivo primordial judicializar y encarcelar tanto a Lula como a ella misma. Todo esto sería, según la campaña a la que se ha sumado CFK, parte de una supuesta “ola conservadora” a nivel continental, con gobiernos de derecha que ahora sí aplican los planes imperialistas. ¿Qué se esconde detrás de esta campaña de los otrora “progresistas”?La derrota electoral del kirchnerismo en Argentina, el impeachment a Dilma en Brasil o la crisis del gobierno de Maduro en Venezuela están muy lejos de obedecer a un plan imperialista como el de la década del 70 que impuso dictaduras militares en casi toda Latinoamérica. Tampoco responde a la llegada de una ola conservadora o un aluvión de la derecha como pretenden presentar estos sectores, incluso con la comparsa de algunas corrientes de izquierda que les claudican.
Las verdaderas causas del derrumbe de los gobiernos de tinte “progresista”, nacionalistas o con discurso “distinto” a los habituales, reside en su política mientras gobernaron. Llegaron apoyados en las ilusiones de los sectores populares, pero aplicaron los planes imperialistas hasta ir apagandolas. Son los gobiernos que batieron records en pago de deuda externa a costa del bolsillo de los que menos tienen, son los que entregaron los recursos naturales y las riquezas de nuestros países a las multinacionales, los devaluadores, los que reprimieron y judicializaron la protesta social. Así fueron las Cristinas y las Dilmas quienes abrieron la puerta a los Macri y los Temer.
El imperialismo no hizo nada nuevo de lo que suele hacer con estos gobiernos serviles: aprovechar el apoyo popular que tienen para exprimirlos mientras le garantizan aplicar sus planes. Luego, cuando necesita redoblar el saqueo, si ya no le sirven pone la ficha en otros candidatos.
Lo de Cristina y compañía no tiene nada que ver con un nuevo Plan Cóndor. Si hablamos de aves se asemeja más al tero, pega el grito en un lado solo para despistar de las verdaderas razones de su debacle. Mientras tanto, sigue haciendo su nido junto al imperialismo e intentar montar un nuevo engaño a los trabajadores y sectores populares.
El nuevo Plan Cóndor son los planes de ajuste
El plan que realmente existe por parte del imperialismo es el de profundizar y dar un salto en el saqueo de nuestros países ante la crisis económica mundial. No son solo una continuidad de los que venían llevando adelante hasta ahora los gobiernos, sino un salto mayor en el nivel de ataque a los trabajadores y el pueblo pobre. ¡Y este es el plan que hay que enfrentar y derrotar!
Y aquí es donde nuevamente se cae la careta de los “progresistas”: ninguno está dispuesto a ir a fondo en la lucha y la movilización para derrotar los planes de ajuste. No pueden, porque no tiene ninguna propuesta sustancialmente distinta al plan imperialista que los gobiernos actuales aplican. Por eso ni el PT con la CUT impulsan la huelga general hasta derrumbar al gobierno de Temer, ni el kirchnerismo desde las organizaciones sindicales que conduce impulsan el paro y la movilización hasta derrotar el plan de Macri. Su “resistencia” se reduce a altisonantes declaraciones, alguna movilización aislada, y a decirle a los trabajadores que la solución es que los vuelvan a votar en la próxima elección.
Por ello ninguno son la alternativa ni la herramienta que necesitamos para la tarea que tenemos por delante. Los trabajadores y los pueblos latinoamericanos necesitamos enfrentar y derrotar el nuevo “Plan Condor” del imperialismo y sus gobiernos serviles, expresado en los planes de ajuste, saqueo, entrega y represión que llevan adelante los Macri, Temer, Bachelet, Correa, Morales o Maduro.
Necesitamos construir nuestra propia herramienta para pelear por una revolución y una Segunda Independencia latinoamericana, por darle una salida obrera y socialista a la actual crisis. Desde la LIT-CI y cada uno de sus partidos en Latinoamérica te invitamos a organizarte para dar juntos esta pelea.
1) http://www.derechoshumanos.net/
¿Qué fue el Plan Cóndor?
A nivel latinoamericano se produjo, a principios de los ’70, un proceso de luchas y de ascenso obrero y popular que, sumado a la crisis mundial, hizo que el imperialismo desnudara su faceta más cruda en cuanto a su política opresiva. Se encargó de organizar, junto a las burguesías nacionales, golpes de Estado que derivaron en cruentas dictaduras (golpes como el del ’73 en Chile o el ’76 en Argentina son ejemplos de esto).
La política del imperialismo no finalizó con los golpes. El secretario de Estado de EE.UU. de ese entonces, Henry Kissinger, se encargó de crear una extensa red internacional de represión y persecución: el Plan Cóndor. Este mismo quedó concretado en 1975 entre la CIA y los servicios de inteligencia militar de Argentina –entonces la única democracia-, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Entre sus objetivos se encontraba formar represores para operar en toda Latinoamérica, compartir la información obtenida por los respectivos servicios de inteligencia –contaba con una línea telefónica exclusiva- y coordinar las medidas a nivel regional intentando cortar así la solidaridad internacional de los que llegaban a exiliarse.
Por ejemplo, numerosos militantes que frente a la cruenta represión lograban irse de alguno de los paises, eran perseguidos por los grupos de tareas que operaban en el otro, llegando incluso a ser asesinados a pedido de las dictaduras de su país de origen. Entre los más resonantes se encuentra “el secuestro de los uruguayos” en el cual bajo consentimiento del gobierno brasileño altos oficiales uruguayos entraron a su territorio para llevarse una pareja de militantes opositores a la dictadura.
Asimismo, el intercambio y la uniformidad de los métodos represivos fue tal que existieron pasantías de distintos oficiales entre distintos países para aprender la manera cómo se procedía en el otro.
En todos los países existen todavía en actividad los mismos nefastos aparatos represivos sin siquiera ser castigados: todos en complicidad con el gobierno de turno.