Hace pocos días la justicia confirmó las condenas a los músicos de Callejeros y a funcionarios de baja categoría involucrados en la tragedia anunciada más importante que tuvo nuestro país. Aníbal Ibarra, el principal responsable político está en libertad y nunca fue llamado a declarar.
En Diciembre del 2004, 194 pibes perdieron la vida, 700 quedaron heridos y la juventud fue marcada de por vida, criminalizada su música y su cultura. La falta de controles, las coimas, la corrupción y el circo armado en torno a lucrar hasta el último peso incluso a costa de la vida de cientos de pibes mostraron la cara más cruda, más real, del capitalismo.
De condenados y exculpados
Una vez más, nos vuelven a mostrar para quién gobiernan los partidos patronales y para quién inclina la balanza la justicia. Este último fallo condena con más años a los músicos de la banda que a los funcionarios del gobierno.
Callejeros, una banda nacida con letras de cuestionamiento social y tocando en los barrios desde abajo, conoció de la peor manera el negociado de la música. La aceptación de las condiciones de los empresarios de la música para tocar bajo cualquier condición les costó la carrera y la pérdida de familiares y amigos. Ahora, nuevamente son puestos en primera plana como chivo expiatorio para “cerrar el caso” y exculpar a los principales responsables.
El gobierno es responsable
El gobierno kirchnerista (que gobernaba el país con Néstor en 2004) ha decidido cortar la cadena de ”culpables” antes de que llegara a la cabeza y los ensuciara. Tal es la desidia y el desprecio por los pibes que perdieron la vida que Aníbal Ibarra es hoy legislador porteño y fue este mismo año candidato a Jefe de Gobierno por el Frente Para la Victoria. En más de una década nunca fue llamado a declarar y hoy dice impunemente que todo fue una manipulación para sacarlo del cargo.
Estamos llenos de Cromañones. Hospitales y escuelas que se caen a pedazos, fábricas sin medidas de seguridad donde la pérdida de la vida de un obrero es moneda corriente, trenes sin frenos y falta de obras que permiten que cientos pierdan la vida y lo poco que tienen en una inundación. Que paguen los culpables de Cromañón es una pelea contra el gobierno de los empresarios y de los patrones. Es una pelea contra la impunidad diaria de sufrir una sociedad y un sistema que pone la ganancia antes que la vida. Una lucha que hoy implica ir directamente contra el Gobierno Nacional, la oposición patronal y la justicia de los empresarios y gobernantes que prefiere colgar perejiles antes de tocar a sus socios.