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Crónica de una tormenta anunciada

Las tragedias climáticas como todo en la vida siempre le pegan más fuerte a las/os trabajadores y a las/os más pobres. Así fueron las pasadas tormentas del mes de marzo de las que aún hoy se sufren las graves consecuencias que dejó tanto a nivel humano como también de infraestructura. Podemos pensar que las condiciones climáticas son hechos de la naturaleza misma y que no hay mucho que hacer, la ciencia nos demuestra que eso no es así.

¿La naturaleza se volvió salvaje?

Hay muchos factores que evidencian el tratamiento que recibe el planeta de la mano de las grandes industrias que explotan sin piedad los recursos naturales de la humanidad. Como la monopólica minera canadiense BARRICK GOLD CORPORATION, que en 2015 contamino 5 ríos en Veladero (provincia de San Juan) derramando cianuro, mercurio entre otros minerales pesados, dejando como saldo afecciones humanas y naturales muy graves, la SHANDONG GOL de capitales chinos, que se lleva el oro y la plata de nuestras provincias patagónicas, o la PANAMERICAN SILVER CORP. también de Canadá, que explota minerales de alto valor monetario, por mencionar algunas.

También las petroleras que exprimen los pozos utilizando los métodos más invasivos para llenar sus barriles que salen de los puertos argentinos hacia el mundo y acá no dejan nada. Hablemos de los campos de soja a lo largo y ancho del planeta fumigados con agrotóxicos. Todo con el fin de hacer negocios inmobiliarios millonarios. El litio, también atrae a los millonarios del mundo, como a los chinos con GANFENG LITHIUM, yanquis LIVENT y la australiana ALLKEM. El cantautor Atahualpa Yupanqui decía: “Las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas…”

¿Qué pasa con las inundaciones?

Las investigaciones y trabajos de los organismos nacionales e internacionales, como la NASA, y de los ministerios y universidades, han denominado “calentamiento global” a los cambios climáticos producido entre otras cosas por el aumento de dióxido de carbono que las empresas emiten hacia la atmósfera, produciendo reacciones como la desaparición de glaciares, disminuye la capa de nieve, aumento del nivel del mar, eventos extremos de lluvias intensas, caídas de granizo, temperaturas altas, también la sequía entre otros estados.

Sumado a todo esto la falta de inversión en infraestructura de todos los gobiernos capitalistas, desfinanciamiento, desvío de fondos como parte de la corrupción y negocios particulares. El “no se inunda más” de Macri, quedó hundido bajo el agua. Y con la actual gestión de Javier Milei, se suma el fin de las obras públicas dejando servido en bandeja a los negocios privados que solo les importa aumentar sus ganancias sin medir sus impactos.

Las últimas fuertes tormentas ocasionaron graves secuelas, lo que se había advertido desde los Centros Meteorológicos con alerta naranja. En el área metropolitana (AMBA) afectó profundamente con daños por las calles llenas de agua, avenidas limitando los accesos, la avda. General Paz se convirtió en una catarata en plena ciudad, sin suministro eléctrico, caída de árboles y estructuras como la que le quitó la vida a una señora que bajaba de su auto al llegar a su casa en el barrio de Recoleta.

En el conurbano bonaerense hizo lo suyo, graves situaciones se vivieron en La Plata, Ensenada, Berisso, Navarro, Florencio Varela, Quilmes, La Matanza, Cañuelas, Marcos Paz, y otros. Miles tuvieron que abandonar sus casas con el agua hasta las rodillas, sin luz, en el medio de la noche, en muchos casos perdiendo todos sus recursos materiales y como podían con la ayuda de vecinos y familiares.

En La Matanza, Defensa Civil y el Municipio se demoró mucho en dar asistencia, algunas familias se evacuaron solas entrando en las escuelas de la zona, a quienes de manera inhumana la Policía Bonaerense los desalojó sin compasión habiendo niños, ancianos, madres embarazadas. Algunos fueron llevados a Sociedades de Fomento para pasar la noche, sin comida, con la amenaza de las lluvias, viento, mosquitos y miseria. Esto es solo una narración como postal de lo que sucede en cada tormenta.

 ¿Qué hacemos frente a esta situación?

Las inundaciones serán cada vez más frecuentes, aunque Milei siga negando el cambio climático. La única salida exige romper con los intereses de los empresarios, como está planteado en las páginas 6 y 7 de este número de Avanzada Socialista. Por ejemplo, si nacionalizamos el petróleo o la minería y lo ponemos bajo control de los trabajadores, seremos nosotras y nosotros quienes decidiremos cuánto se extrae, y para qué. Entonces podremos invertir la renta petrolera en el desarrollo de energías renovables, para combatir el cambio climático.

A la vez, tenemos que tomar medidas Evidentemente necesitamos un plan de obras públicas para hacer cloacas, desagües o cualquier obra necesaria en las zonas más afectadas, para además generar puestos de trabajo. Expropiar todos los departamentos vacíos en barrios de lujo como Puerto Madero (utilizados para la especulación inmobiliaria), para alojar a las familias afectadas por los temporales. Lo mismo con procurar alimento de los grandes supermercados, materiales de construcción de los corralones, etc.

Todo esto implica romper con el modo de producción actual. El capitalismo no solamente empobrece y mata de hambre. También provoca desastres naturales. Cada vez es más necesario que los trabajadores nos organicemos, para cambiar nuestra vida, y el planeta.