El miércoles 31 de Julio se conoció en Río Negro, la sentencia en el caso de Daniel Solano. Prisión perpetua para los 7 policías que estaban siendo juzgados, luego de un proceso que duró más de seis años.
La desaparición de Daniel Solano y la posterior investigación, llevada a cabo por la familia de Daniel, y por sus abogados, desnudó una trama delictiva de captación y explotación a los trabajadores golondrinas. En la que están involucrados la empresa Exprofrut, el dueño del boliche donde desapareció Daniel y la policía de la provincia de Río Negro. Este fallo condena a los ejecutores materiales de la desaparición y posterior asesinato, pero deja impunes a los principales responsables.
El joven provenía de la provincia de Salta, ciudad de Tartagal y había viajado contratado por la empresa Agrocosecha, para trabajar en poda, raleo, y cosecha de Manzanas para la empresa multinacional Expofrut, en condiciones de precarización laboral. Daniel se había organizado junto con compañeros para reclamar porque no les habían pagado lo prometido. Cuando lo contrataron en Salta le habían prometido $200por jornada y cuando a los 20 días de trabajo le pagaron sólo $870 es que se decidió junto a otros compañeros a organizar medidas para reclamar por su salario adeudado. Los trabajadores golondrinas eran hacinados en gamelas, que son galpones en los que se colocan una cama al lado de la otra y contaban con sólo 3 baños para más de 200 trabajadores. Teniendo en cuenta la cifra de personas que en ese momento estaban contratadas por la empresa, la estafa asciende a montos millonarios.
Daniel fue visto por última vez la noche del 5 de noviembre de 2011. Había ido a bailar con un grupo de compañeros a un boliche de Choele Choel y cerca de las 3 de la mañana fue secuestrado por la policía. Nunca más se supo de él. Tampoco encontraron su cuerpo.
La sentencia no está firme aún, por lo que los policías hallados culpables, continúan en libertad hasta q se pasen las instancias de apelación del fallo, ya que la justicia considera que no existe peligro de que escapen. Por otro lado, este fallo deja afuera a dos policías más que fueron partícipes necesarios del crimen.
Fue la lucha incansable de Gualberto Solano, papá de Daniel, quien junto al abogado Heredia, pelearon de manera implacable durante estos seis años. Fue Gualberto quien acampó durante años en una ciudad extraña, quien se encadenó y realizó huelgas de hambre para que la Justicia se hiciera eco de su reclamo. Finalmente, falleció unos meses antes de la sentencia.
También fue esencial el acompañamiento de distintas organizaciones de la zona que acompañaron en todo momento el proceso y a la familia en su búsqueda de justicia.
Si bien falta mucho por hacer, faltan muchos responsables de ésta y tantas otras muertes de trabajadores precarizados , la sentencia que condena a quienes asesinaron a Daniel, es un triunfo para la clase obrera.
Daniel Solano! Presente!
Gualberto Solano! Presente!