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De espaldas al pueblo festejan con las multinacionales

Héctor Gay, ex periodista de La Nueva Provincia y LU2 llegó a la intendencia representando a Cambiemos con el 43, 6 % de los votos. Sus palabras, difundidas al conocerse los resultados fueron: “Lo primero que quiero decirles es que ha ganado Bahía Blanca”.
Sin embargo poco se acordó de los bahienses el 13 de julio, cuando recibió en la ciudad al presidente Macri y a la gobernadora Vidal, junto a los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile; de Hacienda, Alfonso Prat Gay; y de Transporte, Guillermo Dietrich. No aprovechó la ocasión para impulsar reuniones de los máximos funcionarios con los representantes locales para tratar el tema de los despidos por el cierre de los comercios, el impacto del tarifazo sufrido por los vecinos, o la suspensión del servicio de trenes a Buenos Aires, por nombrar algunos de los problemas que se manifiestan en la ciudad.
De espaldas al pueblo, el encuentro se realizó en las instalaciones de la empresa Louis Dreyfus Commodities, donde cortaron las cintas de una nueva ampliación que ésta viene realizando en el predio de más de 20 hectáreas otorgado en el 2008 por el Consorcio de Gestión del Puerto. Este organismo, también presente en el acto, está presidido en la actualidad por Pablo Pusseto, quien fue por casi 20 años gerente de Profértil, mega empresa productora de Urea.

La fiesta de los ganadores

Quienes vienen ganando hace décadas hoy están a la ofensiva, amparados por un gobierno, que sin tapujos, responde en forma directa a sus intereses. En mayo el intendente Bahiense viajó a Texas a capacitarse, invitado por la Dow, mientras que Macri se reunió con el CEO de la firma, Andrew Liveris. Ambos funcionarios afirman estar gestionando el “progreso para la región”.

Un discurso que ataca los intereses del pueblo trabajador

Las empresas crecen, las ganancias se multiplican, pero los vecinos de Bahía Blanca, Gral. Cerri e Ingeniero White sufren cada vez más pérdidas. El intendente, siempre cercano a las empresas, obvió mencionar un gravísimo hecho ocurrido en Dreyfus, durante la construcción del muelle, el 24 de marzo de 2011. César Benítez, un joven paraguayo que operaba la pala mecánica, fue sepultado por un derrumbe, sin que funcionara ningún mecanismo de rescate, dando cuenta de la precariedad y la impunidad con la que operan aquí las multinacionales. Los comunicados de la CTA y la UOCRA local pusieron en el tapete la cara oculta del enriquecimiento empresarial. La muerte de Benítez, al igual que la de Juan Cruz Manfredini, quemado en un laboratorio clandestino de la Empresa Caming Cargo Control y la de Ariel Quinteros en Terminal Bahía Blanca, se suman en estos últimos años, a más de una decena de vidas que se han devorado las multinacionales con la complicidad de los gobiernos y la burocracia sindical. Esto es lo que le ofrecen nuestros gobernantes a las empresas, máxima ganancia y máxima impunidad.

Ante esta situación local, a la que se le suman los 200 trabajadores ferroviarios que quedaron a la “espera” por el cierre del servicio de Ferrobaires Bahía Blanca –Constitución, las palabras de Vidal fueron por lo menos inoportunas:
“Cuesta entender las medidas que ha tomado el gobierno, pero al final del camino redundará en más trabajo, en poder levantarse a la mañana y mostrarles a sus hijos que están ganándose el pan”.

Como planteamos tantas veces desde el PSTU, no podemos esperar nada distinto de los gobiernos patronales.Por eso el camino es la organización y la lucha de los trabajadores para recuperar sus derechos y parar el saqueo imperialista que nos ha dejado hasta sin peces en la Ría de Bahía Blanca. Muchas veces hemos salido a la calle y debemos volver a salir porque vienen por más. Por eso no nos sorprende esta unidad del Gobierno con los patrones locales y las multinacionales. Dreyfus se vanagloria en su “memoria patronal” de estar en la zona desde 1906 y haber cargado el segundo vapor con productos agrícolas en el ex muelle de hierro de Ingeniero White. Los trabajadores tenemos que levantar nuestras propias banderas y reconstruir nuestra propia memoria.