Denise y Sabrina esperaban el colectivo en Florencio Varela con unas amigas, cuando fueron acribilladas a quemarropa por el ex novio de la primera. Una nena de 16 años con retraso madurativo apareció en una sala de emergencias de Entre Ríos con la cara desfigurada porque su novio la había mantenido secuestrada y cortado con un cuchillo y suturado él mismo, antes de que se pudiera escapar. Romina, su hermana embarazada de ocho meses y tres familiares más fueron asesinados por su pareja en Hurlingham. Irma de 47 años, falleció en Misiones después de ser violada, empalada con una rama y abandonada en una zanja cuando iba a trabajar. Y sólo son algunos de los casos de este año.
En el año 2016 “se registraron 290 femicidios (incluso femicidios vinculados de mujeres y niñas) y 37 femicidios vinculados de hombres y niños. Además 401 hijas e hijos quedaron sin madre (y más de la mitad son menores de edad) y 19 asesinos pertenecían o habían integrado fuerzas de seguridad. Casi 4 de cada 10 mujeres le pidieron ayuda al Estado antes de ser asesinadas pero no consiguieron salvar su vida. (Según la investigación realizada por el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano”).
En lo que va del año 2017, las cifras no modifican la tendencia, la profundizan, 62 mujeres fueron baleadas por ser mujeres: 1 femicidio cada 18 horas, no cada 36 horas, como dijo Macri en su discurso del 1 de marzo.
El problema es que en este contexto de escalada de la violencia contra las mujeres, el gobierno de Mauricio Macri decide recortar presupuesto para el Consejo Nacional de la Mujeres, encargado de llevar adelante el Plan Bianual. Hace más de un año, Macri, María Eugenia Vidal y Fabiana Tuñez anunciaban con bombos y platillos el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género, a ser implementado entre el 2017 y el 2019 y para el cual se destinarán 750 millones de pesos del presupuesto nacional. Es decir, 0,09 centavos por mes, por cada mujer de nuestro país. A las puertas de su implementación, el Gobierno Nacional recorta el presupuesto para el plan en 67 millones de pesos, cuando las estadísticas demuestran que la violencia hacia la mujer recrudece hasta límites insoportables.
Es decir que nos está matando el Estado y sus Gobiernos, porque no destinan el presupuesto necesario para los programas de erradicación de la violencia contra las mujeres. Además de sostener un sistema judicial corrupto que estigmatiza y culpabiliza a las mujeres y niñas víctimas de violaciones y abusos, dictando penas ridículas o inexistentes a los violadores. En nuestro país podés pasar más años preso por robar fruta que por violar a un menor de edad. O lo que es peor, podés ir presa por asesinar en legítima defensa a uno de tus diez violadores, como en el caso de Higui, asaltada con violaciones “correctivas” por ser lesbiana. Y esto además en consonancia con las tendencias católico romanas, ya que, en estos dias, el Papa Francisco concedió penas menos duras a los curas pedófilos, por razones de “misericordia”. La misericordia y la flexibilidad siempre es para el victimario nunca para las víctimas.
Desde Lucha Mujer proponemos pelear por la Declaración de la Emergencia Nacional contra la Violencia Machista. Es necesario dejar de pagar la deuda externa y destinar esos fondos a refugios para mujeres en victimas de violencia, licencias por violencia de género en el ámbito laboral, etc., como medidas de alto impacto. Para terminar con la violencia machista tambien proponemos: acabar con la desigualdad laboral, guarderias en todos los lugares de trabajo y estudio, derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y a decidir cuándo ser madres, basta de despidos y ataques a la familia obrera. Plata hay, es necesario derrotar el plan de hambre y ajuste de Macri, con organización, lucha y movilización popular.