La devaluación del 21% por orden del FMI luego de las PASO, fue un garrotazo al pueblo trabajador.
La medida de derogar el impuesto al salario (¿Por qué tardaron más de 3 años en hacerlo?), es una pequeña “devolución”, con objetivos electoralistas y a un sector reducido de los trabajadores, de lo que nos robaron hace un mes. Las nuevas medidas cómo la devolución del IVA siguen siendo más de lo mismo, no resuelven los problemas de fondo de los trabajadores y el pueblo. Incluso aceptó el pedido de Milei de postergar la votación del presupuesto hasta después de las elecciones.
Más allá del debate sobre “dolarización”, el Ministro de Economía comenzó a aplicar el plan que le dictan el Fondo Monetario Internacional y Javier Milei. Su amenaza a los docentes para que no hagan más huelgas, preanuncia lo que viene para toda la clase trabajadora.
Con cualquier Gobierno, habrá más ajuste, Reforma Laboral, y fortalecimiento de las relaciones con los dirigentes sindicales que han traicionado a los obreros. Y si hay resistencia, habrá represión.
Iniciar la lucha…
No podemos esperar a las elecciones para reclamar un inmediato aumento de salarios hasta un mínimo igual a la canasta familiar, con un mecanismo de actualización automático mensual por índice inflacionario.
En muchas fábricas los trabajadores están exigiendo la reapertura de paritarias. Acompañamos ese reclamo, porque aparece como la única forma de lograr aumentos.
Pero decimos claramente que el mecanismo paritario no es la solución. Por un lado, vamos de “atrás”, corriendo y siempre perdiendo frente a la inflación. Por otro, las negociaciones quedan en manos de los traidores de siempre, con el Ministerio de Trabajo “arbitrando” a favor de las patronales. Por último, es un mecanismo que divide a los explotados. Los precarizados, los que trabajan de manera informal, los monotributistas y los gremios más débiles no tienen ninguna condición de defender su salario.
Se necesita una lucha unificada, de toda la clase trabajadora, los/as desocupados/as, los/as jubilados/as.
Preparar lo que viene
Gane quien gane, los planes del FMI serán la guía de acción del próximo Gobierno.
Eso significa que se reducirá el gasto social (perjudicando la salud, la educación y todos los servicios para el pueblo trabajador), bajarán aún más los salarios, encarecerán los precios de los alimentos para que haya menos consumo y aumenten los saldos exportables. Más de lo mismo.
Y junto a eso, vendrá un ataque inédito sobre todas las condiciones laborales (“Reforma Laboral”). Y un recorte de las garantías sindicales y los derechos democráticos. La Reforma Constitucional de Gerardo Morales en Jujuy es el ejemplo que seguirá el Gobierno que viene.
Milei y Bullrich lo dicen sin complejos, descaradamente. Massa lo oculta por razones electorales, pero lo insinúa con su amenaza a los docentes.
Por eso, no hay tiempo que perder, para preparar la resistencia a lo que viene.
Un programa obrero ante la crisis
Esa preparación requiere no solo la predisposición para la lucha directa, para comprender que nos han declarado la guerra, y que la respuesta debe estar a la altura. Necesita también un programa para el desarrollo del país y su economía al servicio de los trabajadores y la soberanía nacional. Un programa que solo puede ser obrero y socialista, dirigido a la revolución que necesitamos para terminar con el sufrimiento.
Como parte de este debate, llamamos a votar las listas del FIT-U, las únicas que no tienen patrones y proponen romper con el FMI. El debate por un programa obrero debe aprovechar las elecciones, Debemos aprovechar las elecciones para debatir ese programa obrero, para comenzar a reunirnos quienes opinamos parecido, y continuar organizándonos hasta lograr un proyecto por una Revolución Socialista.
En las páginas de este periódico, expresamos nuestras opiniones sobre el programa que necesitamos.