Vidal sigue sin poner un peso para las Escuelas de la provincia de Buenos Aires y deja que se mueran trabajadores de la Educación, como en la escuela de Moreno, donde explotó una garrafa cuando se estaba preparando el mate cocido para los chicos. Esta vez le tocó a la vicedirectora Sandra Calamano y al auxiliar Rubén Rodríguez, pero la explosión podría haber provocado la muerte de decenas de alumnos que por suerte aun no estaban en la escuela.
Esto es solo un botón de muestra del avance en el plan de destrucción de la escuela pública. Otro claro ejemplo es el intento de imponer reformas en las escuelas técnicas que significarían un recorte de más de 1500 horas reloj, eliminando materias como Artística, Construcción de la Ciudadanía, Historia, Geografía, Biología, etc. Básicamente quieren eliminar toda materia que promueva el pensamiento crítico de los pibes. Sumado a esto, se perderían 1100 horas en talleres específicos para la formación técnica, lo cual apunta al despido de muchos docentes y que los títulos de los futuros egresados pierdan validación nacional ya que no cumplirían con los requisitos para la misma.
Estas reformas intentan aplicarlas bajo el argumento de “reforzar el vínculo de los colegios con el mundo del trabajo”, lo cual deja vía libre a las empresas multinacionales a decidir los contenidos del aprendizaje de los alumnos.
Lucia Gallareta, la nueva directora de Educación Técnico Profesional, tiene el descaro de salir a decir que “nuestro diseño curricular está altamente sobrepasado [de horas] de la mínima impuesta a nivel nacional”.
Un plan educativo al servicio de los patrones y el FMI
Todo esto deja en claro que tipo de educación pública quiere el Gobierno, una que este al servicio de los patrones, que sea barata para ellos y lo más básica posible. Cuando en realidad, la educación tiene que estar al servicio del pueblo trabajador, y donde los que decidan sean los trabajadores de la educación, el barrio y toda la comunidad educativa.
Sabemos que no es un ataque solo a las Escuelas Técnicas, sino a toda la Educación Pública. Es parte de la Reforma Educativa que quiere aplicar el Gobierno por orden del FMI, quien exige un ajuste de $300 mil millonesde dólares y para eso están dispuestos a hacer despidos masivos de empleados estatales, cierres de cursos, de los Bachilleratos de Adultos, flexibilización de los EOE (Equipos de Orientación Escolar), y precarización laboral de docentes de Artística, Ingles y Educación Física. Además, no quieren poner un peso en educación porque el imperialismo le ha otorgado a la Argentina la función de proveer materias primas (Soja, Minería, Cereales) y para eso no necesitarán trabajadores calificados por el estudio. Solo usarán una pequeña porción de la población con nivel académico, sector donde están los hijos de las clases altas. La otra enorme porción, trabajadores con estudios básicos y una gran masa de desempleados como reserva de mano de obra barata.
Se puede ganar
Los pibes, padres y docentes de las escuelas técnicas se están organizando para combatir esta reforma. Salen a la calle a movilizarse multitudinariamente como hizo la comunidad educativa de colegios de San Miguel, Malvinas Argentinas, Escobar y José C Paz el 31/7 a Jefatura regional de San Miguel (y en donde estuvieron apoyando la medida la CTA Autónoma de Malvinas Argentinas y la UOM Regional San Miguel), o la movilización multitudinaria después del asesinato laboral de Sandra y Rubén que se replicó en muchos distritos de toda la provincia, las marchas al Ministerio de Educación en La Plata o las coordinadoras de estudiantes de escuelas técnicas en las diferentes regiones que van surgiendo al calor de esta lucha que recién comienza y muestran una gran fuerza.
Debemos seguir el ejemplo de unidad que se está dando en el Astillero Rio Santiago: necesitamos derrotar la reforma de la educación técnica y para eso, unir a toda la comunidad educativa, ya sea de las universidades, las escuelas secundarias, el pueblo pobre y los trabajadores de la educación y el conjunto de la clase trabajadora. El ajuste nos toca a todos y solo podemos frenarlo con una gran lucha obrera-estudiantil. Tenemos que exigir que no se pague la Deuda Externa, sacar al FMI y destinar esa plata para tener una real educación pública, salud y trabajo. Son ellos o nuestra educación y el futuro de nuestros pibes
Esta quedando claro que el Gobierno no tiene plan B, por eso hay que echar a Macri y construir un nuevo modelo de país, en el que gobiernen los trabajadores y el pueblo pobre.