Ellas son parte de la tenaz lucha de los compañeros de la Línea 60. Son las esposas de los choferes; muchas son pilares invisibles, apoyan desde sus casas, conteniendo a la familia y sosteniendo alta la moral.
Pero algunas han pasado al frente. Apenas comenzado el conflicto se arrimaron a las cabeceras de Plaza (Constitución), Maschwitz o Rincón, empezaron a participar de las asambleas, a reunirse con otras esposas, abrieron facebooks para comunicarse y organizarse, acompañaron a sus maridos a sacar los colectivos en los que no cobraban boleto y a buscar la solidaridad de los usuarios, se animaron a portar banderas y a enfrentar micrófonos.
Hoy, a pesar de la ofensiva de la patronal y de la amenazante presencia de la policía en la cabecera de Plaza, se mantienen firmes, al pie del cañón.
Con sus panzas de embarazo, sus bebés en brazos, sus hijos de la mano, participan con gesto resuelto en acciones y marchas. Están demostrando que las mujeres pueden. Pueden hacer mucho más que “lavar los platos”, como bromeó alguno en la cabecera de Maschwitz, cuando aparecieron la primera vez por ahí.
Quieren ser protagonistas, quieren luchar. No les tiembla la voz para reclamar a los pulpos MONSA – DOTA, al gobierno, a la UTA o a la CGT. Pero se les hace un nudo en la garganta al agradecer la solidaridad: “no somos políticas, somos simples mujeres, pero ustedes, la izquierda, son los únicos, de la parte de los partidos políticos, que nos han venido a apoyar”
Avanzada Socialista eligió los siguientes testimonios, entre muchos recogidos al calor de la pelea.
-Mujeres de Maschwitz-
“Nosotras simplemente somos un grupo de esposas que decidimos apoyar esta lucha. Estábamos en casa ocupándonos de nuestros quehaceres nada más y el esfuerzo que ellos hacen nos llevó a tener que ir a verlos a las cabeceras. Ahí nos empezamos a informar por medio de los abogados de todo lo que estaba pasando (…) Jamás nos imaginábamos estar acá, lo que está haciendo este empresario y este monopolio es impresionante. Se está buscando que se pueda llegar a un arreglo y que el gobierno se haga cargo de esto porque son 1200 choferes, 1200 familias. Muchos quizá prefieren quedarse en su casa esperando que esto se resuelva pero recién pasábamos por una calle, 9 de julio y hace 5 meses que están de reclamo [se refiere a la carpa de los qom]: no queremos llegar a 5 meses. Nuestros esposos ya llevan muchos días y lo quieren hacer pasar por algo sindical, pero no es algo sindical.”
“Nos juntamos en la cabecera, hacemos una reunión y ahí vamos organizando todo. Empezamos unas 20. Muchas mujeres no quieren comprometerse prefieren quedarse en su casa, esto no quieren vivirlo, bueno creo que ninguna, yo dejé a mis hijos sin ir al acto hoy.”
“Ellos ya hace mucho tiempo que vienen con esta lucha. La empresa es un desastre como viene trabajando, descontando, despidiendo (…) se decidió apoyar a nuestros maridos para que el monopolio vea que ellos no están solos, que atrás están las familias. Todas dejamos nuestros quehaceres, -ella ya dijo- dejó a los chicos en el colegio, yo dejé a mi nene de 8 años en casa con la abuela, ella lo trajo, hay otra chica embarazada que anda con la panza para todos lados, porque es una vergüenza lo que hacen y cada vez nos alcanza menos la plata, y no es la misma situación: ¿por qué, si ellos están bien, nosotros no podemos estar bien? Si nosotros somos los que estamos trabajando todo el día, somos los que cumplimos 12 horas de laburo, es un trabajo sacrificado, es insalubre, deberían ser 6 horas nada más (…) lamentablemente el chofer de tanto tiempo estar sentado en un asiento sufre de hernia de disco y eso la obra social no se lo cubre y así un montón de cosas tenemos. Así que hoy por hoy es hora de que las mujeres nos pongamos los pantalones de los hombres y salgamos a luchar con ellos como corresponde.”
“También queremos decir que nuestros maridos no se robaron los coches como ellos dicen, los sacaron para dar un poco de servicio, los empresarios hicieron un lock out patronal, nuestros maridos están tratando de dar el servicio a la gente.”
“Somos 1200 familias a la deriva, necesitamos el apoyo de las mujeres, de los trabajadores de otras líneas también, que se unan, nuestros maridos están durmiendo en la empresa, se hace olla popular para comer, somos 1200 familias con chicos a la deriva, alguien tiene que responder”
¿Qué apoyo han recibido?
“Trajeron dinero de colectas hechas por delegados de otras líneas, de varias empresas, comida, yerba. Pero del sindicato del transporte nadie se presenta, nadie viene a apoyar.”
“Pareciera que está todo comprado que todo es con plata.”
“El sindicato es vocero de la empresa, no lleva la voz de los trabajadores lleva la voz de los empresarios, es un sindicato empresarial.”
“Con plata como dice la compañera callan a todos y no defienden a los trabajadores a los que realmente tienen que defender.”
-Mujeres de Plaza Constitución-
“En realidad los despedidos fueron de la cabecera de Constitución pero todos se solidarizan.”
“Somos mujeres de compañeros despedidos, venimos a brindar el apoyo, porque la unión hace la fuerza y entre todos somos una familia.”
“Defendemos la dignidad de cada chofer, la dignidad de cada trabajador.”
“Nos comunicamos y nos informamos permanentemente, tanto de una cabecera como de otra, por medio de los maridos o los delegados hacemos llegar las notificaciones, tanto de Constitución como de las otras cabeceras donde están las mujeres y los otros trabajadores de la línea 60.”
“Ellos abandonaron la empresa. Yo soy otra de las mujeres de los despedidos, nosotras tomamos la decisión de acompañar y explicarle al pasajero cómo era la situación, que queremos el trabajo, que no estamos robando nada. Mi marido hace 18 años que está en la empresa y jamás ha faltado a trabajar, cayó cualquiera en la bolsa. Entonces lo que pedimos es que nos reincorporen , que nos den lo que estamos pidiendo, que es la fuente laboral, que nos escuchen, porque los medios tergiversan las cosas no sale a relucir lo que está pasando, la gente se asombraba cuando subíamos al colectivo y le explicábamos lo que realmente estaba pasando. Porque la tele no dice, dio lugar solamente a la patronal para hablar pero a los delegados, a los compañeros, a las esposas, no nos dieron ese lugar como para poder defendernos.”
¿Qué debería hacer Cristina Kirchner?
“A la presidenta, que es mujer, le diríamos tan solo que se ponga en el bolsillo de nosotros. Que en vez de darle el subsidio a los empresarios, que es lo que está haciendo todo este lío (al empresario con plata en el bolsillo no le interesa nada), entonces que el subsidio se lo dé realmente al trabajador, que se lo ponga en la SUBE si quiere, pero no al empresario que en estos momentos está vaciando la empresa. Los trabajadores estamos acá para poder tener un plato de comida, les descontaron todos los días, todos los compañeros están cobrando con descuentos, con lo que están cobrando no les alcanza para vivir, muchos alquilan. No estamos pidiendo más que el trabajo, no queremos que nos regalen nada.”
“Nosotros le pedimos a la presidente que nos escuche, que nos mire por la tele, que ella nos escuche y nos apoye, que hable con los empresarios, para que nos dé una solución. Que hoy con toda la lucha podamos tener un cierre y que mañana nuestros esposos con todos los echados empiecen a trabajar y hagamos de cuenta que esto fue un mal paso.”