“Tan malo es no tener Gobierno como tener un Gobierno que no pueda gobernar”, aseguró Rajoy en el segundo debate de investidura. Dicho de otra forma, dirigiéndose a toda la oposición, sin “acuerdos esenciales” no podrá gobernar.
El apoyo dado por el PSOE, en forma de abstención, a la investidura de Rajoy, exige nuevos apoyos para sustentar al Gobierno y que este no caiga a la primera de cambio. Nunca en estos años hubo un gobierno que naciera con tan extrema debilidad.
La Unión Europea y los del Ibex 35, que son quienes dictan las medidas del Gobierno, van a exigir del PSOE y de toda la oposición “coherencia” para que no acabemos ante el Gobierno de “Mariano II el Breve”.
El problema es que la UE les exige nuevos recortes, la Iglesia, los principales empresarios de la educación privada, se aferran a su LOMCE (1). Los “inversores” quieren más liberalización para poder seguir privatizando la sanidad y los servicios públicos, a la par que exigen nuevos aprietes de tuerca, más reformas laborales que les garanticen las bajadas de salarios y de derechos de los trabajadores/as, otro pensionazo para bajar el gasto público y continuar con el negocio de las pensiones privadas. Y tienen además que meter tijeras en las “Comunidades Autónomas” con el problema catalán como una espada de Damocles sobre sus cabezas.
Tienen que encabezar la guerra social con el Estado mayor de su “ejército” más endeble que nunca.
La movilización masiva contra la LOMCE fue el mejor ejemplo de lo que puede deparar el futuro inmediato si este Gobierno encuentra una oposición real desde el primer día. La masiva huelga y las multitudinarias manifestaciones obligaron a Rajoy a suspender provisionalmente las reválidas. ¿Insuficiente?, ¡verdad!, ¿queremos fuera toda la LOMCE?, ¡verdad!, tan verdad como que cuando la oposición se hace desde la calle, con la movilización y enfrentando resueltamente al Gobierno, se les puede ganar y ahora más que nunca.
La disyuntiva es si la oposición la hacemos desde la movilización, la calle y las huelgas, exigiendo la derogación de la LOMCE, la defensa de la educación y la sanidad 100% públicas; la derogación de las reformas laborales; el fin de los desahucios y un parque público de viviendas de alquiler social, el No pago de la deuda, el derecho de los pueblos a decidir, la amnistía social para todos los presos y multados por luchar, la derogación de la Ley Mordaza y NUEVAS ELECCIONES CON NUEVAS REGLAS… o la oposición se remite a la batalla en las instituciones.
Desde Unidos Podemos, ERC, Bildu, los sectores del No del PSOE, se anuncia oposición al Gobierno, pero remitir esa oposición a la aritmética parlamentaria, desde el respeto a la Ley y a las directivas de la Unión Europea, es la mejor garantía de que no haya cambio alguno y a lo sumo nos veamos, más pronto que tarde, con nuevas elecciones con las mismas reglas de siempre, para que de nuevo Rajoy y el PP recuperen con su Ley, lo que ni los votos ni la calle le dan. (Ver nota)
Continuar la movilización de la educación contra la LOMCE, apoyar las huelgas y las luchas de los trabajadores/as, del Telemarketing, los jornaleros… masificar las manifestaciones del 3 de Diciembre convocadas por las Marchas de la Dignidad, es el único camino para organizar una verdadera oposición al Gobierno.
(1) Ley Orgánica para la Mejora de Calidad Educativa.
Marcha de la dignidad: el 3 de diciembre tomemos las calles
La Asamblea estatal de Las Marchas de la Dignidad convoca a una jornada de manifestaciones en todas las grandes ciudades el próximo 3 de Diciembre.
Las organizaciones del Bloque de Clase (CGT; COBAS; AST; SO; Intersindical de Aragón, SAS, Baladre), que forman parte de las Marchas, conscientes de que “la clave de la actual situación es retomar el camino de la MOVILIZACIÓN, como condición indispensable para revertir la actual catástrofe social y enfrentarse al Gobierno, cualquiera que finalmente sea este”, acordaron impulsar la convocatoria “bajo el lema general de NO HAY CAMBIO SIN LUCHA OBRERA”, enfatizando las siguientes consignas:
¡Derogación de las Reformas Laborales!
¡Defensa de lo público!
¡No al pago de la deuda!
¡Amnistía social!
Así como llamar a las empresas, sectores y Mareas en lucha, a que se sumen a las manifestaciones con sus propias demandas”.
Desde Corriente Roja apoyamos la convocatoria y el contenido que desde el sindicalismo de clase se le quiere dar:
El 3 de Diciembre brinda la oportunidad de volver masivamente a la calle, no dando un día de tregua al “nuevo” Gobierno de la Troika. La reciente huelga de la educación y las masivas manifestaciones reclamando la retirada de la LOMCE deben tener su continuidad en las manifestaciones del día 3. Cómo debe ser también un lugar para que los trabajadores/as del Telemarketing, los jornaleros andaluces y todas las empresas, sectores y Mareas en lucha expresen sus demandas.
Se trata en estas semanas que quedan, de centrar todos los esfuerzos para recorrer los institutos, las facultades, las empresas, los barrios obreros, llamando a salir a la calle y organizar la oposición real a este Gobierno de los recortes y la corrupción.
Unidos Podemos y la oposición al gobierno del PP
Coincidimos con ellos en que esperar del PSOE oposición a Rajoy es la más vana de las esperanzas, tanto como esperar del zorro que cuide el gallinero. Y a buen seguro que los diputado/as de Unidos Podemos ejercerán, a su manera, de opositores al PP.
El problema es saber si esa oposición es la que puede acabar con el Gobierno y abrir las puertas de un verdadero cambio, como augura Pablo Iglesias, o si será una oposición que a lo sumo haga más breve el reinado de Rajoy y nos conduzca a nuevas elecciones donde el PP, en medio de la debacle del PSOE y el carácter melifluo de Ciudadanos, puede acabar recuperando más terreno.
En el redil institucional
La dirección de Unidos Podemos ha ido descafeinando su programa a una velocidad de vértigo y ya no cuestiona ninguno de los ejes centrales que sustenta este régimen, ni las instituciones que lo mandan: son defensores de la Unión Europea y de la OTAN, del pago de la deuda y del escrupuloso respeto a la ley, por más injusta que ésta sea. Donde gobiernan no han dado un solo paso si amenazaba vulnerar la ley. Baste ver el caso de Madrid, donde se entra en el Ayuntamiento al grito de “sí se puede” pero cuando se les exige remunicipalizar los servicios, responden: no, porque “no se puede”, la ley lo impide y lo que era “muy fácil” cuando se hacía campaña, ahora resulta imposible, aunque los barrios obreros estén llenos de porquería y se siga perdiendo empleo a costa de que las grandes constructoras sigan haciendo su agosto y siga sin haber fondos para los servicios sociales, mientras se alardea de ser los mejores pagadores de la deuda.(…)
¿No había más opciones?
Dicen: ¿qué otra opción había para echar a Rajoy si no era la de apoyar a Pedro Sánchez? Pero había otra, que era llamar a la calle, a la movilización y exigir nuevas elecciones con nuevas reglas, que fue una de las primeras demandas del 15M, entre otros, que fue abandonada a marchas forzadas. Metieron la protesta social en el redil de las instituciones “democráticas” y luego no “encontraban salida” en el marco de esas mismas instituciones y leyes antidemocráticas. Hay responsabilidades políticas de distinto signo y tamaño y quien encerró el descontento social en ese laberinto tiene una buena parte de responsabilidad en que ahora sigamos teniendo a Rajoy.
Ahora se alzan la voces en Podemos diciendo “hemos abandonado la movilización y hay que recuperarla”. “Ahora sí, vamos a apoyarnos en la movilización para ser oposición”.
Un programa de cambio y la movilización para defenderlo
(…)Defender el cambio comienza por un programa de cambio y por defenderlo de la única manera posible, con la movilización en la calle. Si son capaces de defender medidas así, contarán con nuestro apoyo en esa lucha, y mucho más importante, con el de millones de trabajadores/as.