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Didier Dominique, de Batay Ouvriye, habla sobre las protestas y la actual situación en Haití

Al cumplirse los diez años de presencia de la MINUSTAH en Haití y estando en debate en la ONU la continuidad de la ocupación, se ha iniciado una campaña unitaria contra esta ocupación, que reflejamos en este mismo site. Reproducimos el reportaje a Didier Dominique, dirigente de la organización haitiana Batay Ouvriye, sobre la situación del país, ya publicada en esta página, en julio pasado.

La misión fue creada en abril de 2004 con el alegato oficial de “restablecer el orden” luego de la salida del presidente Jean-Bertrand Aristide. Con todo, el mandato inicial de seis meses ha sido consecutivamente renovado, aún después de dos elecciones presidenciales, con la justificación de fortalecer las instituciones democráticas, garantizar la seguridad de la población y ayudar en la reconstrucción del país luego del terremoto de 2010.

Sin embargo, no es eso lo que ocurrió. Haití continúa siendo uno de los países más pobres del mundo y sigue el drama de más de 350.000 haitianos sin abrigo luego del terremoto que devastó el país hace tres años. Miles de personas continúan viviendo en campamentos improvisados y en condiciones insalubres.

La epidemia de cólera, llevada al país por soldados nepaleses, alcanzó a más de 680.000 personas y mató a 8.300 desde 2010. A raíz de esto, una acción exige de la ONU una indemnización multimillonaria. Eso sin contar las varias denuncias contra la Minustah (Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití), por estupro, prostitución y violación de los derechos humanos.

Brasil está en el comando de la Minustah desde su inicio y los gastos del gobierno brasileño superan los 3.000 millones de reales entre 2004 y 2012. Sólo con adicionales salariales, el gobierno brasileño gastó 689 millones de reales.

Protestas agitan el país

En las últimas semanas, las protestas tomaron las calles de Puerto Príncipe y Cap-Haitien contra el hambre y el desempleo, y para exigir la renuncia del presidente Michel Martelly. El blog del PSTU Vale (Brasil) entrevistó a Didier Dominique, dirigente de la organización haitiana Batay Ouvriye, sobre la actual situación del país.

PSTU Vale: ¿Cuál es el motivo de las protestas ocurridas en las últimas semanas en Haití?

Didier Dominique: Las recientes protestas son por varias razones. Podemos resumirlas en tres: contra el alto costo de vida, el salario mínimo insuficiente y la falta de respuestas concretas del gobierno sobre la falta de empleo, salud (el cólera volvió a atacar con fuerza), educación, transporte, pero especialmente vivienda, ya que nada se resolvió en relación con los campamentos de los sin abrigo después del terremoto.

Un segundo motivo, más político (y menos numeroso) atacó al gobierno por su mala gestión “democrática”. Gritan contra la dictadura (duvalierista, que retorna). Existen varios desvíos en el gobierno (prisión de parlamentarios con inmunidad, muerte de un juez responsable por una denuncia contra la familia presidencial, falta de publicación de leyes votadas en el Parlamento, altos gastos de la presidencia, amigos, y próximos del presidente, que hacen extravagancias de todo tipo, drogas, contrabando, etc.). Estas manifestaciones piden un ajuste en la política del gobierno.El último [motivo], por parte del partido Lavalas, acusa lo mismo; más claramente denuncian a Martelly y su sustituto y exigen un camino democrático.

PSTU Vale: ¿Cómo está la situación de los refugiados luego del terremoto de 2010?

DD: La situación de los refugiados es muy mala. La burguesía y el Estado no sólo quemaron los grandes campamentos (durante la noche y sin aviso previo) para recuperar sus tierras sino que enviaron a los refugiados para lugares sin agua, transporte, escuelas próximas, hospitales y, mucho menos, electricidad. Todo eso es expresión del desarrollo urbano imperialista, que pretende construir sus futuras zonas francas. El problema del uso del suelo urbano es explosivo en este momento. Hay mucha resistencia, de nuestra parte y de la de otros, pero la represión es inimaginable en el sentido de que nada puede suceder sin algún recurso legal.

PSTU Vale: ¿Qué papel siguen cumpliendo las tropas de la ONU?

DD: Las tropas de la ONU desempañan el mismo papel que siempre tuvieron, pero de forma más oculta. La policía nacional ya está prácticamente formada y aparece mucho. Sin embargo, la verdadera salvaguarda del gobierno y de la burguesía es aún la Minustah. Recientemente, Martelly dijo: “a pesar de todo, no tengo problemas: la Minustah está conmigo”. No obstante, se habla ya de que el gobierno uruguayo condiciona su presencia al resultado de las elecciones de enero de 2014. Tenemos que ver lo que eso puede significar; reclamar del gobierno brasileño alguna medida de ese tipo y decir que, caso contrario, está también apoyando gobiernos dictatoriales, etc. Puede ser que se abra una brecha.

PSTU Vale: ¿Cómo están los preparativos para el proceso electoral de 2014?

DD: Los preparativos para las elecciones están totalmente paralizados. Es una fuerte contradicción que el gobierno, los partidos políticos y las clases dominantes así como el imperialismo mundial no consiguen resolver. Dos tipos de contradicciones actúan: una entre los diferentes intereses de las clases dominantes y otra por la corrupción en el Estado y la necesidad de no mencionar los detalles técnicos del proceso. Algunos partidos políticos decidieron no reunirse con el gobierno y cada uno echa la culpa al otro, creando más impasses. Las masas asisten a este circo, percibiendo que quien realmente sufre con eso es el pueblo. Lo importante es que siguen polarizándose los campos, de forma más o menos clara.

A diez años de la presencia de la Minustah, está claro para todo el mundo que no es para nada una fuerza de ayuda al pueblo haitiano. No solo las exacciones de todo tipo, incluyendo el cólera –del que aún no quieren reconocer su provenencia– y, de allí, tampoco compensar a las familias que sufriron por ello no solo la dominación, muchas veces racista, que propician algunos contingentes sino sobre todo la represión, que ha sido una constante de estos diez años. En contra del pueblo movilizado, siempre, en contra de los trabajadores que protestan, y en particular contra los obreros que luchan por un salario que les permita sobrevivir aún un poco.

Está claro pues que la Minustah está allí para proteger y garantizar los interesés del Capital, en particular el proyecto de explotación extrema de las transnacionales imperialistas.Pero lo peor es lo de ahora. Ya que si en esa orientación, la era Aristide-Preval tenía algún detenimiento, alguna resistencia, llevado por las luchas, movilizaciones y hasta levantamientos populares, ahora, con la puesta en sitio de Martelly (de la manera que fue puesto por el imperialismo norteamericano, no se puede hablar de presidente “electo”). Con la puesta en sitio de Martelly pues, es franca y abiertamente que este equipo vasallo ejecuta el plan imperialista. De hecho, Martelly proclama a quien quiera oírlo ¡que la Minustah es su principal “back-up”! Que las zonas francas son el porvenir.

Por otra parte, la agro-industria y el turismo, dos vertientes adicionales del plan imperialista declarado, tienen como consecuencia las brutales y muy duras expropiaciones tanto en el mundo rural como en las ciudades. En estos dos espacios, el valor de la tierra adquiere hoy un nivel sumamente alto. Lo cual acelera aún más la proletarización de las distintas categorías de trabajadores, donde hasta la pequeña burguesía se ve también radicalmente atacada.

Este proyecto, lógicamente, se torna cada día más y más antagónico. De allí la permanencia de la Minustah y la formación acelerada y el consecuente armamento de la policía nacional, la PNH. Pero de allí también la vuelta de los duvalieristas y del duvalierismo con todo el totalitarismo que lo caracterizaba y en donde, además de tener duvalieristas o hijos de estos en los distintos ministerios o gabinetes, hasta el propio hijo de Jean-Claude Duvalier, Nicolas, es uno de los principales del gabinete de Martelly ¡y el responsable en el palacio nacional!

Este último punto es de suma importancia ya que los gobiernos latinoamericanos (Brasil y ¡el famoso PT en particular!) no sólo apoyan el proyecto imperialista de explotación extrema que conlleva sino que hoy en día ¡¡lo hacen junto con los Duvalieristas!!

Traducción: Natalia Estrada