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Ecos de un día historico

«Ni una menos» fue una convocatoria multitudinaria, la mayor que vivió Argentina por los derechos femeninos. A las más de 150.000 personas en Congreso se sumaron miles en otras ciudades y pueblos, como los 5.000 en Bahía Blanca o los cientos en Saladillo pidiendo justicia por Marisol Oyhanart.
Los políticos se “colaron” por conveniencia y hasta el Papa adhirió a último momento. Pero las consignas escritas denunciaron a los gobiernos nacional y provinciales, a parlamentarios, jueces y policías, a la Iglesia, como responsables de la violencia machista y de una cultura que alienta la discriminación.
La protesta exigió mucho más que frenar los femicidios, la violencia sexual y la trata. Reclamó el derecho al aborto legal, a trabajo no precario, a no sufrir acoso laboral, a la igualdad salarial, a guarderías y jardines maternales gratuitos.
Canalizó, además, la bronca del conjunto de los trabajadores y sectores populares, desamparados, golpeados, violados de mil maneras, por los aprietes, el saqueo y la represión con que las patronales y el imperialismo pretenden “salvarse”, a través de planes que el kirchnerismo aplica, aunque declare lo contrario.

-Lucha Mujer y el PSTU en el 3J-

Felfort: violencia al pie de la máquina

En la fábrica sufrimos violencia, un femicidio que mata lentamente: aumento de velocidad, falta de relevos, carga de pesos pesados.
Desde la semana previa al 3J las compañeras empezaron a preguntar: “Vamos, ¿no?”.
De a poco se transformó en una oleada de entusiasmo, la Comisión Interna comenzó la organización. Se propuso hacer una bandera, qué se iba a poner y cómo pagarla. Se buscó presupuesto y se juntó el dinero entre todos. El miércoles a la salida nos juntamos en la puerta. ¡¡Un orgullo!!: marchamos unidos obreras y obreros.
Algunas de las conclusiones importantes que surgieron de la participación: “tenemos que rechazar las imposiciones de la patronal, perder el miedo, ellos nunca hacen nada por vos,  somos simplemente un número, si no nos cuidamos nosotras ellos no lo hacen”, “tenemos que trabajar para vivir, no para dejar nuestra salud al servicio de la patronal”, “hay que ayudar a las compañeras a cambiar la forma de pensar, estamos acostumbradas a depender de la fábrica, estar para lo que ellos necesiten, pensar solo en el ritmo que necesita la máquina para producir más”

Rosario: la lucha de las aceiteras, ¡presente!

Nos concentramos en el Monumento a la Bandera con el grito que recorrió todo el país: “Ni una menos”. Allí exigimos que se destine plata al presupuesto para detener la violencia y no para la deuda externa, por guarderías, refugios, igualdad salarial, entre los reclamos más sentidos en nuestra provincia, que es la segunda con más femicidios del país.
Nuestro grupo reunió el anaranjado de las trabajadoras aceiteras, que con energía entonaron sus cánticos como en la huelga de 25 días junto a los compañeros del PSTU Rosario. Estuvimos trabajadoras y trabajadores de automotrices, papeleros, salud, comercio, docentes, prensa, estudiantes y familias, con coloridas pancartas expresando nuestra lucha.

Córdoba: entre las primeras del ranking de femicidios

Por eso más de 50.000 personas dijimos “Ni una menos” sólo en la Capital, y se sumaron cientos de ciudades y pueblos del interior con sus propias marchas y concentraciones en las plazas. A pesar de las intenciones del kirchnerismo y los radicales de lavarse la cara por las elecciones próximas en la provincia, la exigencia de soluciones y la denuncia hacia ellos se hizo presente con fuerza. Desde el PSTU denunciamos enérgicamente la responsabilidad de los gobiernos de Cristina y De la Sota.

Neuquén: la fuerza del “Ni Una Menos”

Tras una bandera de arrastre con la consigna “El estado es responsable” marchamos 20.000 personas organizadas en sindicatos, centros de estudiantes, partidos, agrupaciones, o simplemente en grupos, participando muchas por primera vez en una movilización. Madres, hijas, abuelas marcharon juntas para decir basta a la violencia machista, así como también muchos compañeros varones que entendieron que tienen que ser tan parte de esta lucha como nosotras.
Para no quedarse fuera y ocultar su responsabilidad, los gobiernos se mostraron favorables a la movilización, sin embargo lo que atravesó la marcha fue la clara exigencia de soluciones ya. Desde el PSTU y Lucha Mujer marchamos con una importante columna nutrida de jóvenes, estrenando por vez primera los banderines arcoiris del movimiento LGBT, encarando la lucha contra el machismo y todo tipo de opresión en la sociedad.

Comodoro Rivadavia: marchamos junto a los compañeros varones

El PSTU realizó una convocatoria amplia en los ámbitos laborales y a los vecinos de los barrios, a través de pintadas y panfleteadas y la invitación personalizada de las compañeras y sus familias.
La marcha permitió dar a conocer nuestros objetivos de combate implacable al machismo y a la discriminación, en especial, en las organizaciones obreras y estudiantiles.
El PSTU se mostró organizado, marchando con sus banderas, volanteando y explicando a  estudiantes, vecinos y mujeres el motivo de nuestra presencia: fortalecer la presencia de las mujeres trabajadoras en los frentes de pelea, en los sindicatos y centros de estudiantes, ante los ajustes de los gobiernos patronales.
Esta marcha demostró la fortaleza floreciente del PSTU en la Patagonia.

Mendoza: una gran convocatoria

El 3J cerca de 14.000 personas exigieron justicia para Mari Saldaño y todas las víctimas de violencia contra la mujer. Fue un acto unificado donde marcharon diferentes agrupaciones feministas, partidos de izquierda, la UCR y el oficialismo. Asistieron además, familiares de mujeres asesinadas, mujeres que han sido golpeadas y familiares de mujeres víctimas de la redes de trata. También muchas personas marcharon en forma independiente.
En representación del PSTU habló nuestra compañera docente Carolina Defilippi candidata a Diputada Provincial por el FIT, que hizo hincapié en la responsabilidad del Estado en cuanto a priorizar el pago de la fraudulenta deuda externa por sobre destinar el presupuesto necesario para prevenir la violencia de género.